La fiebre de traer juegos a Nintendo Switch no parece amainar, y en cierto modo es hasta comprensible. Una consola que permite variar entre una experiencia tradicional de tele y sofá e irte por ahí a jugar a cualquier parte es un caramelo sin duda goloso para muchos desarrolladores, que tiran de fondo de armario para amortizar viejas franquicias mediante gente a la que los viajes en metro u otros transportes se le hacen demasiado largos.
Así lo debe de haber visto también Deep Silver, que ha echado un vistazo rápido a su catálogo y pensado que Saints Row: The Third era un título que casaba perfectamente con la filosofía de la compañía nipona. Una suposición arriesgada, pero que teniendo en cuenta la escasez de sandbox centrados en desfasar que hay en su tienda, podría triunfar por una simple ausencia de alternativas.
Probado el resultado que tenéis delante de vuestros ojos veremos que esa afirmación cojea por varias partes, pero antes de desgranar esta versión recordemos un poco qué demonios es Saints Row: The Third.
Buscando en el baúl de los recuerdos.
No se puede entender el rumbo que tomó la franquicia en esta tercera parte sin entender antes cómo influyó en ella su mayor inspiración, Grand Theft Auto. Decir que la obra de Rockstar moldeó la saga Saints Row es una obviedad, pero lo cierto es que no lo hizo solo imitándola, sino también obligándola a cambiar.
Saints Row: Third es un juego que nace, claramente, como respuesta a la pregunta "¿cómo podemos diferenciarnos de la competencia dentro del género?". Un enigma medio resuelto por su segunda parte, que ya se tomaba infinitamente menos en serio que su predecesor; y que acabó llevando a abrir las puertas de la locura para dejar que entrase todo.
En lo esencial es posible todavía comparar la obra de Volition con la de Rockstar. Al final del día es cierto que ambos son sandbox centrados en ofrecer una enorme variedad de situaciones, y ambos nos sitúan en el lado menos amable y más ilegal de la sociedad.
Pero donde Grand Theft Auto sí ha demostrado interés en elaborar un guión con el que desarrollar sus personajes y en vertebrar todas nuestras actividades a una ciudad que tiene su propia historia, Saints Row: The Third se preocupa únicamente por sacarnos reacciones, cuanto más exageradas mejor.
Podría decirse que Saints Row: The Third lleva la palabra que da nombre a su tipo de juego, sandbox, a su máxima expresión, convirtiéndose en un enorme cajón de arena donde tirar los juguetes y centrarnos en pasarlo bien, pudiendo olvidarnos de todo lo demás.
La manera que el juego elige para ello es inundar el mapa de misiones, a cada cual más loca en su premisa. Si nos centramos en su modo historia y en conocer un poco mejor a los estrafalarios personajes que componen esta aventura la duración se resiente enormemente, pero empezar a investigar los iconos del mapa aquí tiene casi siempre premio.
Es por eso que podemos encontramos, por ejemplo, con misiones de lanzarnos encima de coches para cobrar el dinero del seguro, o con otras centradas en superar lo que parece una versión mortal de Humor Amarillo. Todo es válido aquí con tal de sacarnos carcajadas, de hacernos pulsar botones frenéticamente y de que olvidemos todas nuestras preocupaciones en nuestro día a día.
Es cierto que a veces su constante guiñarnos el ojo y querer sorprendernos puede ser formulaico, y resultar hasta demasiado visto aún siendo igualmente un disparate de proporciones siderales, pero el juego no deja por ello de intentarlo -vaya si lo intenta- y, lo que es más meritorio, suele salirse con la suya, dejándonos siempre con ganas de ir a por más solo por saber qué demonios nos espera a la vuelta de la esquina.
Lo nuevo, escaso. Lo de siempre, peor.
Una cosa a destacar nada más meternos en harina a la hora de analizar esta versión son las pocas -más bien nulas- novedades que incluye, algo que podíamos esperar pero que no por cantado deja de ser un poco doloroso, habida cuenta del tiempo que ha pasado entre versiones.
¿Podemos contar como novedad la existencia de multijugador local si ni siquiera tenemos opción de pantalla dividida con la que aprovechar los dos mandos que trae la Switch? A mí me cuesta hacerlo, desde luego.
El “full package” que acompaña el título indica al menos que contamos con todo el DLC del primer juego, lo que incluye no solo un montón de detallitos cosméticos y objetos con los que adornar a nuestros personajes, sino también varias misiones extra y fragmentos de historia disparatados y absurdos que añaden unas cuantas horas al juego.
