27 claves para dominar el arte de la compra de segunda mano

27 claves para dominar el arte de la compra de segunda mano

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27 claves para dominar el arte de la compra de segunda mano

Se acercan vientos de gastos. Como cada año las compañías lanzan toda su artillería de cara a las compras navideñas y eso supone encontrarse con un panorama en el que los juegos a los que le tienes ganas se cuentan por decenas y tu presupuesto no da para más. Qué caro sale que te gusten los videojuegos.

Es el momento de hacer cálculos, aprovechar ofertas y empezar a elucubrar cómo vas a acceder a esos juegos secundarios que no encabezan tu lista de prioridades. Por suerte, hasta que el mercado cambie hacia lo digital, la segunda mano sigue siendo una opción más que viable si sigues unas pautas más o menos establecidas. En esta guía de compra y venta de segunda mano podrás conocerlas todas.

  1. Mejor de amigos que de tiendas: la segunda mano no siempre tiene que tener una tienda con ganas de pegarte el sablazo por el cambio entre medio. Tal vez podéis organizaros entre dos o tres amigos para que cada uno opte por un juego y luego cambiarlos entre vosotros. Otra opción es vender los juegos que sabes que no vas a volver a tocar (o viceversa) a conocidos.
  2. Búsqueda eficaz: si optas por la tienda lo que te vas a encontrar es un demencial berenjenal de copias apiladas una detrás de otra en el que te puedes perder durante demasiado tiempo. Mover las filas de juegos para visualizarlos todos de un tirón por el lateral siempre será más cómodo y rápido que ir mirándolos uno a uno.
  3. Comparar precios: si tienes varias tiendas a mano no te quedes con la primera oferta que veas. De hecho, no lo hagas ni en la misma tienda. Puede que ya estés hasta las narices de rebuscar juegos en la pila de segunda mano, pero tal vez la siguiente fila tenga el mismo juego que buscas aún más barato.
  4. ¿Más barato en físico que en digital?: pierdes la opción de revenderlo e intentar recuperar la inversión para luego acceder a otro juego, pero antes de dar el paso y comprar en una tienda física, asegúrate que el precio en plataformas digitales no es mejor opción. Entre Steam, tiendas extranjeras y ofertas locas en Xbox Live y PSN, puedes ahorrarte un buen pastizal.

  1. No te olvides de los mercadillos: aunque estén más enfocados a lo retro y el coleccionismo (algo que veremos más adelante en profundidad), no está de más echar un vistazo en el mercadillo que tengas más a mano. A veces incluso puedes acceder a copias originales por menos precio del que piensas.
  2. Que no te timen con los precios: antes hablábamos de comparar precios, pero que esté más barato aquí que allí no necesariamente lo convierte en una buena compra. Piensa que con este negocio el único que se está beneficiando es la tienda, que los creadores del juego no van a ver ni un duro por la compra, así que comprar un juego por 10 euros menos de su precio original no sólo es una salvajada, también estás apoyando unas prácticas que no van a cambiar sin tu ayuda. Lo mismo puede extrapolarse a la venta de juegos de usuario a tienda.
  3. ¿Seguro que quieres un vale de descuento?: si hablamos de vender en vez de comprar, mucho ojo con los cambios. Entregar un juego por cuatro duros y que estos se queden en la tienda como un vale por X que sólo podrás canjear allí es una canallada en la que todo el beneficio va a parar a la tienda. Está claro que ellos tienen que vivir también de algo, pero ya te habrán comprado el juego barato para venderlo más caro y, además, el dinero que te han dado lo acabarás gastando en su tienda. El negocio del siglo, señora.
  4. ¿Viene con DLC?: a la hora de pagar uno u otro precio, atento a lo que venía en el juego original y lo que te vas a llevar a casa. Si es una edición Day One probablemente venga con un puñado de extras que el usuario original puede o no haber canjeado. Puede que no te vaya la vida en tener un traje adicional para tu personaje, pero si por el mismo precio hay otro juego que si lo incluye, no lo pienses dos veces.

  1. Los BluRay no son indestructibles: aunque sí es cierto que con los nuevos formatos la posibilidad de encontrar un disco rayado o que dé problemas es casi inexistente, eso no quiere decir que estén hechos de adamantium. Que te dejen ver las condiciones del disco antes de llevártelo a casa y asegúrate que estarán dispuestos a cambiarlo por otro si tienes algún problema.
  2. Aún funciona todo al 100%: si vas a comprar un juego con años a sus espaldas, asegúrate de conocer las condiciones en las que se encuentra. No lo digo por rayadas o las diecisiete capas de polvo que puede llevar encima, sino por el estado de los servidores y demás, que podrían estar ya cerrados imposibilitando disfrutar de algunos modos de juego incluidos.
  3. El tradeo también es una opción: se ha perdido un poco aquello del cambio, compra y venta, quedándose las tiendas con los dos últimos y dejando de lado el primero. Por suerte siguen habiendo pequeños comercios y grandes superficies que estarán dispuestas a vender un juego original más barato si entregas uno viejo. Si además puedes cambiar uno por otro sin coste adicional va a ser un puntazo, pero me parece que eso tendrás que organizarlo con amigos.
  4. ¿Y si esperas a que el original baje de precio?: aunque compañías como Nintendo no acostumbran a dar su brazo a torcer con el precio de un juego, no sería la primera ni la última vez que un lanzamiento más o menos grande acaba viendo reducido su precio en apenas unas semanas. Es una práctica cada vez más común entre las compañías que tienen que alcanzar unas cifras a las que no se han acercado en absoluto.

