'Kinectimals'. Análisis

'Kinectimals'. Análisis
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Kinect ya está en nuestras tiendas desde hace unos días, lo que quiere decir que también está instalado en muchos hogares españoles, eso lo podemos dar por seguro. Y ‘Kinectimals’ es uno de los títulos que tenemos a nuestra disposición. Pudimos echarle un primer vistazo en el pasado E3, pero ya que lo tenemos en nuestras manos vamos a ver con un poco más de detalle en qué consiste eso de tener a animales salvajes como mascotas virtuales.

Hay que dejar claro desde el principio un par de detalles: ‘Kinectimals’ puede llegar a disfrutarlo cualquiera, pero es un título claramente enfocado al público infantil, así que quien se crea demasiado duro para este juego puede hacer un alto aquí mismo. Y otra cosa: ‘Kinectimals’ no es un videojuego de cuidar mascotas al uso, como podría ser ‘Nintendogs’, sino que cuenta con su propia historia. Sencilla, pero una historia al fin y al cabo.

Una de piratas

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Nos encontramos en Lemuria, una bonita isla habitada por unos cuantos cachorros de tigre, león, etc. y una especie de lemur volador y parlanchín llamado Bámbel, el cual nos da la bienvenida y nos irá guiando durante todo el juego. Bámbel llegó a la isla junto a un pirata llamado Able Blackwood, el cual andaba buscando a una criatura fabulosa con la ayuda de un mapa del tesoro. No llegó a encontrarlo y se marchó. Bámbel se quedó al cuidado de los cachorros, pero ahora que hemos llegado nosotros tenemos la oportunidad de explorar la isla junto a estos agradables animales y quién sabe, quizás llegamos a encontrar el tesoro.

Lo que os decía, una historia sencilla. Pero ¿acaso no son las historias de piratas y tesoros perdidos unas de las más emocionantes y sugerentes? Resulta un buen punto de partida hacia la exploración de la isla mientras que de forma paralela jugamos con nuestra mascota y le enseñamos a hacer cabriolas. Tened en cuenta el público al que va dirigido el juego. Enseñar a saltar, girar sobre sí mismo o hacerse el muerto a un cachorro de tigre, por ejemplo – al principio de nuestra aventura seleccionaremos a nuestro cachorro de entre cinco distintos -, es algo que un niño no querría perderse por nada del mundo.

Cómo se juega

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Básicamente ‘Kinectimals’, al igual que el resto de títulos para Kinect, se juega con todo nuestro cuerpo. Incluso con nuestra voz. Lógicamente la mayoría de acciones se basan en el movimiento de nuestras manos, pero hay ciertas órdenes que requieren algo más. Un ejemplo: cuando queramos enseñarle a nuestra mascota a saltar, deberemos dar un salto para que Kinect lo recoja y el cachorro nos imite. Otro: si queremos enseñarle a hacerse el muerto deberemos tumbarnos y el bichejo entenderá que, efectivamente, tiene que acostarse en el suelo y fingir ser un fiambre.

Sí, todo esto requiere que entre Kinect y nosotros haya una cierta distancia de forma que el periférico pueda vernos de los pies a la cabeza. La distancia óptima es de dos metros. Yo lo he probado estando más cerca y da problemas, lógicamente. Si jugamos sentados podremos llevar a cabo algunas acciones, pero tarde o temprano tendremos que estar de pie para que todo funcione correctamente. Conclusión: hay que estar de pie, a una determinada distancia (entre 1,80m y 3m) y con espacio libre a nuestro alrededor para poder movernos con soltura sin romper nada ni lastimarnos.

La isla está dividida en zonas que iremos descubriendo poco a poco, cada una de ellas con sus propias características y actividades, apareciendo así una barra de descubrimiento por zona que iremos rellenando a medida que vayamos realizando acciones junto a nuestro cachorro. Todas estas monerías, a su vez, nos darán experiencia y dinero con el que podremos comprar nuevos juguetes para nuestras mascota e incluso muebles para nuestra casa. Porque en algún sitio tenemos que alojarnos. Un tesoro no se descubre en un día, amigos.