La parte realmente negativa viene donde se supone que no debería de fallar, en el aspecto técnico, y aquí hay que hacer una distinción clara entre el modo portátil y el de sobremesa. El juego luce sorprendentemente bien cuando desconectamos la consola del dock, sin llegar a hacer pasar el juego por uno actual pero sí dando el pego y superando con mucho lo visto hasta ahora en dispositivos similares.
Lo del modo sobremesa, sin embargo, es claramente una involución, destacando por encima de cualquier cosa la edad del juego a cada paso que damos y en cada esquina que miramos. Una pobre rendición para un título que dudamos que no pueda lucir bien en la misma consola que movía juegos como The Legend of Zelda: Breathe of the Wild con cierta holgura.
Y donde ninguna de las dos se salva, eso sí, es en lo que se refiere a rendimiento y bugs. Los segundos son molestos y relativamente habituales, pero lo primero cuesta incluso de entender, con caídas de frames en momentos especialmente cargados en pantalla y otros fluidos incluso ante grandes ensaladas de tiros.
Es cierto que el juego contará -no cuando lo probamos nosotros- con un parche que pretende arreglar algunos de esos problemas, pero es difícil asimilar la idea de que un juego con edad ya para hacer la primera comunión pegue unos tirones semejantes, variables además según dónde estemos jugando: por extraño que suene, juraría que he tenido más problemas con la consola conectada en el dock que en su modo portátil. Un sinsentido, en cualquier caso, de los que dificultan enormemente su recomendación.
¿Era Nintendo Switch una plataforma ideal para este juego?
Quizás lo que más pena da de cómo ha salido este juego sea el tremendo potencial que se ha desaprovechado por culpa de sus malas decisiones. Decíamos al principio del texto que, por filosofía, Nintendo y el juego de Volition no parecían casar, pero esto no es del todo cierto si atendemos al contexto.
Decimos esto porque juegos más precisos, que requieren de un control medido a la perfección o de gráficos de altísima calidad para trasladar su experiencia no tendrían ninguna oportunidad en esta plataforma, ni como sobremesa ni como portátil.
Pero Saints Row: The Third parte -o partía- aquí con la ventaja de ser un juego en el que se espera de nosotros que conduzcamos sin ton ni son, que disparemos al aire y nos tomemos todo poco en serio. Una libertad que, bien aprovechada, nos daba la oportunidad de obviar errores de precisión en favor siempre del espectáculo y de centrarnos solo en pasarlo bien.
Ojalá esta despreocupación nos hubiera llevado a poner la diversión que el juego produce por delante de todo. Es posible hacerlo, ojo, con mucha fuerza de voluntad, pero complicado también cuando, ni en sus mejores momentos, deja de ponernos la zancadilla como jugadores a través de su irregular apartado técnico.
La opinión de VidaExtra
Saints Row: The Third mantiene su personalidad descarada y gamberra como si no hubieran pasado los años por él, fruto de haber sabido reinventarse como franquicia y conseguir lo más difícil para muchos juegos: tener un carisma a prueba de tantas bombas como las que aparecen a menudo en pantalla.
Una cualidad que la versión de Nintendo Switch tira por tierra, haciendo que nos sea imposible obviar todos los problemas de los que hace gala y recordándonos que no solo estamos jugando a un juego que presumiblemente llega tarde, sino que es además una versión claramente inferior.
Teníamos ganas de un juego así. Demonios, teníamos incluso ganas de volver a Saints Row: The Third específicamente, desconectar el cerebro y retomar una saga cuyo regreso, y duele un poquito pensarlo, no parece estar cerca; pero los errores de esta versión son pecadillos que ni todos los chistes malos sobre genitales y disparos del mundo nos pueden hacer perdonar del todo.
Saints Row: The Third - The Full Package
Plataformas | Nintendo Switch (versión analizada), PS3, Xbox 360 y PC |
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Multijugador | Sí, online y local. |
Desarrollador | Volition, Inc. |
Compañía | Deep Silver. |
Lanzamiento | 10 de mayo de 2019. |
Precio | 39,95 euros |
Lo mejor
- El núcleo sigue siendo sólido
- Poder jugar un sandbox así en portátil hace que suba puntos.
- Su disparatado sentido del humor.
Lo peor
- El rendimiento oscila entre pobre e inexcusable.
- Demasiados bugs.
- Pocas novedades para un juego con más de 8 años a sus espaldas.
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