Kirby y el Pincel Arcoíris: análisis

Kirby y el Pincel Arcoíris: análisis

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Kirby y el Pincel Arcoíris: análisis

Podría mantener palabra por palabra lo comentado hace unas semanas sobre 'Kirby y el Pincel Arcoíris' y no erraría el tiro. Estamos ante un juego menor, algo alejado de las habituales joyas de Wii U a las que nos ha acostumbrado Nintendo y, en definitiva, un paseo agradable por un escenario encantador en un día en el que lo único que te apetece es apalancarte en el sofá.

Cerraba mis primeras impresiones con 'Kirby y el Pincel Arcoíris' preguntándome si seguir avanzando en la campaña y meterme de lleno en sus desafíos conseguiría acercarme a la idea de que estamos ante otro imprescindible, y nada más lejos de la realidad. Es un aperitivo apetecible, claro, pero sólo el que comes para abrir el estómago antes de que llegue ese chuletón que, esta vez sí, parece ser 'Yoshi's Woolly World'.

Belleza desaprovechada

Con el juego de Yoshi comparte esa intención de trasladar elementos tangibles a la pantalla, y es que si allí todo gira entorno a la lana, aquí la protagonista es la plastelina. Con ese singular aspecto se da forma a personajes y escenarios recreando una belleza plástica que sólo los que miren al televisor o se unan a la partida en un atropellado multijugador podrán disfrutar.

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No deja de ser curioso que lo maleable del material en el que se inspira el juego, la variedad y transformación que parece aportar en el mundo real, choque aquí con una propuesta excesivamente lineal y privada de sorpresas.

Jugados los primeros minutos ya habrás visto todo lo que Kirby guarda bajo la manga, y la inclusión de fases con vehículos para romper con la tónica habitual del juego sólo demuestran que el ritmo flaquea y han tenido que diseñar un giro en el camino para que no todo se limite a seguir la línea recta de nuestro pincel.

Ese es el segundo protagonista del juego, permitiéndonos mover a un Kirby estático y transportarlo de aquí para allá creando caminos y loops que acelerarán al simpático personaje para poder atacar. Avanzar en sus mecánicas supone encontrarte con nuevos retos para el pincel, como por ejemplo marcar el camino a seguir en una pantalla de agua donde la bola rosa flota o romper la fuerza de una cascada que de otra forma frenaría nuestro avance, pero limitarse a ese estilo le pasa factura más pronto que tarde.

El Pincel Arcoíris no es el Pincel del Poder

Puede que los que pasen por aquí sin haber catado la alternativa de DS, 'Kirby y el Pincel del Poder', no se percaten de que entre el juego de portátil y el de Wii U el único parecido es el pincel y el hecho de tener que lidiar con una pantalla, aquí la del Wii U Gamepad, que no puede permitirse ofrecer la belleza del juego en todo su esplendor.

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El resto es otra historia, y una que le pasa factura. Mientras que aquí todo se reduce a crear caminos y pulsar sobre Kirby para acelerar sin la necesidad de crear loops, allí se nos abría un enorme abanico de posibilidades para superar cada pantalla de la mano de la adquisición de poderes utilizando la famosa habilidad del personaje.

Limitar la acción del protagonista a que nosotros le hagamos de chófer es un error y aún me parece increíble que HAL Laboratory lo hiciese tan bien en su momento y que en 'Kirby y el Pincel Arcoíris' hayan decidido simplificar hasta la extenuación la fórmula.

Puede que la culpa venga de más arriba, de la intención de mantener esa máxima de la familia jugando alrededor de dos pantallas, la del mando y la del televisor, y que por ello deban entregar una experiencia más accesible para cuando toque pasarle el Wii U Gamepad a la abuela, pero el equipo tampoco consigue brillar en su multijugador.

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Kirby y el Pincel Ptsé...

Aquí no cuadra esa idea, no es un 'New Super Mario Bros' en el que todos los personajes tengan habilidades muy similares, aquí Kirby va por un lado y los Waddle van por otro completamente distinto, y lo peor de todo es que las limitaciones del juego parecen destinadas a no romper aún más esa secundaria visión de la aventura.

Los desafíos y coleccionables podrían ser la alternativa que consigue añadir ese algo más que le llevas pidiendo al juego desde que convertirte en tanque o submarino dejó de ser una sorpresa, y aunque no puedo obviar los buenos momentos que el conjunto me ha hecho pasar, no puedo recomendar el juego con la misma fuerza que pensé que lo acabaría haciendo cuando empecé a descargarlo.

No es un juego al que darle de lado, pero sí un mero entretenimiento a la espera de lo que está por llegar para Wii U. Si alguien tenía esa sensación cuando se anunció, felicidades, ha dado en el clavo, pero que esto no se convierta en una mancha para el expediente de HAL Laboratory, sólo una muestra más de lo que puede llegar a limitarse un desarrollo cuando no se le otorga manga ancha a sus creadores. Podríamos decir que 'Kirby y el Pincel del Poder' es el peor contrincante de 'Kirby y el Pincel Arcoíris', y el primero gana por KO técnico.

A favor

  • Un juego precioso
  • Entre campaña, coleccionables y desafíos hay horas suficientes para amortizar la compra
  • Es el pasatiempo perfecto hasta que lleguen juegos mejores

En contra

  • Demasiado simple y fácil
  • Es un paso atrás respecto a la primera entrega de DS
  • El Wii U Gamepad y la resolución de su pantalla destrozan lo mejor del juego
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