Un descomunal RPG de mundo abierto del que jamás olvidaré lo que me hizo sentir. Análisis definitivo de Final Fantasy VII Rebirth

Un descomunal RPG de mundo abierto del que jamás olvidaré lo que me hizo sentir. Análisis definitivo de Final Fantasy VII Rebirth

  • La colosal obra de Square Enix es una carta de amor al clásico de PS1

  • Decenas de horas de contenido aguardan en la aventura de Cloud, Tifa, Barret, Aeris y compañía

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Final Fantasy VII Rebirth

Han sido más de 70 horas de viaje junto a Cloud, Aeris, Tifa, Barret y compañía hasta que los créditos finales han aparecido en pantalla. Un carrusel de sentimientos donde se han conjugado risas, lágrimas y muchísimas emociones que prácticamente ningún juego ha podido provocar en mí. Ya solo por ese motivo Final Fantasy VII Rebirth pasará a mi Olimpo personal de los videojuegos, pero las apreciaciones propias no empañan lo que se trata de un excelente trabajo de Square Enix.

La expectación ante la secuela de Final Fantasy VII Remake es absolutamente colosal, ya no solo por revivir los hechos de 1997 en una PS5, sino por las implicaciones narrativas que supuso la obra de 2020. El destino está ante nosotros para vencerlo y las consecuencias pueden ser imprevisibles, aunque quizás no tanto como podíamos imaginar.

Más allá de un remake

Alejándome de la perspectiva argumental más jugosa, lo cierto es que Final Fantasy VII Rebirth tiene un deber imperativo más importante que el de crear nuevas líneas de historia y ese es el de cumplir su función de remake. Es decir, la adaptación y expansión de los momentos vividos en la primera PlayStation, pero con las posibilidades tecnológicas actuales al alcance de la compañía japonesa. Lo cierto es que lo ha logrado, especialmente en cuanto al apartado de expansión anteriormente mencionado.

Kalm, Junon, Costa del Sol, Monte Corel o Nibelheim ya no son pequeños rincones en los que interactuar con el puñado de NPC de turno. Ahora son auténticas regiones en las que perdernos, algunas de las cuales dejan en pañales lo impresionante que parecía el Mercado Muro de Midgar. Cada una de ellas cuenta con decenas de personajes que, aunque no se pueda interactuar con todos, sí que crean un genial trasfondo con conversaciones y situaciones realmente cómicas. Vale la pena caminar por Gold Saucer para detenerse a escuchar o descubrir en Cañón Cosmo de qué están charlando un grupo de visitantes.

Final Fantasy VII Rebirth

Menciones especiales al enorme parque de atracciones, la majestuosidad de Junon y la profundidad del hogar de Red XIII, pues son zonas que realmente impresionan tanto desde la distancia como en su interior. En total hablamos de cinco zonas gigantescas que no solo nos invitan a conocer sus capitales, sino a abrirnos paso más allá de sus fronteras. Jungla profunda, desierto abrasador y praderas verdes son algunos de los entornos en los que perdernos para descubrir combates contra monstruos, fuentes de mako puro o conocimiento sobre las invocaciones más poderosas.

Final Fantasy VII Rebirth no es un mundo abierto al uso, pues es necesario realizar viajes rápidos para poder cargar un nuevo continente, pero sí que disfrutamos de áreas extraordinariamente grandes en las que los poblados son solo una parte. Hay una cantidad inmensa de misiones secundarias al alcance de nuestra mano, ya sea en forma de encargos o hallazgos que siempre intentan añadir contexto sobre el territorio que estamos experimentando en ese momento. Apenas puedo contar una o dos tareas que me hayan resultado prescindibles y aún así intentan dar una lección. Son oportunidades de conocer mejor a Billy, el nieto del dueño de la granja de chocobos; ayudar a Johnny a que su negocio paradisíaco prospere; compartir un momento de intimidad con alguno de los miembros del grupo.

Es aquí cuando surge el sistema de afinidad, una propuesta que permite mejorar -o empeorar- la relación con Aeris, Tifa, Barret, Red XIII, Yuffie y Cait Sith. En todo momento podemos comprobar qué tal le caemos a cada uno de ellos en función de las decisiones y nuestro comportamiento en batalla junto a ellos. Existen decenas de opciones de diálogo para escoger en charlas, cada una de ellas variando la afinidad en función de si les agrada más o menos lo que Cloud comenta. Por otro lado, esta afinidad también puede incrementarse durante las luchas con el uso reiterado de las habilidades y acciones sincronizadas, aunque ese punto llegará más adelante.