  1. Mejor en colecciones: si tu idea es comprar por internet en plataformas como eBay o similares, atento a las colecciones de juegos en vez de a las novedades en solitario. Puede que te acabes llevando un puñado de juegos a muy buen precio porque alguien quiere quitárselos de encima más pronto que tarde. Si entre ellos hay alguno repetido o no te interesa siempre podrás cerrar el ciclo vendiéndolos de nuevo.
  2. Región: atento a la región de los juegos, principalmente en consolas anteriores a las de esta generación. Aunque ahora la globalización ha ayudado a que esas puertas al campo estén más abiertas, eso no te asegura que posteriormente te vayan a funcionar compras digitales como expansiones o pases de temporada. Pese a que funcionen en consolas de un país u otro, con ese tipo de contenidos no ocurre lo mismo.
  3. Conoce al comprador: no te fíes del primero que encuentres en internet, investigar un poco la reputación de un vendedor no te llevará más de cinco minutos y puede ahorrarte muchos dolores de cabeza a posteriori. Eso sí, te tocará poner en una balanza los comentarios reales y los tóxicos, pero vas a ver muy claro si puedes confiar en esa transacción.
  4. Estado en imágenes: piensa que el juego no estará en tus manos hasta dentro de unos días, así que si compras por internet hazlo asegurándote de que el estado del producto está igual de claro en las descripción que en las fotos. No te cortes a la hora de pedir más imágenes si tienes dudas. Si le interesa vender no debería poner pegas.

  1. Investiga precios: en páginas como Price Charting tienes todos los precios por los que ha pasado un juego durante su vida y en qué situación está a día de hoy respecto al precio medio de mercado. Es especialmente útil si estás pensando en comprar una joya con varios años a sus espaldas y cierto valor coleccionista.
  2. ¿Dónde comprar?: tiendas de segunda mano hay hasta debajo de las piedras, así que puede que la cadena de videojuegos de turno no sea siempre la mejor opción. Lo mismo ocurre con las tiendas de internet, investiga un poco antes de tirarte de cabeza a eBay porque puede que en otras plataformas como Wallapop encuentres lo mismo por mucho menos precio. Piensa que la persona que te está vendiendo el juego puede no saber el valor real del producto, y eso es algo que no te va a ocurrir en una tienda especializada.
  3. ¿Funciona?: si hablamos de compra de consolas tienes que estar muy seguro de que te llevas algo que funciona en perfecto estado. No te cortes a la hora de pedir que te conecten una máquina en una tienda para ver si funciona al 100% o, si ese proceso ya lo hace la tienda al comprarla, sal de allí con la certeza de que no te pondrán problemas si cuando llegas a casa hay algo mal.
  4. ¿Y los accesorios?: que prueben la consola para ver si se enciende y envía la señal al televisor no significa que también hayan hecho lo propio con los dos mandos, la cámara y los sensores de movimiento que vienen incluidos en el pack. Puede que sea algo secundario, pero no te hará mucha gracia ver que todo funciona a la perfección y el pad da problemas.

  1. Lo barato sale caro: lo decía tu madre y ahora te lo digo yo, no te fíes de las ofertas de duro a cuatro pesetas. O no saben lo que están vendiendo o quieren pegarte la timada del siglo. Si estás ante uno de estos casos, échale todo el morro que puedas y pide toda la información que necesites antes de dar por cerrada la compra.
  2. A contrareembolso: si pese a ello tienes dudas, vale la pena optar por la opción del envío a contrareembolso, así al menos te aseguras que el paquete llega a tu casa. Lo de batallar con el transportista para que te deje ver el interior será una cuestión de picardía más que de negociación. Un navajazo rápido a la caja para ver su interior antes de firmar puede salvarte de un susto.
  3. Mejor con garantía: si vas a comprar hardware de segunda mano en una tienda, pregunta por la garantía que ofrecen si algo va mal en los próximos meses. En su día salvé unas luces rojas de Xbox 360 a una semana de terminar la garantía en tienda y acabé llevándome una nueva pagando un poco más. Si compras de un usuario, hazlo con el tiquet de tienda incluido o plantéatelo dos veces antes de pagar.
  4. Sin modificar: una de las cosas que debes mirar antes de cerrar la compra de una consola es que esté sin modificar. Si los sellos de garantía de la parte trasera están rotos de nada te servirá que venga acompañada de un tiquet de compra.

  1. ¿Accesorios?: si alguien quiere quitarse una consola de encima y lo hace poniendo a la venta sólo la máquina, negocia para que también incluya accesorios como mandos y, por descontado, asegúrate que también entran en el pack los cables necesarios para que funcione. No serías el primero que acaba pagando un pastizal comprando accesorios pese a haber encontrado lo que él catalogó como “una ganga”.
  2. Céntrate en una colección: si en tu búsqueda de juegos de segunda mano pasas de las novedades y lo que quieres es sumarte al peligroso vicio de las colecciones retro, céntrate en un objetivo claro y no intentes llegar a todo. O Megadrive o Super Nintendo, pero ambas a la vez es un suicidio para tu bolsillo a no ser que te salga el dinero por las orejas.
  3. La roña sale barata: seguro que en más de una ocasión te has cruzado en internet con una consola o juego antiguo que parecía haber pasado por una lucha de babas entre dos críos de un jardín infantil. Su estado probablemente diga mucho del uso que se le ha dado, pero eso no significa que si la carcasa está sucia vaya a funcionar peor. El alcohol es tu amigo a la hora de limpiar esta clase de adquisiciones y, con un poco de suerte, su apariencia puede ahorrarte un puñado de euros.
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