El modo Mercenarios de Resident Evil 4 es la barbarie que necesitabas, incluso tras acabar el juego por tercera vez

Capcom escribe con negrita, algo de barro y letras carmesí la palabra supervivencia y, en el proceso, exhibe todo aquello que el remake de Resident Evil 4 mejora sobre el original: el modo Mercenarios ha vuelto, con sus partidas cortas y salvajes. Con su caos y con sus destrucción a la desesperada. Con esa clase de reto desafiante y, a la vez, lo suficientemente bien planteado como para quitarte el estrés de un largo día. Incluso cuando estás rodeado de locos y tu peor enemigo no es el que te grita al fondo levantando la motosierra, sino el propio cronómetro.

El modo Mercenarios regresa para alegría de los fans de la franquicia entre nuevas ideas y aciertos. Y pese a que hay contenido que Capcom ha preferido guardarse de aquí al futuro, del que ya hablaremos, es un brutal añadido con el que sumar tardes enteras ese viaje a la España profunda de Leon Kennedy a base de ofrecer barbarie sin destilar y acción sin cortapisas. Con unos ingredientes muy definidos, por cierto: continuas hordas de chalados, explosiones gratuitas de vez en cuando y, como broche ante las situaciones más delicadas, una siempre conveniente patada giratoria.

Elementos que puedes ver con más detalle en nuestro gameplay en el que dejamos a Leon en el Banquillo y nos dedicamos a limpiar la Isla con el mismísimo Krauser, dándole más uso al cuchillo que a las armas de fuego.

Y es que, a todos los efectos, Los Mercenarios es una de las experiencias que no podían faltar en este reencuentro con Resident Evil 4 y que revalida el retorno de la mejor Capcom. Un brutal reto, con tramos asumibles, con el que pulir nuestra destreza, tanto con el cuchillo como al apuntar, que tal y como se ha planteado en este remake de nueva generación gana puntos enteros. En lo visual, desde luego, pero al final eso acaba siendo secundario: su salto de calidad nace al contrastar tanto su jugabilidad como al ofrecer sensaciones arcade.

Elementos que redondean el valor de esta intachable puesta al día, incluso cuando su llegada se ha hecho de rogar lo justo y necesario. Pero que extienden la ya de por sí generosa rejugabilidad de Resident Evil 4 Remake del modo más acertado. No a base de divertidos desbloqueables, grandes secretos o ver saltar insustanciales trofeos, sino al plantear una masacre en la que mientras más juguemos, más se nos van a torcer las cosas. O dicho de otro modo: mientras peor es el panorama, más divertida resulta la partida.

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Fórmula clásica, sensaciones muy arcade y músculo de nueva generación

Lo principal de cara a este regreso de Los Mercenarios es que Capcom lo ha ofrecido a modo de DLC gratuito en el remake de Resident Evil 4. No es que esperásemos que fuese de pago, dada la tradición de acompañar cada gran lanzamiento de su saga de Survival Horror con un modo adicional, pero eso implica que ahora no es necesario terminar la historia del juego para acceder al modo extra. Es más, puedes elegir si descargarlo o no. Y tras varias pequeñas maratones repartidas, y pese a sus defectos, a lo largo de estos días solo puedo recomendarlo.

A partir de ahí, el propio juego nos hace una advertencia que tiene todo el sentido del mundo: se recomienda enormemente acabar la historia del juego antes de empezar. Esto tiene un doble propósito, ya que se espera que seamos capaces de desenvolvernos con la jugabilidad ante oleadas de enemigos y, una vez comencemos a desbloquear contenido, podemos toparnos con algún spoiler. Nada nuevo sobre lo visto en el juego de 2005, que conste.

Y es entonces cuando Los Mercenarios saca a relucir su faceta más arcade: las reglas se reducen a elegir personaje, elegir uno de los tres escenarios disponibles (la plaza del Pueblo, el Castillo o la Isla) y empezar a disparar a todo lo que se mueva antes de que se acabe el tiempo. Con la ventaja adicional de que, a diferencia del modo historia, saldremos con un arsenal predefinido y seremos recompensados con munición y tiempo en función de las cadenas de eliminaciones que hagamos.