‘Kinectimals’ nos ofrece una total libertad de acción, con lo cual podemos decidir hacer un alto nuestro afán por descubrir más y más zonas de la isla para simplemente jugar con el cachorro: lanzamiento de frisbee, desafíos por tiempo mientras controlamos un coche teledirigido, derribo de figuras, y un largo etcétera. O lo que es lo mismo: ‘Kinectimals’ ofrece aventuras, cuidado de mascotas y sistema de minijuegos todo en uno.

¿Es bonito? ¿Responde el juego a nuestras acciones correctamente?

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Gráficamente ‘Kinectimals’ va sobrado. La isla es bonita y está repleta de detalles y colores. Todo luce a las mil maravillas. Los cachorros, tres cuartos de lo mismo. Se mueven de forma totalmente realista, son muy expresivos y realmente uno puede llegar a tener la sensación de que esos animales están vivos. No se le puede pedir más a un título de estas características.

Donde no está tan fino es en el sistema de control. Es cierto que la mayoría de las acciones las podremos llevar a cabo sin muchos problemas, pero también lo es que hay algunos movimientos que no están bien calibrados. Lo notaremos sobre todo con algunos minijuegos en los que debemos derribar elementos lanzando juguetes o pelotas. No acaba de funcionar bien. Las pelotas salen disparadas en cualquier dirección y no tenemos pleno control sobre la fuerza y el ángulo con que queremos tirarlas. No es un error demasiado grave, pero sí bastante incómodo, puesto que muchos minijuegos están basados en estos movimientos.

‘Kinectimals’, en definitiva, resulta un título divertido para los más pequeños de la casa, que a buen seguro disfrutarán de sus mascotas virtuales a tope.

Ficha Técnica: Kinectimals

Kinect ya está en nuestras tiendas desde hace unos días, lo que quiere decir que también está instalado en muchos hogares españoles, eso lo podemos dar por seguro. Y ‘Kinectimals’ es uno de los títulos que tenemos a nuestra disposición. Pudimos echarle un primer vistazo en el pasado E3, pero ya que lo tenemos en nuestras manos vamos a ver con un poco más de detalle en qué consiste eso de tener a animales salvajes como mascotas virtuales.

Hay que dejar claro desde el principio un par de detalles: ‘Kinectimals’ puede llegar a disfrutarlo cualquiera, pero es un título claramente enfocado al público infantil, así que quien se crea demasiado duro para este juego puede hacer un alto aquí mismo. Y otra cosa: ‘Kinectimals’ no es un videojuego de cuidar mascotas al uso, como podría ser ‘Nintendogs’, sino que cuenta con su propia historia. Sencilla, pero una historia al fin y al cabo.

Una de piratas

Kinectimals

Nos encontramos en Lemuria, una bonita isla habitada por unos cuantos cachorros de tigre, león, etc. y una especie de lemur volador y parlanchín llamado Bámbel, el cual nos da la bienvenida y nos irá guiando durante todo el juego. Bámbel llegó a la isla junto a un pirata llamado Able Blackwood, el cual andaba buscando a una criatura fabulosa con la ayuda de un mapa del tesoro. No llegó a encontrarlo y se marchó. Bámbel se quedó al cuidado de los cachorros, pero ahora que hemos llegado nosotros tenemos la oportunidad de explorar la isla junto a estos agradables animales y quién sabe, quizás llegamos a encontrar el tesoro.

Lo que os decía, una historia sencilla. Pero ¿acaso no son las historias de piratas y tesoros perdidos unas de las más emocionantes y sugerentes? Resulta un buen punto de partida hacia la exploración de la isla mientras que de forma paralela jugamos con nuestra mascota y le enseñamos a hacer cabriolas. Tened en cuenta el público al que va dirigido el juego. Enseñar a saltar, girar sobre sí mismo o hacerse el muerto a un cachorro de tigre, por ejemplo – al principio de nuestra aventura seleccionaremos a nuestro cachorro de entre cinco distintos -, es algo que un niño no querría perderse por nada del mundo.

