He decidido poner comillas en el título del post porque la noticia a la que hace referencia me parece a todas luces descabellada. La conocida cadena comercial Gamestop ha sido demandada por un tal Collins que dice sentirse estafado. Este personaje asegura que la venta de juegos de segunda mano que ofrecen estas tiendas induce al engaño y que la información que se puede leer en las cajas de ciertos juegos no se corresponde con lo que se encuentra realmente cuando los cargas en tu consola.
Como sabemos los poseedores de tan fantástica joya, la edición especial de ‘Dragon Age: Origins’ regalaba preciado contenido descargable. Collins, tras comprar una copia de segunda mano por cinco euros menos que la edición sin estrenar (¿?), intentó acceder a dicho material. Para su sorpresa, se dio cuenta de que le era imposible porque este había sido ya utilizado por su comprador original. De esta forma se veía obligado a desembolsar quince euros por algo que había sido prometido gratis.
Ejem, podríamos pensar que este tipo es rematadamente tonto, pero viendo la demanda colectiva que le ha colado a Gamestop con la que pide cinco millones de dólares, igual resulta que es muy listo. O eso o es un agente especial contratado por las distribuidoras y desarrolladoras de juegos para asustar a las franquicias que se dedican a venderlos. No es precisamente un secreto la animadversión del sector por algo tan legal y legítimo como es el mercado de segunda mano. Lo dicho, sólo para locos.
Vía | Meristation
En Vidaextra | El futuro del mercado de segunda mano
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