Vivimos en la época del “¿y qué más?”, buscando avatares que hagan esto, aquello y lo de más allá en pos de una variedad infinita en la que se acaba anteponiendo cantidad a calidad. ‘Kirby: Planet Robobot’ está en el otro extremo, centrándose en dos conceptos muy claros y explotándolos al máximo para que no tengas necesidad de más.
‘Kirby: Planet Robobot’ es el perfecto ejemplo de cómo dos ideas muy claras y bien ejecutadas pueden dar fruto a un juego magnífico, una propuesta tan redonda como su protagonista que vuelve a demostrar que cuando en HAL Laboratory están inspirados, pueden son los auténticos reyes del cotarro.
El diseño de niveles por bandera
Comentaba lo de los dos conceptos y es de recibo explicarlos por separado. El primero de ellos es el diseño de niveles de este ‘Kirby: Planet Robobot’, que juega con la exploración y el prueba y error de forma fantástica, invitándonos a repetir niveles para conseguir los coleccionables que se nos hayan quedado por el camino.
Los cubos que nos abren las puertas de los jefes finales y los stickers que podemos pegar al robot de Kirby son los dos objetos que nos llevarán de cabeza al recorrer cada nivel. Intuir cómo conseguirlos es parte de la gracia, así que lo de volver atrás para revisar que todo ha funcionado como debería será gran parte de nuestro trabajo.
Al jugar con dos planos, el principal y el trasero, las acciones que llevemos a cabo en uno de ellos afectarán al otro y viceversa, a menudo invitándonos a una contrarreloj en la que mover un bloque en la parte frontal desencadenará un efecto dominó en la trasera que deberemos seguir para conseguir el ansiado premio.
Donde brilla especialmente su diseño de niveles es en la combinación de ese reto, nada complicado pero que obligará a estrujarnos la mollera de vez en cuando, y el simple paseo, haciendo de ‘Kirby: Planet Robobot’ un juego igual de válido para niños con poca experiencia y fans talluditos de la bola rosa en busca de desafíos.
Poderes mecanizados
El otro concepto a destacar, el que acaba redondeando aún más la experiencia y mejora su plataformeo, es el de la habilidad de Kirby para conseguir poderes, un clásico del personaje que se echa demasiado en falta cuando no está en uno de sus juegos. Sí, te miro a ti, ‘Kirby y el Pincel Arcoíris’.
Sigue volándome la cabeza que no fuese una idea original incluida en ‘Kirby’s Dream Land’ porque a día de hoy Kirby parece un título menor si acaba despojado de sus poders.
No es el caso de ‘Kirby: Planet Robobot’, que además de brindarnos esa posibilidad a pie, también lo hace cuando controlamos al robot.
De hecho ahí reside gran parte de la gracia, ofreciendo el habitual cambio a aviones o coches para romper un poco con la monotonía de las plataformas y, además, convirtiéndose en parte del puzle de cara a conseguir los distintos coleccionables.
Si un enemigo se repite o aparece aislado al iniciar un nivel, está claro que tiene algo que ver con el reto que venga a continuación, así que aprovecharlo supone disfrutar al máximo de ese tramo y, de paso, sumar unas cuantas pegatinas y cubos a nuestra colección.
A falta de Mario, Kirby (casi) siempre cumple
‘Kirby: Planet Robobot’ sorprende porque sin inventar absolutamente nada (hay más de una idea extraída de ‘Kirby Triple Deluxe’) y ciñéndose a explotar dos ventajas muy claras, consigue crear un juego formidable que le viene de perlas al catálogo actual de Nintendo 3DS.
No sólo rebosa mimo por los cuatro costados tanto al universo del personaje como a las posiblidades 3D de la portátil, también demuestra una vez más que el género de las plataformas no tiene mejor casa que las consolas de bolsillo, donde el scroll lateral que nos enganchó a muchos a este medio, luce siempre mejor que en sus hermanas mayores.
‘Kirby: Planet Robobot’ es, a fin de cuentas, eso mismo, un regalo a los fans de las plataformas que esperan con ansias otra ración de personajes cuquis y puzles descafeinados con los que quemar la batería de su portátil. Si estás entre ellos su compra se antoja imprescindible.
A favor
- Un plataformas simpático y entretenido
- El reto de conseguir todos los coleccionables
- Una delicia para los fans del 3D
- Los modos extra incluidos son una gozada
En contra
- Puede pecar de simplistas para los más experimentados
- Se limita a mejorar la base de Triple Deluxe, no es una gran evolución
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