Newzoo, una compañía dedicada específicamente a analizar datos dentro del mundo de los juegos y de los esports, ha realizado un estudio exhaustivo sobre la comunidad de jugadores y su relación con los videojuegos; y sus resultados demográficos arrojan cifras más que interesantes.
Las datos, cabe aclarar antes de nada, han sido extraídos consultando y analizando los hábitos de consumo de personas pertenecientes a más de 30 mercados distintos en todo el mundo.
Dicho esto, lo que más destaca es sin duda que más de mil millones de mujeres consumen, juegan o disfrutan con los videojuegos; lo que, según el estudio, las convierte en un 46% del total dentro de la comunidad de jugadores.
Para llegar a estas cifras el estudio divide a los jugadores en ocho grupos distintos, clasificados según sus hábitos. Así, nos encontramos tanto con gente que disfruta simplemente viendo a otros jugar -ya sea en persona o a través de plataformas de streaming- como a personas que compran juegos y disfrutan de manera habitual con el medio.
Según Newzoo, las tres categorías en las que destacaría la presencia de mujeres son la de personas que juegan para pasar el rato -especialmente en plataformas móviles-, con un 36%; la de quienes prefieren juegos con valores de producción altos por encima de un hardware potente para moverlos -el estudio asocia a esta gente a cosas como el cloud gaming, por ejemplo-, con un 19%; y la de aquellos que simplemente disfrutan viendo cosas como gameplays o streamings sin necesidad de participar, con un 14%.
Los jugadores masculinos optan por categorías similares, aunque con diferencias en los porcentajes: el primero sería el de aquellas personas más interesadas en los juegos que en dónde jugarlos, con un 21%; el segundo son quienes juegan para pasar el rato, con un 19%; y el tercero hace referencia a un tipo distinto, el jugador tradicional, que supera con un 15% el porcentaje de mujeres equivalentes dentro de este sector -por solo un 6%, eso sí-.
Para finalizar con algunos datos curiosos, destacar que el grupo más equilibrado entre ambos sexos sería el de gente que prefiere ver por encima de jugar (con un ratio del 54-46), o que el grupo de mujeres más próximas a lo que conocemos como jugador tradicional está situado sobre todo en la franja de edad que va desde los 26 a los 30 años; desplazando al de jugadoras más casuales hasta los 51-65 años.
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