Análisis de Gears 5, la mejor y más novedosa entrega de la saga tras la trilogía original

Análisis de Gears 5, la mejor y más novedosa entrega de la saga tras la trilogía original

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Gears 5

Gears of War es una saga a la que le ha costado introducir novedades realmente significativas a lo largo del tiempo. La primera trilogía es espectacular, y de haberse quedado ahí la cosa no habría pasado nada, pero aquí estamos, casi trece años y cinco juegos después del lanzamiento del primer título, hablando de disparos, coberturas y de los malditos Locust.

En el análisis de Gears of War Judgment, un juego que funcionaba a modo de precuela y que fue una de las últimas grandes exclusivas de Xbox 360, dije que se notaba la ausencia de Cliff Bleszinski. El tipo será lo que queráis, pero a la hora de diseñar las tres primeras entregas estuvo realmente inspirado. Su sentido de la espectacularidad nos hizo vivir momentos verdaderamente memorables a través de tres juegos que ya son historia dentro del género de acción.

Gears of War Judgment olía a juego intergeneracional, a juego de paso, y pese a tener algunas ideas nuevas no llegó a ser mejor que Gears of War 2. Maldita sea, ni siquiera la tercera entrega fue capaz de superar a la segunda, pese a ser tremendamente buena. Algo similar sucedió con Gears of War 4: no fue un mal juego, pero tratándose del primer Gears para la Xbox One, fue el encargado de abrir una nueva etapa para la saga. También a nivel narrativo, claro, y tras pasar por la precuela que fue Judgment, nos topamos con el arranque de un nuevo arco argumental que ahora, en Gears 5, sigue adelante.

O lo que es lo mismo: Gears of War 4 fue otro juego de paso. Entretenido y con algunas ideas interesantes, sí, pero muy conservador. Se le quiso dar un mayor peso a la historia y a los personajes en un intento por hacer que el juego no fuera sólo de ir del punto A al punto B pegando tiros, por que se transformara en algo más profundo, y entre los nuevos personajes se encontraba JD, el hijo de Marcus Fénix, porque los feels. Pero es que Gears of War iba, precisamente, de ir del punto A al punto B aniquilando enemigos, a poder ser de la forma más salvaje y espectacular posible.

Gears 5 ha sabido introducir verdaderas novedades en un esquema que, hasta ahora, era demasiado cerrado
Gears 5
Gears 5, Acto I: con JD al mando

Una vez tomada la decisión de convertir el juego en una experiencia con una mayor carga narrativa y un puñado de personajes con sus personalidades y matices, no había vuelta atrás. Este hecho en sí no es negativo. Quizás el problema resida en que al cambiar el peso de un pie a otro se olvidaron un poco de que, al final, aquí se viene a pegar tiros y que en principio lo que debería primar es la acción y la espectacularidad más palomiteras.

Gears 5, lo voy diciendo ya, sigue los pasos de la anterior entrega en este sentido, pero por otro lado sí ha sabido introducir verdaderas novedades en un esquema que, hasta ahora, era demasiado cerrado.

Gears 5 y los mundos abiertos

BOOM. Seguramente nadie se esperaba que un Gears of War pudiera tener elementos de mundo abierto. Si por algo se ha caracterizado siempre la saga, como decíamos, es por hacernos ir de un punto a otro masacrando bichos en un pasillo interminable que, como máximo, de vez en cuando nos planteaba una sencilla elección: seguir por el camino de la derecha o por el de la izquierda. Fin.

En Gears 5 la cosa cambia. Y aquí no puedo más que aplaudir a The Coalition por haber tenido la valentía suficiente como para hacer esto. Otra cosa es el resultado, de lo que vamos a hablar a continuación, pero por fin podemos decir que la saga ha evolucionado hacia algún sitio. Porque, sinceramente, por muchos personajes, diálogos y movidas varias que se le hayan metido a esta historia, llega un punto en el que el jugador desconecta del hilo y avanza de un sitio a otro pegando tiros. Que es a lo que hemos venido aquí, en realidad.

Llegados a este punto, como he comentado varias veces el tema del mayor peso en la narrativa, la evolución de los personajes y más en contrapunto a la acción loca y descerebrada, podría parecer que no quiero historia. Y lo cierto es que le tenía muchas ganas a Gears 5 porque me apetecía un nuevo juego con hilo narrativo y campaña, ni que sea para alejarme un poco de todos esos títulos online que últimamente se llevan mi tiempo.

Supongo que el problema, al final, no es si hay historia o no, o si es más profunda o menos, sino cómo se cuenta y cómo impacta en el jugador. Y en ese sentido, pese a que me lo he pasado bien con Gears 5, ya no recuerdo la mitad de las cosas que me ha querido contar y lo cierto es que me ha acabado dando un poco igual si a un personaje le pasaba esto o lo otro.