Final Fantasy VII Rebirth

Lo cierto y verdadero es que se tratan de instantes en los que podemos conectar un poco más con los integrantes para saber cómo respiran cada situación. Por otro lado, no solo ellos centran el protagonismo, sino la inmensa cantidad de secundarios estrella que pasarán frente a nuestros ojos. Algunos ya son unos clásicos como Rufus, Palmer, Hojo, Dyne, Rude o Elena, pero hay personajes que repiten para la ocasión. Si os alegró el día alguno de los más carismáticos de Final Fantasy VII Remake, tened por seguro que aparecerán en algún momento durante el viaje. A su vez, se han añadido otros totalmente inéditos como el Capitán Titov, Broden o Rhonda, los cuales son el reflejo de cómo Shinra pone contra las cuerdas a sus ciudadanos.

Hay un especial hincapié en darle sentido a por qué todas las estructuras y formas de vida de la gente en Final Fantasy VII Rebirth son extremadamente precarias. La compañía tecnológica no son los malos únicamente por sus métodos y la extracción indiscriminada de la energía vital del planeta, sino porque su llegada al poder ha supuesto una época de oscuridad para todos. Es por ello que la figura del mandamás de la empresa cobra una relevancia mayor con su propia trama personal. Por otro lado, es imprescindible mencionar la absurda cantidad de minijuegos que pone encima de la mesa el RPG.

Son más de 15 formatos en los que se propone subir a un delfín, jugar al fútbol con pelotas gigantes y varias porterías, demostrar una puntería letal o gozarlo con Sangre de la reina. Mención clave al juego de cartas que está presente en cualquier punto de la obra y que es increíblemente adictivo; siempre he querido jugar una partida más, mejorar mi baraja y desvelar el misterio que se esconde detrás del creador del juego. Independientemente de ello, hay un enfoque muy profundo en que la experiencia de Final Fantasy VII Rebirth sea lo más variada posible, con mecánicas concretas para múltiples situaciones, lo cual habla de una implicación máxima en proponer nuevas dinámicas de forma constante.

Final Fantasy VII Rebirth

La batalla por el destino

¿Se podía mejorar el combate de Final Fantasy VII Remake? Posiblemente, y eso es precisamente lo que han hecho en Square Enix de una manera sobresaliente. El gran añadido es el de la sincronización con el resto de camaradas para realizar acrobacias tan espectaculares como demoledoras. Mientras que las acciones se pueden ejecutar en cualquier momento de la batalla, como hacer que Cloud cargue con energía mágica su espada, son las habilidades las que roban todo el protagonismo. Son momentos específicos de la lucha que solo pueden desencadenarse en cuanto hayamos acumulado suficientes acciones BTC entre dos personajes y es ahí cuando lastimaremos de lo lindo al enemigo.

Barret se subirá al moguri de Caith Sith y comenzará a barrerlo todo con un potentísimo rayo, Tifa y Aeris crearán un campo de fuerza en el que la peleadora atizará durísimo en unos segundos y todo con efectos beneficiosos. Son secuencias donde podemos pararnos a disfrutar de un enfoque muy cinematográfico para posteriormente aprovecharnos de unos segundos de PM infinito o lograr desbloquear un Límite de mayor poder. Evidentemente, tampoco pueden faltar en la ecuación las poderosas Invocaciones que son devastadoras si sabemos usarlas con inteligencia. Fénix, Alejandro o Neo Bahamut siempre estarán dispuestos a echar un cable, previo desbloqueo de los mismos.

No solo hay motivos para aporrear botones contra monstruosidades que campan a a sus anchas, sino que Chadley propondrá tareas constantes para ayudarle en sus estudios. El simulador de combate es un punto de encuentro perfecto para aquellos que quieran afrontar desafíos más peligrosos, al mismo tiempo que las batidas de caza se erigen como reclamo para luchar contra seres especiales. El bestiario que luce Final Fantasy VII Rebirth es de más de 120 criaturas, cada una de ellas con sus propias debilidades, descripciones y formas de atacar, por lo que siempre hay una nueva amenaza a la que enfrentarse. Por cierto, que alguien bendiga al genio al que se le ocurrió incluir los parries, pues ahora es muchísimo más satisfactorio defenderse en el momento exacto.

