XBox One está a la vuelta de la esquina. Hemos hablado de ella, de sus juegos y ahora por fin cae en nuestras manos. Ha llegado hace unas horas y tras configurarla nos toca compartir las primeras impresiones con vosotros.
Grande, sólida y negra
La hemos visto en las imágenes oficiales, también en las vitrinas de las ferias de videojuegos. Ahora, sin metacrilato ni fotos de por medio, está en nuestras manos. Las fotos hacen justicia a la consola pero cabe destacar algunas cosas.
La consola es grande, algo pesada pero con un diseño sobrio muy atractivo. Es algo más grande que 360 y rehuye de las líneas más atrevidas de PS4. Da la sensación de ser una consola muy sólida
Combina los plásticos mate y glossy, los segundos con una gran atracción por registrar nuestros dedos y cualquier mota de polvo. La combinación es atractiva, así como algunos detalles estéticos como las rejillas o el led con el botón táctil de encendido.
Una vez la hemos encendido, es una consola bastante silenciosa. Bien ventilada, apenas hace ruido cuando está en funcionamiento. Nos queda ver cómo se comporta cuando esté en alto rendimiento pero de momento la impresión ha sido positiva.
Quien busca una consola con un diseño radical, Xbox One no ofrece eso. Sin embargo, su diseño discreto hace que encaje bien en nuestro salón y no deberíamos tener problemas para colocarla. De todos modos: recordad que es algo grande y que se debe colocar en horizontal.
El mando, más pequeño pero muy cómodo
Sin duda, uno de los elementos más aclamados en Xbox 360: su mando. Para muchos, uno de los mejores y eso ha hecho que el listón esté muy alto para Microsoft. La primera impresión con el mando ha sido bastante buena.
Algo más pequeño, encaja muy bien en las manos y es realmente cómodo. No se clava en las palmas, tiene una buena relación de peso y tamaño... Dan ganas de cogerlo y usarlo. Los botones son consistentes pero algo más blancos que en 360.
Se ha simplificado mucho el diseño pero se mantienen las mismas claves que en el modelo anterior. Los gatillos son cómodos y no hemos notado retrasos importantes en el tiempo de respuesta, como si me había pasado con otras Xbox One.
Se puede usar con pilas, recargables o no, además de por carga USB con un cable, que no viene integrado con ella. Se mantiene, claro, la misma estética que en la consola. Los detalles en glossy no me convencen, en mate me encanta.
Una nueva interfaz con mucha influencia de Windows 8
Si algo se ha propuesto Microsoft con todos sus dispositivos, ha sido unificar el diseño de todos ellos. Desde Windows Phone a Windows 8 pasando por los tablets, y Xbox One no podía quedarse fuera de esa cadena.
Se nota mucho que se han cogido todas las referencias de diseño de Windows 8, algunas de las cuales ya estaban presentes en las últimas actualizaciones de interfaz de Xbox 360. Un paso adelante más.
Los cambios han hecho más plana la interfaz, pero también más clara y sin tantas distracciones. Todo ordenado por paneles con un diseño familiar y al que tardaremos poco en adaptarnos. La única excepción es el funcionamiento de algunas aplicaciones pero la curva de aprendizaje parece bastante corta y plana.
El control de voz, mejorando Kinect
Xbox One no es sólo juegos, Microsoft sigue apostando por el control por voz a través de un Kinect vitaminado, más grande pero también más potente. Funciona, mucho mejor que la versión anterior para 360.
No suele fallar, es bastante preciso. Además, se integra a la perfección con el sistema operativo. Todavía sigue resultando un poco raro eso de hablarle al televisor pero de momento nos ha gustado, aunque seguimos usando más el mando para un montón de operaciones.
Sus juegos, pocos pero interesantes
Ahora sí: sin duda el pilar de la consola. Sus juegos, de momento tenemos unos cuantos para ir abriendo boca. Eso sí, armaros de paciencia si venís con muchas ganas de jugar porque todos los juegos nos pedirán una instalación y descarga generosa.
Tras la descarga inicial, de 330MB, algunos juegos nos pedirán bajar datos antes de instalarlos. Por ejemplo Forza nos pedirá 4GB de nuestro disco duro y si vamos por WiFi, la espera puede ser un poco lenta.
Tened paciencia, pero parece que la época de meter el disco y empezar a jugar cada vez más va a tender a desaparecer. De momento sólo hemos podido probar unos cuantos, y os hablaremos de ellos a fondo en nuestros análisis, aunque de algunos ya os hablamos en las tomas de contacto.
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