Los juegos por los que recordarás la Wii

Los juegos por los que recordarás la Wii
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Wii U ya está entre nosotros, por lo que Wii termina así su exitoso y sorprendente periplo comenzado a finales del 2006. Han sido seis años en los que la pequeña consola de Nintendo ha aguantando el tipo con un hardware que ya era obsoleto en el momento de su salida, seis años en los que ha acaparado la mitad del mercado de sobremesa, seis años en los que ha redefinido el ocio interactivo. Pero también hubo juegos. Aquí están algunos por los que siempre recordarás la Wii.

Wii Sport

‘Wii Sport’ es nada menos que el responsable directo de que absolutamente todo el mundo entendiera Wii a los pocos segundos de encender la consola. Extrema sencillez para abrir de par en par el mundo de los videojuegos a los sensores de movimiento y, por ende, a un enorme sector de público potencial que nunca antes se había sentido atraído por las maquinitas.

La primera vez que agité el Wiimote a modo de raqueta me inundó de nuevo una magia casi olvidada. No recuerdo una excitación tal desde el salto de los 16 a los 32 y 64 bits. Unos años después llegó el estupendo ‘Wii Sport Resort’ puliendo la fórmula y desterrando la sensación de demo de su predecesor. Un juego de verdad que disparaba muchos enteros los hallazgos del original. El problema es que para entonces la novedad se había convertido en costumbre.


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Super Mario Galaxy 2

‘Super Mario Galaxy’ fue una proeza, la reinvención de un mundo estancado, la conquista de esa cumbre que se pensaba inalcanzable llamada ‘Mario 64’. ‘Super Mario Galaxy 2’ es un milagro, la superación de lo insuperable, el encuentro de una idea brillante a cada paso.

Un servidor tuvo que tragarse sus palabras. No había oportunismo en aquella segunda parte, pero quién podía imaginar tal órdago. Imaginación desbordada, sorpresa continua, admiración absoluta. Jugar a ‘Super Mario Galaxy 2’ es palpar con dedos de niño la felicidad que se siente viendo ‘El viaje de Chihiro’.


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Metroid Prime: Corruption

Un planeta inóspito y lleno de vida, una cultura ancestral y muerta que habla a través de sus ruinas, exploración, investigación, belleza, soledad. No hablo de ‘Halo 4’, hablo de ‘Metroid Prime’, la increíble reinvención en absorbentes tres dimensiones de un tótem que siempre se había representado bidimensionalmente.

Una armada surcando el mar de estrellas, la pieza maestra de un plan de defensa, la total integración en una epopeya espacial a lo largo y ancho del universo. No hablo de ‘Halo’, hablo de ‘Metroid Prime: Corruption’, la soberbia conclusión de la trilogía Prime y la más perfecta experiencia de un FPS (que en realidad es una aventura) con un Wiimote en la mano.


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The Legend of Zelda: Skyward Sword

Tengo sensaciones encontradas con ‘The Legend of Zelda: Skyward Sword’. Es un ejemplo de diseño de niveles y una ambiciosa demostración de cómo empujar hasta el límite el concepto original de una franquicia. Pero es que el juego me agota. El sosegado vagar por campos, lagos y montañas era tremendamente placentero en los antiguos Zelda. Sabías que llegaría el momento de asaltar una fortaleza, y sería entonces cuando afilaríamos la espada y agudizaríamos al máximo el ingenio.

En ‘The Legend of Zelda: Skyward Sword’ todo es un enorme puzle. Para cuando consigues por fin llegar a la mazmorra apenas quedan fuerzas y neuronas. Si hasta supone un reto el hecho de girar la llave de la puerta que da paso al jefe final de turno… Ambicioso y delirante.

Sé que soy una excepción, y me lo ha recordado hace un par de días un defensor del juego que he conocido por casualidad, uno de muchos de esa legión de seguidores. Tras exponerle mis dudas sobre si meter o no Skyward en esta selección me he fijado en su mirada. No sería justo. Como fan incondicional del mundo de Link desde su primera aventura de 8 bits a finales de los 80 sé que volveré algún día a ese enorme rompecabezas. Sé que disfrutaré, lo sé.


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Xenoblade

Os voy a contar un secreto. No he jugado a ‘Xenoblade’ más de 30 horas. Mirando el análisis que publiqué en su momento y lo persistente que he sido desde entonces (mis amigos pueden corroborarlo) se diría que me he pateado esa increíble aventura de cabo a rabo, pero no, o bueno, sí.

Estaba disfrutando como hacía tiempo con aquella partida inicial, pero si hay algo que me falta en los últimos años es tiempo. Ya entonces me di cuenta de que estaba ante una autentica barbaridad que contradecía con su sola existencia los negros augurios sobre la muerte de la creatividad en Japón. Fue en aquel momento en el que iba a tirar la toalla que mi novia cogió el mando y empezó de nuevo la historia…


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Mientras escribía post como este, durante 138 concienzudas horas (mi novia es el mayor, y sobre todo mejor, hardcore gamer que conozco) viví un viaje inolvidable por un mundo maravilloso. El juego era tan condenadamente bueno que conseguía arrastrarme a su interior como si yo mismo estuviera jugando. Mi admiración no dejó de subir y subir desde su bélico inicio hasta su sorprendente final. La conclusión resultante era sólida como una roca: ‘Xenoblade’ no solo dinamitaba los límites técnicos de Wii sino que iba mucho más allá, era uno de los más grandes juegos de la actual generación, esa en la que Wii siempre estuvo a la cola.

Mi página de Facebook la corona Monado clavada en una llanura bañada por un rojizo atardecer. De vez en cuando me deleito mirando simplemente la pantalla de inicio del juego que alberga esa postal, dejándome llevar por las excelsas notas musicales que acompañan el paso del día. Nunca le agradeceré lo suficiente a mi pareja aquella experiencia, bueno, se lo agradecí un poquito: desde entonces viste en la solapa una Monado de fieltro que le encargué a una talentosa amiga.

Monado Nea

Estos juegos son solo una muestra de estos seis años de vida de Wii. Es cierto que ha habido tiempos de escasez, y que el limitado hardware de la máquina ha impedido que recibiera algunas de las obras maestras de esta generación. Aún así tenemos un buen puñado de irrepetibles momentos: ‘Donkey Kong Country Returns’, ‘New Super Mario Bros.’, ‘No More Heroes’, ‘Muramasa Demon Blade’, ‘Zack & Wiki’, ‘Endless Ocean’, ‘Super Smash Bros. Brawl’, ‘Kirby Epic’s Yarn’, 'Monster Hunter Tri', 'Tatsunoko Vs Capcom', 'Rayman Raving Rabbids'... Pero no es una despedida, la retrocompatibilidad de Wii U nos permitirá seguir disfrutando de estas maravillas a su mayor resolución posible vía HDMI. No cabe la pena pues y sí dar una alegre bienvenida: “¡Wii ha muerto, viva Wii U!”

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