Destiny 2: ni los Juegos de los guardianes logran remontar una temporada 10 bastante floja

Destiny 2: ni los Juegos de los guardianes logran remontar una temporada 10 bastante floja

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Destiny 2

Como me suele pasar cada cierto tiempo, hace unas semanas me volví a despedir de Destiny 2. Pero esta vez la despedida fue distinta a las anteriores. Fue algo más amarga, estaba verdaderamente cabreado con el juego, cuando normalmente lo he ido aparcando simplemente por tomarme un respiro y volver más adelante con más ganas. Es un juego que me gusta mucho.

Esta vez fue distinto, como digo, porque la Temporada 10 está siendo bastante floja. Ni siquiera el arranque de una especie de Juegos Olímpicos en forma de evento temporal llamado Juegos de guardianes ha logrado convencerme. Entré el martes pasado, cuando dieron comienzo, y tras ver de qué iba todo esto y llevar a cabo un asalto cerré el juego. Creo que no volveré a tocarlo hasta junio.

Un arranque muy flojo

Con cada nueva temporada llegan nuevas actividades que enlazan a nivel narrativo con la historia del juego y la van haciendo avanzar. En la temporada 9, por ejemplo, tuvimos una actividad muy chula llamada El Reloj Solar relacionada con Osiris en la que, por fases, debíamos ir avanzando y masacrando a todo bicho viviente hasta llegar al jefe final y obtener una serie de recompensas.

Además de esto, pudimos activar y mejorar una serie de obeliscos repartidos en distintos planetas introduciendo fractalina, un material que se ganaba llevando a cabo actividades. Todo con el objetivo de obtener las nuevas armas de la temporada y con un loop que, pese a la repetición, era en mi opinión más bien ligero y agradable.

No sólo eso: la temporada 9 nos dejó el puzzle más monstruoso que hemos visto en el juego hasta la fecha y que tuvo a la comunidad implicadísima para solucionarlo. Tras él se encontraba Bastión como recompensa, un arma excepcional que se ha convertido en una de las mejores para el Crisol por mérito propio. Diría que incluso está un poco rota todavía, pero mi punto es que fueron tres meses interesantes para Destiny 2.

Con la llegada de la temporada 10 dijimos adiós a los obeliscos y al Reloj Solar para saludar a los nuevos búnkeres de Rasputín y a uno tipo de evento público llamado Torre Serafina. En total hay tres búnkeres que se han ido abriendo de forma escalonada por semanas y no hay casi nada que incite a visitarlos. Al contrario: entrar en ellos es pesadísimo y mejorarlos implica llevar a cabo tareas muy poco agradecidas de forma repetitiva. Sí, en Destiny 2 todo se basa en la repetición de actividades, pero hay formas buenas de incitarte a ello y formas malas. Las que proponen los búnkeres son de las malas.

El evento Torre Serafina es otro hito del aburrimiento. Digamos que es una especie de Protocolo de Aumento en el que además de tener que enfrentarnos a oleadas y más oleadas de enemigos hay que defender unas torres. La mecánica es tan sencilla como soporífera, no hay nada que invite a llevarla a cabo una y otra vez. Y ahí es donde finaliza el loop de esta temporada, básicamente. No hay mucho más. Ni los búnkeres ni la nueva actividad son lo suficientemente interesantes como para mantenerme ahí durante tres meses.

Los Juegos de los guardianes, una nueva oportunidad perdida

El martes 21 de abril, hace apenas dos días, llegó a Destiny 2 un nuevo evento temporal llamado Juegos de los guardianes y para allá que me fui, claro. Mi idea era comprobar si, después de haberlo abandonado en marzo, esta novedad era lo suficientemente chula como para volver a entrar a diario para pasar unos buenos ratos más de un mes después. Echo de menos ese ratito al día con mis guardianes, qué le vamos a hacer.

El evento en sí no es más que una competición entre las tres clases disponibles, Cazadores, Hechiceros y Titanes, para ver cuál de ellas es la mejor, lo cual parece ser que se establecerá en función de la cantidad de medallas que los jugadores de todo el mundo ganen llevando a cabo actividades y cumpliendo contratos durante las tres semanas que duran estos Juegos de guardianes. Y de nuevo, tristemente, todo es bastante aburrido.

Lo mejor de los Juegos de los guardianes es cómo está decorada la Torre para la ocasión, con eso creo que lo digo todo. Soy fan de Destiny, llevo alrededor de 400 horas jugadas a Destiny 2, y lo que busco en el juego de Bungie no es esto. Está muy bien ponerle colorines y adornos a la Torre, así como sacar nuevas armaduras relacionadas con el evento, pero no de esta forma: todas estas nuevas piezas de armadura tan chulas y coloridas, además del resto de objetos y emotes, están disponibles únicamente en el Eververso, la tienda del juego. No se pueden desbloquear directamente participando en los Juegos de los guardianes.

Un evento pensado para hacerte pasar por la tienda, aunque la moneda de cambio sea el polvo luminoso y la no plata (la cual sólo se puede adquirir con dinero real), no es lo que queremos. Y luego está el propio funcionamiento de la competición: contratos y más contratos de los de ve y haz asaltos, mata enemigos con granadas o elíminalos a puñetazos, pero también contratos sobre completar contratos, para rizar el rizo. Un auténtico despropósito que, de nuevo, no me ofrece los incentivos suficientes como para querer entrar cada día a echar unas horas. Y quiero volver, de verdad que sí, pero por ahora no va a poder ser.

Por último están las Pruebas de Osiris, tan esperadas antes como odiadas ahora, que llegaron junto a la nueva temporada. Yo no me he metido ni una vez, básicamente porque no tengo gente con la que hacer equipo (es importante aquí), así que no puedo hablar sobre mi experiencia, pero sólo he visto quejas sobre cómo está montada esta actividad y lo mucho que una parte importante de los jugadores más experimentados están rompiendo el sistema en su beneficio.

En fin, como por opciones no será, hasta que arranque la próxima temporada en junio me dedicaré a otras cosas y seguiré echándole un ojo de vez en cuando a las novedades de Destiny 2 por si surge alguna buena razón para volver. Porque quiero volver.

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