He jugado 6 horas a Splatoon y sólo puedo decir: "hasta luego, Call of Duty"

He jugado 6 horas a Splatoon y sólo puedo decir: "hasta luego, Call of Duty"

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He jugado 6 horas a Splatoon y sólo puedo decir: "hasta luego, Call of Duty"

Puede que Geralt de Rivia y el Caballero Oscuro sean los personajes que mejor se acercan a la idea de "lo más esperado de 2015", pero hay por ahí unos chocos de colorines que se ganaron nuestra atención desde su primera aparición y han conseguido despertarnos muchísima curiosidad. Ahora, ya con 'Splatoon' en las manos, la atención se ha tornado amor y la curiosidad se ha convertido en una tremenda adicción.

Como decía, puede que las ganas de echarle el guante a 'The Witcher 3' y 'Batman: Arkham Knight' sigan ahí, pero hoy puedo decir que el juego que me acompañará durante gran parte de lo que queda de año, salvo hecatombe que lo impida, será el 'Splatoon' de Nintendo, el shooter que a base de calamares y tinta de colores le ha dado la vuelta a nuestra forma de entender el género.

Calamares en su tinta

Splatoon1

Comentaba en el titular que 'Splatoon' será el juego que me haga aparcar 'Call of Duty' de forma indefinida y no es una mera forma de captar vuestra atención. Llevábamos mucho tiempo pidiendo algo distinto, un shooter capaz de alejarse de lo habitual olvidándose de los caminos que, en teoría, hay que seguir para triunfar.

No deja de ser curioso que sean los chocos de Nintendo los que acaben con la oleada de refritos que venimos viviendo desde que 'Modern Warfare' se convirtiese en ídolo a copiar. Activision con su estilo y EA con el suyo han controlado un género en el que aquellos con intención de decir la suya se han estrellado con mayor o menor fuerza.

Lo que cambia aquí no es simplemente su aspecto o el salto de la vista en primera persona a la de cámara trasera, es otra vuelta de tuerca más a la forma de encarar los duelos por equipo online.

'Titanfall' y 'Evolve' también intentaron seguir esa máxima, pero las decisiones de equipos de desarrollo y distribuidoras se convirtieron en los palos de las ruedas de proyectos con un potencial que acabó mermándose por el camino. Cuando toque encarar su análisis hablaremos de cómo 'Splatoon' también está en esa cuerda floja entre el éxito y la caída libre por culpa de decisiones que, como en ambos ejemplos, también recaen sobre su contenido.

Splatoon2

Eso será otro día, cuando nuestro nivel de Inkling ya esté mucho más avanzado y podamos hablar con propiedad sobre ello. Ahora lo único que se podría decir es lo que probablemente todos hayáis pensado: que a base de contenido descargable puede quedar un título majo pero que empezar con cinco escenarios un multijugador puede ser peligroso. Eso sin contar que no sabemos con certeza hasta qué punto los DLC de 'Splatoon' serán gratuitos.

Chocos a la andaluza

Pero no nos pongamos en plan cenizo, si hay un juego capaz de quitarnos de encima las penas que nos llevamos tragando durante toda la generación es 'Splatoon', no por ser ninguna revolución o un juego redondo a todos los niveles, sino por plantarnos frente a algo que no sólo huele a nuevo, también es tremendamente divertido.

La mezcla de tiros con el estilo familiar de Nintendo recae sobre los hombros de sus objetivos, y es que aunque llevarte por delante a los cuatro contrincantes del otro equipo tiene su gracia (faltaría más), aquí lo principal es pintar el escenario como ya ocurría en 'de Blob'. Al finalizar la partida no gana quienes más calamares han entintado de su color, sino el equipo que haya conseguido pintar más superficies.

Supone un claro cambio de estrategia en el que la comunicación sería importantísima de no ser por una de esas decisiones retrógradas de Nintendo, la de obviar la posibilidad de incluir un chat de voz por miedo a los improperios que puedan viajar por la red de un juego que pueden disfrutar por igual grandes y pequeños.

Splatoon3

Facilitaría la coordinación entre amigos, pero ya sabemos de qué pie cojea la gran N y, al menos, el resto de opciones incluidas en el juego facilitan que esa intención de colaborar sea un poco más llevadera. La clave está en la posibilidad de pedir ayuda y el control total del mapa que se mantiene desde el Wii U Gamepad, desde donde podremos ver todo el escenario visualizando qué zonas estamos pintando y la posición de nuestros compañeros.

Calamares rellenos

Desde el modo calamar, el que usaremos para viajar a mayor velocidad por los regueros de tinta que nuestro equipo haya dejado por el escenario, podremos saltar directamente a la posición de un compañero para echar un cable contra rivales o controlar una zona del mapa. No deja de ser curioso que, tras años quejándonos del peñazo que supone viajar desde el punto de respawn al punto donde está sucediendo la acción (hola otra vez, 'Battlefield' y 'Call of Duty'), sea Nintendo, la menos experta en el género, la que ha sido capaz de crear un multijugador en el que el frenetismo no tiene freno.

Igual de importante que detalles como ese es el de las armas, o mejor dicho, el control de las armas. Tener los huevos pelados de jugar a este género tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y en ese segundo grupo está la casi nula posibilidad de sorprenderte con algo. Llega un juego a tus manos y ya sabes cómo están colocados los botones, hasta qué punto tienes que cambiar la sensibilidad para ir cómodo y qué va a pasar cuando giras una esquina a lo loco.

'Splatoon' ha conseguido que me cueste acostumbrarme al mando otra vez, y aunque no entenderé la decisión de tirar de giroscopio de forma predeterminada y no tener la opción de mapear algunos botones (saltar con los gatillos traseros para ayer, por favor), un par de cambios después ya estaba sobre el terreno intentando adaptarme al otro gran escollo, el de la parábola que hacen los chorros de tinta.

Splatoon4

Valorar el sentirme inútil otra vez puede quedar un poco mal, así que cambiémoslo por el hecho de tener ante tus narices una jugabilidad completamente nueva a la que primero tendrás que acostumbrarte y, después, intentar dominar. Volver a saltar de aprendiz a experto a base de vicio constante y risas (por Skype) con amigos.

Splatoon ¿el sabroso GOTY de Wii U?

Aunque el modo principal está más que claro, 'Splatoon' completa su repertorio con un modo multijugador local y una campaña en la que saltar de fase en fase destrozando a los pulpos que están en guerra con los Inklings. Logra ser menos secundario de lo que fue, por poner el ejemplo más claro, el modo historia de 'Titanfall', y es que aquí la tónica del multijugador se abandona por completo para saltar a un shooter con plataformas y enemigos que requieren de estrategias para ser eliminados.

Diría que pasaría por él de puntillas porque el multijugador me tira con mucha más fuerza, pero las ganas de ver cómo se las han apañado para sorprender y, por encima de eso, conseguir los secretos que nos aguardan en el modo en solitario, me asegura más de una tarde de vicio cuando me apetezca algo más clásico.

Me queda todo ese modo por completar, armas por probar y dominar, ropa con potenciadores que comprar y mejorar, secretos por descubrir y muchas noches en vela iluminando la habitación con los colores pastel que desprende el televisor. Tenía muchas ganas de algo nuevo y fresco capaz de engancharme otra vez a un modo multijugador. Ahora sé que de lo que realmente tenía ganas era de jugar a 'Splatoon'.

Plataformas: Wii U
Multijugador: Sí
Desarrollador:Nintendo
Compañía: Nintendo
Lanzamiento: 29 de mayo de 2015
Precio: 39,95 euros

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