Final Fantasy VII Rebirth

En cualquier momento de la partida podemos variar la composición del grupo de tres a manejar, aunque con el particular detalle de que Cloud siempre debe estar en el trío. Sea como sea, cualquier formación a elegir es muy cómoda y demuestra que no hay ningún personaje desbalanceado. Bien es cierto que personalmente me he inclinado mucho por Tifa, Barret y Cloud, pero no se puede desdeñar a ninguno de los otros. Son muy versátiles, con sus debilidades y fortalezas, pero es complicado llegar a una batalla en la que realmente se pueda sentir que no dispones de los mejores recursos. Y es que su abanico de posibilidades a la hora de repartir caña son brutales y tendremos mareos mentales por decidir qué es lo mejor que puedes hacer. Por suerte, la combinación entre batallas en tiempo real con la estrategia de poder detenernos a pensar qué movimiento realizar sigue funcionando de maravilla, como un reloj suizo.

Y ojo, porque si tenéis ganas de controlar a personajes en concreto, fuera de las batallas, tendréis la oportunidad. Como no puede ser de otra forma, Cloud carga con todo el protagonismo, pero hay secciones reservadas a los demás. Plataformas con Yuffie, exploración con Barret y Red XIII o colarnos por recovecos diminutos con Cait Sith son momentos que aguardan y permiten expandir más la experiencia sin centrarla exclusivamente en el espadachín rubio.

También hay momentos para hacer uso de los propios chocobos, diferenciados por región y con características únicas como volar, escalar paredes o aprovecharse de saltos de grandes distancias. Es imprescindible recurrir a ellos para recorrer cada zona, amén del todoterreno del desierto junto al Gold Saucer, aunque hay aspectos del desplazamiento que no me han terminado de convencer. Entrar y salir del vehículo es demasiado lento, por lo que muchas veces he terminado renunciando a usarlo, mientras que la escalada con los personajes no está bien resuelta. Es demasiado automática, sin desafío y sin tener en cuenta muchas veces si la posición en la que estamos importa para avanzar. Está demasiado presente en el título como para pasar por alto que, sin ser un error grosero, no creo que esté del todo a la altura.

Final Fantasy VII Rebirth

El futuro que aguarda

Ni mucho menos pienso entrar en el terreno de los spoilers sobre Final Fantasy VII Rebirth, pero es necesario entender que la historia se centra especialmente en lo que sucedió en el videojuego original -la grandísima mayoría del tiempo- y unas cuantas escenas que pertenecen a ese futuro indeterminado que señaló el Remake. Eso sí, la huella de la derrota de los Ecos sigue pesando y se deja ver en cómo aparece Yuffie por primera vez, qué papel cumplen Aeris y Tifa en Junon o qué sucede entre bambalinas con Shinra. Son matices que no cambian sustancialmente la trama tal y como se ha conocido hasta ahora, sino que pertenecen al terreno de experimentar otras opciones. Legítimas y con resultados muy divertidos en la mayoría de casos.

Hay horas y horas de personajes a descubrir, eventos que pueden cambiar dependiendo de nuestras decisiones y escenas que os provocarán todas las emociones imaginables. No he podido reírme más cuando Yuffie se unió al grupo, sentí cómo una amistad se derrumba por completo en el desierto junto al Gold Saucer y las lágrimas me han brotado por los ojos en el tramo final de Final Fantasy VII Rebirth. Son aproximadamente cinco horas de partida desde el momento en el que el juego avisa de que ya no hay marcha atrás hasta el último instante, por lo que reservaros un buen momento de intimidad para que se desencadene toda la tensión que habéis acumulado dentro.

Final Fantasy VII Rebirth

Hay mucho de lo que se podría hablar de lo que implica el final de la obra de cara a la tercera parte de la antología, pero esa será una discusión que corresponderá a la comunidad. No sucederá aquí, pues todavía debo reposar lo que ha sucedido y apoyarme en aquellos gurús de la saga que seguramente generarán toda clase de teorías y explicaciones sobre lo que sucede realmente. Con todo, cada momento llega potenciado por una banda sonora de auténtico escándalo.

