Análisis de Forza Horizon 4: el que no arriesga a veces sí gana

Análisis de Forza Horizon 4: el que no arriesga a veces sí gana

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Análisis de Forza Horizon 4: el que no arriesga a veces sí gana

Me vais a permitir que, por una vez con esta saga, me ponga en plan puñetero. Antes de eso lo esencial, lo que probablemente muchos ya daréis por hecho. ‘Forza Horizon 4’ es un juego sensacional, con unos gráficos alucinantes y la misma efectividad al ofrecernos sensación de velocidad y control en formato arcade.

Si me preguntan por un juego del género que lo supere este año, no me vendría ninguno a la cabeza. Si me preguntan más allá de este 2018, bueno, en ese caso puede que no lo tenga tan claro. Y no será la competencia la que dispute ese puesto, ojo, será la propia franquicia ‘Forza Horizon’ la que ponga en entredicho si esta cuarta entrega es o no la mejor de todas.

Forza Horizon 4: aprobar estudiando la noche anterior

No le he puesto pegas jamás pese a haber seguido un patrón bastante continuista edición tras edición. No sé si ‘Forza Horizon 4’ me ha pillado con el pie cambiado o más pejiguero de lo habitual, pero no puedo decir que lo haya disfrutado igual que el resto. Duele especialmente por ser yo muy fan de la franquicia (más que de ‘Forza Motorsport’) y porque no se puede decir que Playground Games no lo haya intentado, pero no me ha hecho click.

No sé si ha sido el haber empezado Playground a trabajar en otra franquicia (se rumorea que ‘Fable’), si los números de regalar juegos en Game Pass sólo funcionan si la inversión es menor, si han optado por lo justo porque se acerca cambio generacional o si, simplemente, al final hasta los juegos de coches sufren de agotamiento cuando los márgenes entre una y otra entrega son escuetos.

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Lo que sí sé es que ‘Forza Horizon 4’ me ha parecido soso, con poco recorrido a nivel de progreso, con un escenario genérico que no goza del carisma de entregas anteriores y con un trasfondo que cada vez es menos atractivo y más vergonzante. Lo del Festival Horizon servía como excusa al principio, pero ahora que encima es un mero punto en el mapa al que dirigirte sólo cuando hay un cambio de estación, me parece absurdo seguir riéndole la gracia.

El último acercamiento a las influencias y el ganar seguidores es pesado, lento y sus únicos incentivos son girar una ruleta en la que puedes ganar desde un coche legendario hasta un baile que sirva como carta de presentación de tu avatar cuando juegues contra otros jugadores. La primera vez hace gracia. Cuando te lo tienes que tragar decenas de veces durante varios segundos por culpa de unos tiempos de carga que tampoco merecen aplausos, no.

La saga Forza Horizon sigue imbatible

Al César lo que es del César. Apabullante lo conseguido aquí por Playground y Microsoft para entregar un juego que goza de una calidad visual desbordante. Increíble a nivel de iluminación, de efectos, de detalles como que el interior de algunas casas esté perfectamente modelado e invite a salir del coche y pasear por la zona asomándote por las ventanas. Es brutal, y además aguanta el tipo hasta cuando hay un buen puñado de coches dándose golpes en pantalla.

Lo mismo ocurre en lo jugable, con vehículos que parecen entender mejor que nunca el peso y sólo en algunos casos (muy pocos) parecen más preocupados de patinar como si flotasen que de ofrecer una experiencia más o menos creíble. Porque estamos ante un juego arcade, pero uno que suele hacer bastantes concesiones.

Su historia, como de costumbre, para olvidar. Una mera excusa para tenerte de aquí para allá probando nuevos vehículos y saboreando nuevos terrenos. Sí me parece bastante más torpe que en entregas anteriores y, sobre todo, mucho más vaga. Lo que antes era ir de una zona a otra para inaugurar una nueva sede del festival y abrir con ello otros tipos de recorridos, aquí es algo anecdótico escudado tras una barra de progreso y un cambio estacional.

La llegada del invierno es aquí la única excusa que más o menos ofrece un cambio a la altura, y es que Gran Bretaña puede ser un terreno bellísimo, pero es repetitivo a más no poder y se limita a montañas, llanuras, un lago y un breve recorrido por una carretera de costa que ni es la Highway 1 californiana ni mucho menos la Costa Azul. Igual es cosa mía, pero veo un planteamiento mucho más conservador y, por encima de todo, un notable paso atrás.

La ambición bien guardada, para cuando sea necesaria

Que todo se reduzca a un pim, pam, pum en un prólogo enorme que dura un suspiro y sabe a tímida campaña, tampoco me emociona especialmente. Es cierto que tras ello el juego se abre aún más, llegan nuevos eventos y la sensación de poder seguir subiendo el listón está ahí, pero para entonces ya has visto prácticamente todo lo que el juego puede ofrecer.

Si no te has vuelto loco comprando a destajo, es muy probable que puedas llegar con alguno de los mejores coches del juego y una gran parte del mapa ya recorrido. Es cierto que siempre te quedarán nuevas carreteras por ver, pero serán las de otro bosque bucólico o algún pueblito entrañable que se parecerá mucho a los que acabas de ver. Igual va siendo hora de asumir que con mapas ficticios esto puede ser mucho más interesante que intentar "replicar" (entre muchísimas comillas) los reales.

El enfoque hacia el online, la última gran baza de ‘Forza Horizon 4’, seguro que es algo con lo que es capaz de ganarse a gran parte de la comunidad, pero ha tenido la mala suerte de cruzarse conmigo y mi nula paciencia para la toxicidad y malas prácticas en los juegos de conducción.

Quiero disfrutar del juego solo y quiero que la sorpresa venga de circuitos bien pensados y mejor ejecutados, no de repetir las mismas carreras con distintos tipos de vehículos o permitir que la espectacularidad del prólogo se use para cubrir un hueco de evento especial (como en el caso de la carrera contra las motos).

La opinión de VidaExtra

Ni de coña me bajo yo de esta fiesta, por muy poochie que sea. Esperaré la quinta entrega con las mismas ganas que he tenido con este ‘Forza Horizon 4’, pero por una razón u otra, la excelencia de Playground Games en este caso no ha sido de mi gusto. No porque esté por debajo en todo lo que promete sobre el papel, ni de lejos, simplemente le pido algo más de variedad y mucho menos conformismo.

La buena noticia es que si una secuela debe ser siempre un más y mejor, ‘Forza Horizon 4’ entrega precisamente eso. La mala es que la dosis es mínima, casi imperceptible, probablemente a la espera de dar ese golpe sobre la mesa cuando sirva de carta de presentación para una nueva consola. Por ahora sólo queda cumplir y coger fuerza de cara a una nueva batalla, justo lo que ha hecho ‘Forza Horizon’ con esta entrega.

A favor

  • Unos gráficos espectaculares
  • Sigue siendo igual de divertido que siempre
  • Enorme cantidad de pruebas y vehículos

En contra

  • Poco acertado a la hora de generar progreso
  • Han arriesgado lo justo con esta cuarta entrega
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