De hecho, y para darle más diversión y sensaciones arcade a los Mercenarios del original, se han añadido nuevos elementos a lo ya visto:

De entrada hay un medidor de caos que llena la barra de Sed de Sangre, al llenarse nos permite desatar habilidades específicas para cada personaje que le dan un ritmo más dinámico a las partidas. Ya hablaremos de ellas.

Pero es que, además, se han repartido dos tipos de orbes de manera aleatoria por los escenarios que nos invitarán a movernos de manera constante, aumentando el tiempo o sumando salud y tiempo. De modo que debemos tener en cuenta cuando usarlos.

La duración de las partidas depende de nuestra destreza y puede alargarse lo que seamos capaces de aguantar, aunque Los Mercenarios de Resident Evil 4 de nueva generación se benefician enormemente del pulido de la jugabilidad, el replanteamiento de la movilidad y, sobre todo, del uso del cuchillo para desviar ataques, proyectiles y demás. Sobre todo, cuando no se parten.

Pero lo mejor es que al final este modo adicional se siente como una legítima extensión de algunas de las secuencias más intensas, ofreciendo una premisa de supervivencia a la desesperada con fuertes elementos de acción que le sienta especialmente bien a esta entrega en específico. Sin desmerecer lo visto en las otras entradas del modo Los Mercenarios de títulos anteriores, claro.

Y pese a que está más que claro que, como modo adicional, no es una experiencia tan original o ambiciosa como RE:Verse o los modos multijugador que llegaron con los remakes y las más recientes entregas numeradas, Los Mercenarios de Resident Evil 4 son la excusa perfecta para seguir sumando nuevas horas al juego. Incluso cuando ya lo has desbloqueado todo. Ahora bien, pese a que no tardaremos en tenerlo todo a mano, tampoco es que haya mucho que desbloquear.

Cómo se desbloquean los niveles y personajes

Ni contexto, ni premisa: Los Mercenarios del remake de Resident Evil 4 te sueltan en mitad de uno de los tres escenarios con un puñado de trastos en el maletín, y a partir de ahí puedes ser depredador o presa de lo que te encuentres en ellos. Al menos, no tienes que estar pendiente de Ashley. Sin embargo, jugar sólo con Leon es renunciar a buena parte del encanto. Lanzar dinamita con Luis también es divertidísimo.

Como en Los Mercenarios de 2005, existe un sistema de desbloqueos que, en caso de que te hayas pasado el juego, pasa a ser un sencillo trámite de veinte minutos o menos:

Obtener una puntuación con nota "A" o superior con un personaje desbloquea al siguiente.
Obtener una puntuación "A" o superior en un escenario también desbloquea otro.

Obtener una puntuación es muy similar al sistema de estrellas original, de modo que cada enemigo tiene un valor específico en función de su fuerza y encadenar eliminaciones sirve tanto de potenciador como para extender el tiempo. Entrar en modo Sed de Sangre, además, facilita que podamos desatar la destrucción de manera más efectiva. Lo cual no quita que si entramos de nuevas y sin haber pisado la campaña toque familiarizarnos con todo, incluyendo el uso del cuchillo para desviar ataques.

En lo relativo a los personajes seleccionables, tenemos una de cal y otra de arena: A Leon, HUNK y Krauser se les suma el bribón de Luis Serra, aunque en el proceso Ada Wong y Albert Wesker hacen una sonada ausencia. Eso sí, todos ellos poseen un estilo y arsenal distintivo.

Leon Kennedy

Es el personaje que viene por defecto y el más equilibrado en cuanto a arsenal, características y habilidades. Su pistola tiene la mira infrarroja, lo cual es un acierto para no malgastar munición, y funciona a todas las distancias. Además, cuando activa su sed de sangre todos sus atributos aumentan enormemente.

Luis Serra

Un personaje que funciona mucho mejor a largas distancias. Lo puedes desbloquear consiguiendo una puntuación "A" con Leon y su rifle es perfecto para mantener a raya a los enemigos y fulminarlos con pocos ataques.
¿Y qué pasa si se acercan? Su barra de Sed de Sangre se rellena un poquito antes y le permiten usar dinamita, convirtiendo a todos los que le rodean en una especie de fuegos artificiales de vísceras y sangre.

