La bola de nieve formada por las denuncias sobre la mala cultura laboral y la pésima situación de muchos empleados en la industria del videojuego no deja de crecer. Esta vez le ha tocado el turno a NetherRealm Studios, el estudio detrás de Mortal Kombat o Injustice.
En un reciente artículo publicado por US Gamer, varios ex empleados del estudio hablan sobre las malas prácticas y el ambiente hostil que allí se respira, concretamente durante el desarrollo tanto de Mortal Kombat 9 como de su décima entrega e Injustice 2.
Uno de los principales problemas, narra el texto, tiene que ver con el muro que muchos empleados temporales se encuentran a la hora de obtener un trabajo estable en el estudio, incluso después de dedicar horas ingentes al proyecto debido al crunch o de aportar ideas finalmente implementadas, como por ejemplo los fatalities en la franquicia MK.
Algunos de los fatalities que tanto gustan a la gente son de los trabajadores temporales. NetherRealm enviaba correos poco después de empezar el proceso de desarrollo para que la gente aportase ideas sobre movimientos del estilo. Por supuesto, incluían a los trabajadores temporales en esta clase de peticiones para así quedarse con las mejores ideas sin tener que pagar extra por ellas. Una persona en control de calidad llegó hasta a hacer bocetos para su sugerencia. La idea acabó en el juego, pero él se quedó sin el trabajo a tiempo completo que estaba persiguiendo.
Tal y como explican los ex empleados, contradiciendo las declaraciones de Ed Boon sobre que "nunca he despedido a ninguno de mis trabajadores a tiempo completo", lo difícil de verdad es acceder a ese estatus, ya que "nunca se contrata a nadie" y "aunque diga que no ha despedido a nadie, mantiene un sistema según el cual despide constantemente a docenas de trabajadores".
Dicha clase de empleados (más de 60 teniendo en cuenta solo los departamentos de calidad, modeladores y artistas) denuncian también las condiciones injustas sobre las que realizaban su tarea, con presión constante para entregar y llegando a ser encerrados en "una misma sala sin ventanas" durante toda la jornada laboral.
Huelga decir que esto no les libraba de caer en el crunch, con gente trabajando más de 220 horas mensuales, especialmente a la hora de preparar DLCs y parches, para poder cobrar un poco más y compensar los bajos salarios debido a su estatus.
Una situación injusta, agravada por la superioridad con la que el resto de trabajadores les miraban por encima del hombro, con motes especialmente denigrantes contra las mujeres o un episodio concreto, conocido como "la reunión de la filtración", en el que el presidente del estudio Shaun Himmerick acabó gritando y humillando de manera poco profesional a los empleados temporales tras una supuesta ruptura de NDA.
Tal y como aclara el artículo al final de este, ni NetherRealm ni Warner Bros han emitido comunicados con respecto a estas declaraciones; en una situación que, por desgracia y tras conocer los casos de Fornite o Rockstar Games, nos va sonando cada vez más.
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