Aclarado este punto, sigamos. Mundo abierto. Gears 5 consta de cuatro actos: dos lineales y pasilleros situados al principio y al final del juego, y otros dos, el segundo y el tercero, en los que The Coalition nos planta un par de mapas más o menos grandes, teniendo en cuenta el tipo de juego que es, en los que podemos ir a donde nos dé la real gana cuando queramos. Y para ello tenemos uno de los mejores inventos del juego: el esquife.

Gears 5 Esquife
Con el esquife a toda velocidad (Acto II)

El esquife es un vehículo muy curioso en el que pueden subirse hasta cuatro jugadores y cuyo control me ha parecido delicioso. Completamente arcade, con una vela para aprovechar el viento y la posibilidad de acelerar y frenar,  y ya está. Es un gustazo ir de un lado con este trasto.

El primer mapa de mundo abierto es una zona helada, mientras que el segundo es un desierto. Y aquí sí tengo que decir algo: el desierto es mucho peor en todos los sentidos. Mientras en el hielo estaba deseando perderme en busca de zonas escondidas, en el desierto no veía la hora de salir de allí. No lo hice, lo recorrí a fondo para encontrar, o intentarlo al menos, todos sus secretos, pero hay pocas cosas más que inviten a ello.

La idea es la siguiente: tienes toda esta extensión delante de tus narices donde encontrarás misiones principales y secundarias. Las primeras están marcadas en el mapa; las segundas tendrás que descubrirlas. Es muy fácil dar con ellas, basta con ir recorriendo el mapa hasta ver un edificio a lo lejos o las banderas que identifican estas zonas de interés como tal y acercarse para que salte la misión asociada. Las misiones en sí no tienen más secreto que limpiar la zona de enemigos, pero las recompensas sí son interesantes: componentes y módulos para Jack. Os hablaré de Jack más adelante porque engloba la otra gran novedad del juego: un sistema de progresión y mejoras.

Los viajecitos en esquife van acompañados de conversaciones entre Kait, la absoluta protagonista de Gears 5, y Del. Diálogos de todo tipo sobre diversos temas que ayudan a reforzar esa idea de amistad (o enemistad) que hay entre los distintos personajes y les dotan de cierta profundidad. Como decía, muy valiente la jugada de The Coalition al meter estos dos actos abiertos, que pueden dar para 3 o 4 horas de juego cada uno si nos dedicamos a explorarlos de arriba a abajo.

Gears 5

El problema es que el acto tres, el del desierto, está muy por debajo del dos tanto a nivel de diseño como de historia y, salvo por el tramo final que enlaza con el explosivo último acto, creo que no hubiera pasado nada si no se hubiera incluido. Al final la sensación que me ha dejado este tercer acto es que está puesto para rellenar un poco más, pero sinceramente: si de las 16 horas que me ha llevado finalizar la campaña le quitamos esas dos, tres o cuatro que puedo haber pasado en el desierto, se hubiera quedado en un juego de unas 12 horas más contenido y al grano. Imagino que los desarrolladores habrán querido aprovechar el mundo abierto algo más para que no quedara como algo anecdótico en un sólo acto, pero el resultado final podría haber sido mejor.

Jack, el robotito que nos trae progresión y habilidades especiales

Ojo aquí porque creo que Jack puede ser un punto controvertido de Gears 5 para muchos. A mí me ha gustado, pero entiendo que haya gente que pueda llegar a pensar que facilita demasiado los combates. También digo una cosa: si es el caso, basta con no subirlo de nivel y/o no usar sus habilidades en los tiroteos y tan tranquilos todos.

La cosa es que Jack puede volverte invisible (a ti y al resto del equipo), puede traerte armas y munición situadas fuera de tu alcance, puede instalar trampas eléctricas, puede darte un boost de resistencia y más. De hecho, todas estas habilidades pueden ser usadas en cualquier momento, no sólo en los combates, y a decir verdad algunas van a ser prácticamente necesarias para superar determinadas zonas.

Cada una de las habilidades de Jack tiene cuatro mejoras disponibles, normalmente tres de ellas desbloqueables usando componentes como moneda y la última sólo si encontramos unas determinadas piezas. Y ahí es donde entra lo que os comentaba de la exploración en los mapas abiertos de los actos dos y tres: las misiones secundarias nos permitirán recoger estas piezas especiales para activar la mejora más potente de cada habilidad.

Gears 5 Jack
Este es el menú desde el que mejoraremos a Jack

Para los componentes que servirán de moneda a la hora de desbloquear las otras mejoras también deberemos explorar bien cada nivel de cada acto, ya que están escondidos en habitaciones, tras paneles, semienterrados, etc. Quizás es la parte que menos me gusta: la sensación de tener que recorrer cada estancia del juego por si hay componentes escondidos no me acaba de encajar. En un Tomb Raider sí porque voy a eso, pero en un Gears se hace un poco raro.