Jack Krauser

Pesado como el solo, y sin embargo peligrosísimo en las cortas distancias. Cuando sacas una puntuación "A" con Luis se une a esta matanza y puedes conseguir rachas elevadísimas sin disparar ni una sola vez en cualquier escenario a base de cuchillazos. Eso sí, es más que recomendable saber usarlo no solo para atacar.
La singularidad de Krauser es que, al activar su Sed de sangre, activa su mutación y se convierte en un colosal enemigo capaz de arrasar a puñetazo limpio con todo lo que hay en pantalla. Eso sí, en ese estado es más lento que el caballo del malo.

HUNK

El cuarto y último personaje de Los Mercenarios es la sencillez personificada. Consigue la puntuación "A" con Krauser y estará desbloqueado, ofreciéndote un subfusil de alto rendimiento, montones de munición y ejecuciones rapidísimas, lo cual son herramientas perfectas para no perder la racha. Además, su habilidad de Sed de Sangre es bastante diferente al del resto: al activarse cuenta con munición infinita.

Al no ofrecer un modo multijugador, las posibles combinaciones a la hora de jugar a Los Mercenarios son básicamente 12 a razón de tres escenarios acotados y cuatro personajes. No es que se necesite mucho más, que conste, pero está claro que es un modo de juego que, pese a todo lo que hace bien, no se sostiene por sí mismo más allá de romper nuestras marcas anteriores, subir las puntuaciones a los tablones online y, sobre todo, afrontar una masacre por pura diversión. Cosa que logra con nota.

Con todo, tenemos motivos para pensar que este modo Los Mercenarios será al menos un poquito más interesante de aquí a unos meses.

Los Mercenarios es una adición divertidísima para Resident Evil 4... ¿Y ahora qué?

Capcom es plenamente consciente de que, a diferencia de RE:Verse y todas esas otras experiencias secundarias ofrecidas para redondear el valor de cada juego, Los Mercenarios del remake de Resident Evil 4 son un elemento que no podía faltar y suman emoción y rejugabilidad, pero incluso con sus aciertos, es cuestión de tiempo que acabemos restándole tiempo de manera gradual para dedicárselo a otras cosas a las que jugar.

La buena noticia es que, si bien no se ha anunciado nada más a partir de aquí, se han encontrado nuevos contenidos en el juego.

Del mismo modo en el que la existencia del modo Los Mercenarios apareció antes de tiempo, entre los archivos del videojuego se han encontrado contenidos relacionados con todo aquello que falta respecto al modo Mercenarios de 2005, incluyendo el cuarto escenario situado en los muelles y el regreso de Ada Wong y Wesker. Lo cual nos abre la pregunta de rigor: ¿qué podemos esperar en un futuro del Remake de Resident Evil 4?

Por lo pronto, sabemos que la llegada del modo los Mercenarios abrió la puerta a poder mejorar nuestras armas en el juego con moneda real. Una opción a considerar que, a efectos prácticos, no es nada necesaria para exprimir el juego al máximo. Sin embargo, la ausencia más sonada es el contenido de Separate Ways, que en esencia es la historia a través del personaje de Ada Wong.

Entrando ya en terreno de especulación, y basándonos en la trayectoria reciente de Capcom, no es descabellado plantear que Separate Ways acabe llegando como DLC (gratuito o, probablemente, de pago), siendo una ocasión perfecta para aprovechar y sumar el nuevo escenario y los dos personajes adicionales a Los Mercenarios.

Los planes de Resident Evil van mucho más allá de lo que ya hay. En verano se estrenará la película de animación Resident Evil Dead Island. Pero la verdadera incógnita será ver en qué nueva dirección se lleva a la franquicia. La saga de los Winters quedó atada con Resident Evil Village Gold, y pese a que el movimiento natural sería un tratamiento de nueva generación de Resident Evil, muchos suspiramos por un regreso de Resident Evil: Code Verónica.

En cualquier caso, es ahí donde el segundo gran propósito de todos los modos de postlanzamiento tienen su razón de ser: impedir que el éxito de Resident Evil se apague de aquí a que se hagan nuevos anuncios. ¿Hay una mejor manera de mantener la llama encendida que con la rejugabilidad salvaje Los Mercenarios? Quizás. O no. Pero incluso si la hubiese, ¡cómo se ha echado de menos este modo durante el mes en el que tardó en asomar!