Análisis de Kunai, minimalismo en forma de metroidvania con gancho y alma de Game Boy

Análisis de Kunai, minimalismo en forma de metroidvania con gancho y alma de Game Boy

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Kunai

Allá donde haya un metroidvania, algo en mi interior me impulsa a probarlo. Y por fortuna, estamos viviendo unos últimos años llenos de títulos interesantes, donde cada uno aporta su granito de arena al género. Porque como hemos dicho en varias ocasiones, los metroidvania están viviendo su segunda juventud.

El último en aparecer se llama Kunai y nos llega de parte del estudio TurtleBlaze, bajo la atenta mirada de The Arcade Crew (Blazing Chrome). Un juego que, por intenciones, me recordó vagamente a lo que sentí con Gato Roboto, pese a ofrecer experiencias distintas. Porque el del felino se ciñe más a la parte metroid mientras que Kunai opta por la mezcla con vania. Pero lo mejor es verlo con calma.

Acción y parkour en modo ninja con cara de tablet

Kunai

Kunai es un juego que no miente, puesto que su principal sello de identidad es el kunai. O más bien, los dos kunai que empuña el protagonista, un robot con cara de tableta portátil. Porque la gracia del juego es precisamente usar esa herramienta (y arma) japonesa a modo de gancho para poder trepar y balancearse a lo largo de todo su mapa, pese a que haya zonas donde no podremos fijar los kunai.

El kunai no es el único gadget de Tabby, el protagonista, en cualquier caso. De hecho, comenzará desarmado y pronto conseguirá una katana, que a la postre será nuestra arma principal porque con los kunais no podremos atacar, sólo servirán para subir de manera más rápida alternando entre ambos o desplazarse lateralmente para evitar de modo más seguro zonas que nos hagan daño.

Es ante todo un metrovania minimalista no solamente por su simpleza estética, casi monocroma, sino también por el hecho de que podremos desbloquear tan solo tres armas más armas que, aparte de brindarnos un abanico distinto de habilidades de cara a eliminar a los enemigos (electrocutarlos para aturdirlos brevemente, por ejemplo), nos permitirán acceder a otras regiones al abrir puertas o destruir muros impenetrables de inicio. No sorprende, pero lo hace bien.

Por otro lado no es un juego que cuente con barra de experiencia, sino que iremos consiguiendo unas piezas de parte de los enemigos o de cofres ocultos que nos servirán para poder mejorar algunos parámetros de Tabby desde unos puntos especiales del mapa. El problema es que habrá que memorizarlos, puesto que no se refleja su localización en el mapa (tan solo se intensifica la señal al estar cerca), al contrario que los puntos de guardado, que por suerte sí son numerosos.

Luego hay otros cofres (bastante mejor ocultos, tras paredes secretas) que nos darán piezas de corazón y por cada cuatro que reunamos se nos subirá la vida. Y cómo no, hay un buen número de cofres que nos servirán para desbloquear una encomiable selección de sombreros (que no afectarán al apartado jugable).

Kunai, otra buena alternativa en los metroidvania

Kunai

Con toda la humanidad extinguida por culpa de una IA malvada (ríete tú de Skynet) que responde al nombre de Lemonkus, nuestra misión es dar con ese rival para restablecer el orden de lo poco que queda en el planeta. Un lugar devastado y plagado de distintos tipos de máquinas, distinguiendo entre las que son buenas (de color azul) frente a las malas (de color rojo), para evitar confusiones.

Kunai es, ante todo, un juego de acción pura y dura que se disfruta con la versatilidad que ofrece su espada y las distintas acrobacias que podemos realizar sobre la pantalla. Al principio nos costará pillarle el punto a los kunai o mantenernos suspendidos en el aire a base de atacar con la katana, pero después será todo coser y cantar. De hecho, no es una aventura compleja salvo momentos puntuales donde se dispara la dificultad de modo bastante pronunciado.

Su peor cara viene dada por esos (escasos) momentos donde la pantalla se moverá, obligándonos a no quedarnos atrás y que nos mate el contacto con un bloque, como en los plataformas de antaño. A veces es muy puñetero al respecto, pero por suerte son situaciones que no abundan en toda la historia. Será cuestión de paciencia, al igual que contra los jefes, exigentes pero no imposibles.

Tabby, además, cuenta con diversas ventajas que iremos desbloqueando, siendo especialmente útil la de ver cómo se cura lentamente con el paso del tiempo o ya de forma más pronunciada al acabar con algún enemigo. Esto, unido a que podremos mejorar el poder de la katana tras ayudar a cierta persona, nos servirá para sobrellevar mejor ciertas situaciones, especialmente lo tedioso que resulta ir de allá para acá por lo mucho que reutiliza las zonas por motivos narrativos.

Este protagonista es, probablemente, lo mejor de todo Kunai. Ver cómo cambia su rostro constantemente con cada acción, por insignificante que parezca. Si nos agachamos, pone cara de gatito; si nos queda poca vida, aparece una batería de un móvil a punto de agotarse; e incluso saca la fiera de su interior cuando se pone a atacar o devolver las balas del rival a golpe de katana. Entre eso y la banda sonora, tenemos un producto nada desdeñable y con un encanto especial.

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Kunai llega para sumar dentro de los metroidvania. Cuenta con diversos alicientes que lo hacen único, y pese a que no llegue a la excelencia de los maestros del género, sabe hacerse un hueco para los amantes de este tipo de experiencias que acaban flirteando con los arcades de antaño. Eso siempre mola.

Kunai

Kunai

Plataformas Nintendo Switch (versión analizada) y Steam
Multijugador No
Desarrollador TurtleBlaze
Compañía The Arcade Crew
Lanzamiento 6 de febrero de 2020
Precio 16,99 euros

Lo mejor

  • Su ambientación visual y sonora
  • Buena versatilidad de acciones con las armas
  • Los gestos de Tabby son adorables

Lo peor

  • A veces se pasa con los picos de dificultad
  • Las partes de scroll que te matan le sientan fatal
  • Abusa del backtracking al viajar por el mapa

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