Hace unos días el gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos confirmaba la intención de regular las cajas de botín. La propuesta plantea la investigación de la actual situación del videojuego respecto a estas prácticas para comprobar si medidas como las de Bélgica o Francia también son aplicables en España.
El Ministro de Consumo Alberto Garzón ha profundizado más sobre el plan en una reciente entrevista a eldiario.es. En ella desvela qué ha llevado al nuevo gobierno a investigar este asunto y cuáles son los siguientes pasos a seguir.
Sobre los juegos de azar en videojuegos
"Puedes pagar con la tarjeta de tu padre, 5, 10, 20 euros, para acceder a ver si es una camiseta de un jugador mejor, un equipo de fútbol que corra más, un arma para un juego de estrategia o, en definitiva, una mejora en la capacidad de juego. Introduce un consumo compulsivo que en otros países se ha considerado juego de azar".
Garzón asegura que en casos que persigan esa práctica hay un componente de juego de azar que puede resultar peligroso. Además, al dirigirse a menores se estaría incumpliendo la ley y eso acabaría derivando en sanciones a las compañías.
"Es muy parecido a una tragaperras en la que introduces cinco euros para obtener un arma. ¿No es la que te ha gustado? cinco más. Estás normalizando, banalizando los efectos sobre la salud que tiene el consumo del juego de azar".
"Carecemos de toda la información necesaria"
Pese a ello reconoce que estamos ante algo que puede ser problemático y que, por estar muchos juegos orientados a menores de 18 años, debe ser estudiado en profundidad antes de afirmar con rotundidad que el problema existe.
"Otros países lo han regulado o lo están intentando prohibir, y nosotros tenemos que explorar cuál es la realidad en este momento, pero ahora mismo carecemos de toda la información necesaria y tenemos que hacer esta primera exploración".
La única medida en firme por parte de España relacionada con las cajas de botín se remonta a septiembre de 2018, cuando el gobierno se adscribió a una declaración firmada por 16 países en la que se comprometían a investigar y trabajar para regular la situación.
La reunión supuso también la validación de un sello PEGI destinado a informar a los consumidores si el juego que estaban a punto de comprar incluía o no compras in-game.
Queda por ver si las medidas que sigan a la citada investigación toman el camino de Francia, con juegos como CS:GO mostrando qué incluyen dentro las cajas de botín, o toman caminos más drásticos como la prohibición belga.
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