Sin ser de mis géneros favoritos, cada vez que iba a un salón recreativo no podía resistirme a echar alguna partida a un juego de carreras. Porque al ser en cabina, con volante, pedales y demás, el control y la sensación de velocidad era más realista, por lo que resultaba una experiencia más divertida que en casa.
El GTI Club de Konami fue uno de los que más disfruté a mediados de los noventa. Era una recreativa fácil de ver por los salones y ante la que apetecía echar unas monedas. Por eso me alegró su puesta al día para PS3 del año 2008. La pena es que se acabó retirando en 2012. Por eso nos apetece retroanalizarlo.
Bienvenido a la Costa Azul, versión cuca
GTI Club: Rally Côte d'Azur, el original de 1996, era un arcade de carreras de lo más minimalista. En el sentido más amplio de la palabra. Porque se alejaba de la simulación y porque pilotábamos bólidos de pequeño tamaño, como el Austin Mini Cooper, el Lancia Delta o el Renault 5, entre iconos de otras épocas.
También era peculiar su entorno, ambientado en la costa azul, con una ciudad costera de pequeño tamaño sobre la que podíamos correr sin ningún tipo de preocupaciones al estar el tráfico cortado para nosotros (como el circuito de Mónaco en la F1, pero a otro tipo de escala), salvo cuando competíamos en nivel difícil, que ahí sí se incluían vehículos siguiendo su rutina diaria.
Había distintas rutas, según el nivel de dificultad, y no pocos atajos que era conveniente controlar para acortar suficientes segundos al rival si queríamos ganar, especialmente cuando dependíamos de los checkpoints por tiempo.
Al principio requería un poco de práctica por los tremendos desniveles del circuito, con una subida muy pronunciada tras pasar por la gasolinera local y un salto en caída al encarar la bajada donde era inevitable salir mal parado si no controlábamos la frenada. Y la máquina, en este sentido, no perdonaba. Pero también por los civiles contra los que podíamos chocar en modo difícil.
GTI Club necesitaba poco para engancharnos
En la época en la que salió este clásico de Konami disfrutamos de grandes representantes de la velocidad más arcade, como el SEGA Rally de la propia SEGA o ya el Ridge Racer de Namco. Y es precisamente con este último con el que comparte el mismo espíritu de su circuito al reaprovechar el único que hay de diversas formas en base al nivel de dificultad y su exigente modo espejo.
Era, sin lugar a dudas, un juego para echar partidas rápidas, pero ante el que podíamos engancharnos fácilmente por el innegable atractivo de su entorno. Tenía algo especial que aún sigue vigente hoy en día, quizás también por salirse de los habituales bólidos con prestaciones de lujo y por el simple placer de conducir por una ciudad atractiva batiendo el crono y exprimiendo sus atajos.
En la puesta al día de PS3 (GTI Club + Rally Côte d'Azur) su multijugador ascendió de cuatro a ocho personas (online, eso sí), incluyendo tanto el clásico modo carrera como uno muy especial con una bomba de por medio, como si de un pilla-pilla con patata caliente se tratase. Las risas. Fue una pena lo ocurrido con esta versión al caducar su licencia en 2012 y desaparecer de PlayStation Store, salvo para los afortunados que lo compraron antes de que eso ocurriese.
Suerte que venía acompañado también de un modo libre para recorrer su pequeña ciudad sin preocuparnos por nada, tan solo correr y ver con calma todos y cada uno de sus atajos. La mejor manera de practicar antes de plantearse seriamente competir en los modos difícil y muy difícil (espejo). Ahora bien, Konami no pudo resistirse a sacar tajada en 2009 de los DLC para incluir contenido del posterior GTI Club Supermini Festa! de recreativas, por lo que iba muy justo de entrada.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, aunque le pesa la falta de contenido. Le sucede lo mismo al citado Ridge Racer de Namco: por mucho que nos gustase y lo exprimiésemos a fondo en su día, hoy sería impensable sacar un juego de esas características con un único circuito. Pero el cariño que le seguimos teniendo a GTI Club + Rally Côte d'Azur hace que le perdonemos esas carencias al ser un gran arcade de conducción.
A favor
- El innegable atractivo de la costa azul
- Poder pilotar bólidos tan míticos
- Espíritu arcade al 100%
En contra
- El salto antes de la gasolinera... ¡Grr!
- Tan solo un único circuito a competir
- Que se descatalogase de PSN en 2012
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