El mejor homenaje de Starfield es Vasco: ¿quién era el legendario explorador al que hace referencia?

El mejor homenaje de Starfield es Vasco: ¿quién era el legendario explorador al que hace referencia?

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Starfield Vasco

Algunos afortunados ya se encuentran completamente inmersos en la aventura de Starfield gracias al acceso anticipado que otorgan las ediciones especiales, mientras que el resto de los mortales tenemos que esperar unos días más hasta el próximo 6 de septiembre. En cualquier caso, a los dos grupos nos aguarda una de las grandes aventuras de Bethesda, la cual ha optado por el espacio exterior como marco principal.

Aunque los seres humanos somos capaces de soportar terribles inclemencias, lo cierto es que la maquinaria pesada es la mejor opción a la hora de afrontar las tareas más complicadas. Es por ello que el equipo de Todd Howard ha puesto a nuestra disposición a VASCO, un robot expedicionario de Constelación que se convertirá en nuestro compañero inseparable mientras exploramos más allá de las estrellas.

Con un diseño se basa en un chasis bípedo Type-A, VASCO es capaz de desplazarse por prácticamente cualquier superficie tras salir de las fábricas de Lunar Robotics. Puede cargar con mucho equipo y tienen a nuestra disposición una amplia batería de recursos para los vajes más largos, así como herramientas de corte ofensivo en caso de la que la situación se ponga tensa. Sin embargo, su carácter ha sido programado hacia el pacifismo y tan solo actuará en ese sentido cuando sea estrictamente necesario.

Abollado y con la pintura gastada por el paso del tiempo, lo cierto es que VASCO no pertenece a Euskadi ni tiene un familiar relacionado con la comunidad autónoma, sino que su nombre proviene de una de las personalidades más relevantes de la historia de Portugal.

Starfield

Vasco da Gama, el explorador incansable

Sí, nos referimos al conocido Vasco da Gama, un nombre que seguro que más de uno le viene a la mente cuando piensa en grandes exploradores en los siglos pasados. Cristobal Colón, Juan Sebastián Elcano y el propio da Gama son buenos ejemplos de personas que se lanzaron hacia la aventura para descubrir qué había más allá de lo que alcanzaba la vista.

Nacido en Sines, localidad situada en el Bajo Alentejo portugués, en 1460, Vasco gozó de una gran posición debido a que su padre Esteban pertenecía a la nobleza baja y mantenía excelentes relaciones con la corona portuguesa. Si bien fue tentado por su madre para iniciarse en la doctrina eclesiástica, tomó el mismo rumbo que su hermano Paulo para iniciarse en la industria marina. Poco a poco, viaje a viaje, el joven muchacho comenzó a dar señales de poseer una habilidad innata en lo que a expediciones se refería.

Se conocía la costa africana como la palma de su mano y, con los debidos estudios de cosmografía y matemáticas, consiguió el rango de capitán. Su labor tuvo el visto bueno de la realeza tras conseguir embargar diez barcos franceses en el puerto de Lisboa a raíz de una disputa internacional. Aquello sucedió en 1493, a ojos de Juan II, el Príncipe perfecto, el cual falleció dos años más tarde, pero esa confianza se trasladó en Manuel I de Portugal.

Vasco da Gama

La ruta más peligrosa

En aquellos tiempos el valor del jengibre, la canela o la pimienta era muchísimo mayor que hoy en día, pues su uso era como condimento en la cocina, así como muestra de riqueza. Sin embargo, el producto residía mayoritariamente en la India y la ruta para acceder hasta el país asiático consistía en atravesar ciudades donde pagar aduanas elevadísimas. Para complicar más la situación, en 1453 el sultán Mehmed II tomó por la fuerza Constantinopla y el rey portugués tuvo claro lo que se debía hacer.

Una vía alternativa hasta India se antojaba imprescindible, pero todos los exploradores perecían en su intento. Vasco da Gama creyó poder lograrlo y se lanzó a un viaje que comenzó el 8 de julio de 1497 comandando cuatro barcos y doscientos hombres en ellos. Los navíos partieron del puerto de Santa Maria de Belém, a orillas del río Tajo, pasaron las Islas Canarias, Cabo Verde y llegaron hasta Sierra Leona. Hasta ese momento, todas las expediciones había seguido el mismo camino.

Vasco da Gama

Vasco en esta ocasión decidió encarar el sur, hacia el Atlántico Sur, por lo que finalmente llegaron a la isla de Santa Elena, a 1.800 kilómetros de la costa de Angola, el 4 de noviembre de 1497. Allí aprovecharon para reparar los barcos y se hicieron de nuevo a la mar habiéndose reabastecido con toda clase de víveres. La travesía continuó con paradas en Mozambique, Mombasa y Malindi, donde Vasco y el resto de la tripulación vivieron situaciones esperpénticas.

Tuvieron que fingir en la capital angoleña que su religión era la musulmana para ser bien recibidos, huyeron de Mombasa al sospechar que se les tendía una trampa y en Malindi fueron bien recibidos a raíz de la nefasta relación del jeque con su homólogo de Mombasa. Allí recibieron un guía que les llevó hacia la India en tan solo 23 días, arribando en Calicut, en la costa suroeste del país, el 20 de mayo de 1498. Casi un año de viaje en el que Vasco sufrió motines, una epidemia de escorbuto, tempestades terribles y la pérdida de uno de sus barcos en el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África.


Una de las proezas más grandes jamás logradas

¿Valió la pena el viaje? En un principio no, ya que el zamorín -término usado para los regidores feudales de la época en la India- Samutiri Manavikraman Raj no se sintió para nada impresionado por las mercancías portuguesas. Los comerciantes locales rechazaron por completo su presencia y fueron minusvalorados continuamente, por lo que a Vasco no le quedó más remedio que vender sus productos por debajo del precio de coste. Con lo que obtuvo, adquirió un pequeño botín de especias y joyas para su regreso a Portugal.

Partió de vuelta el 29 de agosto de 1498 con un acuerdo comercial conseguido por parte del zamorín para con el país ibérico, si bien sufrió la tración del regente cuando fue atacado por su flota a la cual derrotó. Finalmente, el 9 de septiembre de 1499 consiguió llegar a Lisboa, habiendo perdido en el camino otro barco más y a su propio hermano Paulo, el cual enterró en la isla Terceira de las Azores. La factura física y psicológica fue descomunal para Vasco, que fue obsequiado con 300.000 reales, el título de almirante del Mar de las Indias y una carta que le otorgaba total libertad de comercio.

Vasco Da Gama

A pesar del tremendo esfuerzo que había realizado, Vasco volvió a la India dos veces más. Consiguió avistar las Islas Seychelles en 1502, siendo el primer europeo en conseguirlo, y se apoderóa de tierras angoleñas en lo que fue su segundo viaje a la India. Fue nombrado conde de Vidigueira por Manuel I, por lo que fue el primer ciudadano portugués en conseguir tal título sin provenir de una rama aristocrática.

Su nombramiento como virrey de la India en 1524 le duró muy poco, pues se realizó con el objetivo de que regresase a suelo asiático 20 años después para poner orden frente a la corrupción portuguesa en la zona. La desgracia se apoderó de Vasco, el cual contrajo la malaria en Goa y falleció en Cochin, India, el 23 de diciembre de ese mismo año. Sus restos se encuentran actualmente en el monasterio de los Jerónimos de Belém, lugar donde descansa uno de los mayores exploradores de la historia.

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