No hay una sola pieza que pase inadvertida, lo cual es un síntoma del fantástico trabajo realizado por Mitsuto Suzuki y Masashi Hamauzu. La música es la brutal, ya no solo por parte de los temas clásicos, sino que se pueden escuchar reinterpretaciones techno o electrónicas. Los coros no faltan a la cita en lo que apunta a un despliegue sonoro excelso que no se puede dejar de mencionar bajo ningún concepto.

La opinión de VidaExtra

Uno de los compromisos adquiridos por Final Fantasy VII Rebirth era el de expandir un formato que los muros de Midgar impedían llevar a cabo. Las planicies, los escenarios gigantescos y la posibilidad de aventurarnos a nuestro ritmo son ingredientes de un cóctel que se sirve de un sistema de combate repleto de dinamismo para brillar por todas partes. No hay un solo instante en el que la obra no te intente contar algo sobre su mundo, ya sea a través de tareas secundarias o con la propia trama principal.

Final Fantasy VII Rebirth

No parece imposible que el videojuego llegase a PS4 y lo cierto es que, pese a que luce realmente bien gráficamente, existen detalles como la famosa puerta del Sector 7 del Remake que afean un pelín el conjunto. Es posible que contraste ver a los personajes, enemigos y NPC absolutamente recargados de polígonos mientras tienen a su lado una lámpara que podría pertenecer a otra generación. En cualquier caso, el trabajo de animaciones, puesta en escena y belleza en su conjunto está muy por encima de estas flaquezas, sobre todo con los 60 FPS activados o con unos tiempos de carga absolutamente ridículos.

Son decenas de horas de juego las que te aguardan en Final Fantasy VII Rebirth, por lo que no existe forma de aburrirse. No niego que pueda parecer una lista de la compra algunas de sus tareas, pero realmente hay un esfuerzo por recompensarnos en cada una de ellas de una forma u otra. Y sino, que se lo pregunten a los geniales minijuegos a los que te vas a enganchar y picas para poder conseguir las máximas puntuaciones posibles. Hay muchísima variedad y hasta el endgame permite que nos enfrentemos a la dificultad Difícil si queremos un reto que hará que nos tiremos de los pelos.

Las dudas acerca de la trama son justificadas, no en el aspecto de que estemos ante un vodevil, sino por los antecedentes previos. Hay ración para que nadie se sienta a disgusto: los que lleguen para revivir su nostalgia con un apartado visual a la altura van a poder comer a gusto y los que quieran sumergirse en la fantasía que inició Tetsuya Nomura y ha continuado Naoki Hamaguchi se lo pasarán igual de fenomenal.

Final Fantasy VII Rebirth

Ante todo, quiero dejar bien claro que Final Fantasy VII Rebirth es especial por lo que logra hacer estallar en el interior del jugador. Es un sello muy personal y no todos van a tener que experimentarlo de la misma forma, pero estoy convencido de que la gran mayoría os emocinaréis jugando. Preparaos para una sesión de lágrimas, sonrisas, ternura, rabia que tendréis que atesorar bien fuerte, porque vamos a tener que esperar bastante para que disfrutar del cierre de la historia. Un videojuego que transmite sensaciones tan poderosas es muy difícil de encontrar y ese el valor principal que no se puede contabilizar con los píxeles.

Precio de Final Fantasy VII Rebirth

Final Fantasy VII Rebirth es un videojuego exclusivo temporal de PS5, por lo que no todavía no es posible adquirirlo en otras plataformas. El precio de lanzamiento es de 79,99 euros en formato digital para la consola de Sony y en versiones físicas existen diferentes opciones.

Final Fantasy VII Rebirth Amazon Edition

Duración de Final Fantasy VII Rebirth

Llegar hasta los créditos finales de Final Fantasy VII Rebirth me ha llevado más de 70 horas y lo he logrado tras haber despejado al 100% prácticamente todas las áreas. A pesar de ello, es una obra con una cantidad de contenido inmensa y calculo que desbloquear todo lo que ofrece puede acercarse a las 90 horas de partida.

Imprescindible

Final Fantasy VII Rebirth

Final Fantasy VII Rebirth

Plataformas PS5 (versión analizada)
Multijugador No
Desarrollador Square Enix
Compañía Square Enix
Lanzamiento 29 de febrero de 2024

Lo mejor

  • Una expansión colosal del clásico de PS1.
  • No hay forma de que te aburran los combates.
  • Decenas de horas de contenido secundario.
  • No hay forma de que no te toque la fibra.

Lo peor

  • El sistema de desplazamiento tiene ciertas asperezas.

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