Los antihéroes como Joel de The Last of Us siempre tendrán un hueco en nuestro corazón: una lucha interior tan antigua como la humanidad

Los antihéroes como Joel de The Last of Us siempre tendrán un hueco en nuestro corazón: una lucha interior tan antigua como la humanidad

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Joel Last Of Us
AVISO: este artículo contiene spoilers de The Last of Us Parte I y II.

Los caballeros de armadura plateada y los héroes perfectos han perdido interés a lo largo de los años. Muchas personas ya no nos vemos identificados con personajes que son buenos por naturaleza, cuyas elecciones y acciones van en el camino correcto... o el menos malo. A veces, el fuego debe combatirse con fuego. Y aquí entran los antihéroes.

¿Qué es un antihéroe? Se trata de un personaje que es colocado en el rol de héroe tradicional, pero que carece de sus características de perfección por tener un enfoque más humano, imperfecto. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Películas, series y cómics: The Punisher, Deadpool, Peacemaker, Batman, Carnicero (The Boys), Walter White (Breaking Bad), Juez (Dredd) y más.
  • Videojuegos: Joel y Ellie (The Last of Us Parte I y II), Kratos (God of War), John Marston y Arthur Morgan (Red Dead Redemption I y II), Ezio Auditore (Assassin's Creed), Geralt de Rivia (The Witcher 3: Wild Hunt) y más.

Los antihéroes son personajes a los que se les atribuye actos heroicos cuyos métodos son muy cuestionables. La línea entre héroe y villano es muy difusa. Hay grados dependiendo de la personalidad del personaje. En otras palabras: tipos malos que hacen cosas malas por buenas razones.

Joel de The Last of Us es el ejemplo perfecto de antihéroe y me atrevería a decir que uno de los principales responsables de que el público actual se incline más por personajes humanos e imperfectos que por héroes perfectos. Aprovechando el estreno de la serie de HBO, quiero reflexionar sobre la siguiente pregunta:

¿Por qué nos gustan los antihéroes como Joel de The Last of Us?

Quiero romper un melón: Joel es un antihéroe muy complejo, tanto que la balanza se inclina hacia el villano. Y no solo lo digo yo, Ellie lo deja muy claro en The Last of Us Parte II. Si acabaste The Last of Us Parte I con buen cuerpo, háztelo mirar.

¡Y no es algo malo! Joel sufre un trauma indescriptible en The Last of Us. Por si fuese poco, tiene que sobrevivir en un mundo cruel, brutal y lleno de zombies. No es el mejor escenario para sanar y mantener una estabilidad emocional.

A diferencia que sus extremos, Joel (y el resto de antihéroes) decide trazar su propio camino, tomando decisiones sin pararse a pensar demasiado en si está bien o mal. La supervivencia no da mucho margen para la moralidad. Digamos que tiene un código moral mucho más flexible que un héroe... pero sin llegar a los extremos del villano.

Lo atractivo de Joel es que podría ser cualquiera, pero de verdad. Todos podemos ser víctimas de la tragedia.

El dolor de las grandes tragedias no es ajeno a ningún ser humano. Antes o después, todos pasamos por situaciones que marcan a fuego nuestra personalidad y que condicionan el resto de nuestra vida. Por eso Joel es un ejemplo muy bueno: sufre un trauma indescriptible en un momento de su vida en el que tiene plena capacidad de comprender lo que ocurre.

Cualquiera puede empatizar con el dolor, la amargura y la rabia de Joel. The Last of Us hace tan bien su trabajo que no necesita demasiado tiempo para destrozarte el corazón... para luego recoger los pedazos y prepararte para el siguiente mazazo. Y cuando crees que puedes respirar, llega The Last of Us Parte II para dejarte claro que tu corazón ni resiste ni sobrevive.

Tan cierto es que cualquiera podría ser Joel, que todos hemos superado la última fase de The Last of Us con plena conciencia de lo que estamos haciendo y de que repetiríamos una y mil veces más. ¿Por qué? Porque hay recuerdos que dejan cicatrices muy hijas de fruta. No te justifica, pero es posible comprender el por qué.

Sí, actuarías como Joel. No te engañes.

Cualquier persona en sus cabales sabe que Joel no es un héroe, sino un asesino, una persona egoísta y mentirosa... con muchos grises. Sus actos son deplorables, pero su motivación es salvar a un ser amado. ¿A quién no pasarías por encima por alguien que amas?

Dilema del Tranvía, así se llama el problema que plantea el final de The Last of Us Parte I. Joel debe elegir entre salvar a alguien que quiere o salvar a un gran número de personas que no conoce. La decisión no es sencilla y tiene muchísimos matices para comentarlos todos.

Dilema Tranvia

La frase "The Last of Us mejora con los años" es muy cierta. La experiencia no es la misma para un joven de 15 años que para un adulto de 30, y mucho menos si eres padre o madre. Todas las personas adultas (y más con hijos) con las que he hablado aseguran que actuarían como Joel. En general, quienes dudan son los más jóvenes. Casi nadie elige con sinceridad la alternativa.

El drama de las elecciones y la capacidad de Joel (y los antihéroes) de asumir la carga de las consecuencias es lo que hace que estos personajes calen muy profundo en nuestros corazones. No son mártires como los héroes caídos, son luchadores que asumen sus actos y siguen adelante.

Sabemos que hay luz y oscuridad en nuestro interior. La mayoría quiere creer que hay más luz y algunos dicen estar en equilibrio, pero la realidad es que tenemos menos luz de la que aseguramos y más oscuridad de la que admitimos. Y justamente aquí reside la lucha y la belleza del antihéroe, la lucha interior constante de cada individuo. ¡La vida misma!

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