Cómo se juega

Kinectimals

Básicamente ‘Kinectimals’, al igual que el resto de títulos para Kinect, se juega con todo nuestro cuerpo. Incluso con nuestra voz. Lógicamente la mayoría de acciones se basan en el movimiento de nuestras manos, pero hay ciertas órdenes que requieren algo más. Un ejemplo: cuando queramos enseñarle a nuestra mascota a saltar, deberemos dar un salto para que Kinect lo recoja y el cachorro nos imite. Otro: si queremos enseñarle a hacerse el muerto deberemos tumbarnos y el bichejo entenderá que, efectivamente, tiene que acostarse en el suelo y fingir ser un fiambre.

Sí, todo esto requiere que entre Kinect y nosotros haya una cierta distancia de forma que el periférico pueda vernos de los pies a la cabeza. La distancia óptima es de dos metros. Yo lo he probado estando más cerca y da problemas, lógicamente. Si jugamos sentados podremos llevar a cabo algunas acciones, pero tarde o temprano tendremos que estar de pie para que todo funcione correctamente. Conclusión: hay que estar de pie, a una determinada distancia (entre 1,80m y 3m) y con espacio libre a nuestro alrededor para poder movernos con soltura sin romper nada ni lastimarnos.

La isla está dividida en zonas que iremos descubriendo poco a poco, cada una de ellas con sus propias características y actividades, apareciendo así una barra de descubrimiento por zona que iremos rellenando a medida que vayamos realizando acciones junto a nuestro cachorro. Todas estas monerías, a su vez, nos darán experiencia y dinero con el que podremos comprar nuevos juguetes para nuestras mascota e incluso muebles para nuestra casa. Porque en algún sitio tenemos que alojarnos. Un tesoro no se descubre en un día, amigos.

‘Kinectimals’ nos ofrece una total libertad de acción, con lo cual podemos decidir hacer un alto nuestro afán por descubrir más y más zonas de la isla para simplemente jugar con el cachorro: lanzamiento de frisbee, desafíos por tiempo mientras controlamos un coche teledirigido, derribo de figuras, y un largo etcétera. O lo que es lo mismo: ‘Kinectimals’ ofrece aventuras, cuidado de mascotas y sistema de minijuegos todo en uno.

¿Es bonito? ¿Responde el juego a nuestras acciones correctamente?

Kinectimals

Gráficamente ‘Kinectimals’ va sobrado. La isla es bonita y está repleta de detalles y colores. Todo luce a las mil maravillas. Los cachorros, tres cuartos de lo mismo. Se mueven de forma totalmente realista, son muy expresivos y realmente uno puede llegar a tener la sensación de que esos animales están vivos. No se le puede pedir más a un título de estas características.

Donde no está tan fino es en el sistema de control. Es cierto que la mayoría de las acciones las podremos llevar a cabo sin muchos problemas, pero también lo es que hay algunos movimientos que no están bien calibrados. Lo notaremos sobre todo con algunos minijuegos en los que debemos derribar elementos lanzando juguetes o pelotas. No acaba de funcionar bien. Las pelotas salen disparadas en cualquier dirección y no tenemos pleno control sobre la fuerza y el ángulo con que queremos tirarlas. No es un error demasiado grave, pero sí bastante incómodo, puesto que muchos minijuegos están basados en estos movimientos.

‘Kinectimals’, en definitiva, resulta un título divertido para los más pequeños de la casa, que a buen seguro disfrutarán de sus mascotas virtuales a tope.

Kinectimals

Una de piratas

Kinectimals
  • Plataformas: XBox 360
  • Editor: Microsoft
  • Desarrollador: Frontier Developments
  • Lanzamiento: Ya a la venta
  • Precio: 45,95 euros

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Kinectimals
  • Plataformas: XBox 360

  • Editor: Microsoft

  • Desarrollador: Frontier Developments

  • Lanzamiento: Ya a la venta

  • Precio: 45,95 euros

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