Puede que la memoria no sea lo mío, pero cuando hace unos días me topé con The Simpsons: Virtual Springfield habría jurado no haber visto ese juego en mi vida. Después de ver en movimiento el considerado como primer juego de mundo abierto de Los Simpson sigo casi igual de seguro.
Seis años antes de que The Simpsons Hit & Run se convirtiera en un clásico de PS2, Fox Interactive y Digital Evolution recrearon al detalle la ciudad de Springfield para que pudieses recorrer sus calles como en una aventura gráfica. Si tú tampoco habías oído hablar de él, prepárate para la experiencia más noventera que vas a vivir en mucho tiempo.
Bienvenidos al Springfield de los 90
Lanzado para PC y Mac a finales de 1997, The Simpsons: Virtual Springfield nos proponía recorrer las calles y edificios de la ciudad animada mientras sus ciudadanos seguían con su vida y soltaban sus chascarrillos. Más allá de la curiosidad, el objetivo era coleccionar una serie de cromos que estaban escondidos por todo Springfield.
Tenía más de experiencia virtual que de juego, pero ese paseo digital por Springfield terminó siendo un capítulo interactivo en el que visitar localizaciones como el bar de Moe o el colegio mientras se sucedían momentos míticos de la serie.
Desde cotillear en el despacho de Krusty tras ver un episodio de Rasca y Pica hasta escuchar la música de los Solfamidas mientras visitas el Badulaque, el nivel de detalle y mimo que tiene The Simpsons: Virtual Springfield en cada uno de sus interiores es todo un homenaje a la serie.
Lamentablemente es uno de los que ha envejecido mal, y como tal intentar jugarlo de cabo a rabo puede ser café para muy cafeteros. De hecho, ya en su época se llevó algún comentario de la prensa por esa misma razón. Puede que los chascarrillos funcionasen, pero todo lo demás distaba mucho de hacerlo.
The Simpsons: Virtual Springfield, una rareza del pasado
Moviéndonos mediante flechas por el pueblo, las localizaciones interactivas reaccionaban como en una aventura gráfica. Pulsando sobre los objetos emitían alguna animación y, si tenías suerte, había algo más detrás del telón. El mejor ejemplo, más allá de la siempre jugosa idea de recopilar cartas de tus personajes favoritos, estaba en sus recreativos.
Pese a que muchos agradecimos poder “probar” en The Simpsons Hit & Run el juego Harry the Looter, el arcade al que jugaba Bart en el capítulo del walkie y el pozo, en realidad esa idea se la debemos a The Simpsons: Virtual Springfield, que se encargó de mostrarnos aquella secuencia por primera vez con idénticos resultados a los de Bart.
Algo más bondadosos fueron con Super Slugfest, el juego de boxeo en el que Bart le medía el lomo a Homer y que se puede disfrutar a dos jugadores. No va más allá de la gracia y tiene las patas demasiado cortas como para afirmar que es “como un Punch-Out!”, pero esa es la idea a grandes rasgos.
Pese a que no todo lo que encontrarás es igual de gracioso, el juego es una rareza lo suficientemente golosa como para que no quieras darle una oportunidad algún día. Siempre se nos hace raro escuchar a Los Simpson con un doblaje que no sea el nuestro -este está completamente en inglés-, pero para qué engañarnos, lo más probable es que tú también te acuerdes de los diálogos. Memoria selectiva, lo llaman.
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