En todo caso ahí está Jack para echarnos un cable cuando haga falta: en los combates, si no le damos órdenes, funcionará de forma autónoma aturdiendo a los enemigos con su rayo eléctrico y reanimando a los compañeros caídos. Si decidimos usar alguna de sus habilidades no tenemos más que pulsar un par de botones y listo. Fuera de los combates nos ayudará a piratear terminales, abrir puertas, etc.

Creo que poco más me queda decir sobre Jack salvo una última cosa: al jugar a Gears 5 en cooperativo existe la posibilidad de que uno de los jugadores controle al robot. Lo he probado en online y bueno, lo cierto es que parece una experiencia pensada, sobre todo, para compartir el juego en local a pantalla dividida con alguien que no esté muy acostumbrado a los juegos de acción pero que quiera pasar un rato divertido echando un cable. Es muy sencillo de controlar y los enemigos no le hacen demasiado caso, en general (normalmente se mueve por ahí en modo invisible), así que la experiencia es mucho menos estresante y más cómoda que al controlar a cualquier otro personaje.

Gears 5

El multijugador: un nuevo pozo de horas

Gears of War siempre se ha caracterizado por disponer de un buen apartado multijugador repleto de modos con los que alargar la vida del juego y Gears 5 no podía ser menos. Sólo en la modalidad de Enfrentamiento ya hay un puñado de modos clásicos con combates por equipos o el típico rey de la colina, por mencionar un par, pero hay modos para todos los colores. Por lo que hemos podido probar en estos días previos al lanzamiento, el online funciona como la seda, pocas pegas se le pueden poner. Y sí, como viene siendo habitual, cada partida otorgará experiencia para subir de nivel desbloquear cartas con habilidades para los personajes, skins y otros objetos.

Por otro lado vuelve el modo Horda con un montón de mapas entre los que elegir y con la presencia del Fabricante, ese baúl al que le podremos ir echando monedas, por decirlo de alguna forma, y con ello comprar nuevas armas o equipo que nos permita aguantar oleada tras oleada. 

La mayor novedad la encontramos en Escape, un modo que, siendo sincero, me ha dejado bastante frío. Lo que propone es, como su propio nombre indica, escapar de unas instalaciones que se van llenando de veneno. Es un modo cooperativo para hasta tres jugadores y durante la escapada deberemos aniquilar a todo el que se nos ponga por delante para ir ganando puntos.

La gracia de Escape es que cuenta con un editor de mapas que, además, ofrecerá la posibilidad de compartirlos con el resto de la comunidad. Veremos cómo evoluciona una vez que todo el mundo pueda jugarlo y la gente empiece a generar sus propios mapas locos.

La opinión de VidaExtra

Gears 5 sigue sin ser el mejor juego de la saga, pero sin duda está por encima de Judgment y Gears of War 4. La introducción del mundo abierto ha sido acertada, a pesar de que el tercer acto deje un poco que desear con respecto al segundo, y los niveles lineales, especialmente el último, funcionan como un tiro. Una lástima que toda la espectacularidad que esperamos en un Gears esté demasiado concentrada en el acto final, haciendo que el primero de ellos, protagonizado además por JD en lugar de Kait, no tenga tanta fuerza.

Es un juego, por lo demás, muy robusto. En una Xbox One X, que es donde lo hemos jugado, luce de maravilla a 4K y 60fps. El doblaje al castellano es excelente, la banda sonora está a la altura de las circunstancias y a nivel jugable sigue teniendo ese sistema de coberturas y disparos verdaderamente excepcional del que hacen gala todas las entregas.

Para los que estéis buscando un Gears of War al uso: ojo a los actos de mundo abierto, ofrecen una experiencia muy distinta a la habitual y podría no gustar a más de uno, sobre todo a los que vayan buscando un nivel pasillero tras otro repleto de momentos espectaculares y salvajes.

Para el resto, una propuesta interesante y con ese punto de riesgo y novedad que ofrece un buen puñado de horas de acción y diversión en su campaña y un multijugador prácticamente infinito.

Gears 5

Gears 5

Plataformas Xbox One, PC
Multijugador
Desarrollador The Coalition
Compañía Xbox Game Studios
Lanzamiento 10 de septiembre de 2019
Precio 64,90 euros

Lo mejor

  • Los tiroteos siguen siendo tan buenos como siempre
  • La introducción de mundo abierto le da un toque fresco a la saga
  • El multijugador es muy completo y tiene modos para aburrir

Lo peor

  • Se echan en falta más momentos espectaculares a lo largo de la historia
  • El Acto III, es insulso y está por debajo del Acto II siendo ambos de mundo abierto

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