Nadie se enamoró tanto de Notre Dame como Ubisoft en Assassin's Creed Unity

Nadie se enamoró tanto de Notre Dame como Ubisoft en Assassin's Creed Unity

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Notre Dame

Durante el día de ayer, a causa de un incendio no provocado, ardió uno de los símbolos del gótico europeo y de la ciudad de París. Un edificio emblemático que sobrevivió a la tumultuosa Revolución Francesa, que resistió los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y que hace menos de 24 horas sufrió un nuevo golpe cuyo impacto real tardaremos mucho en poder valorar como se debe.

Lamentar la destrucción y pérdida de algo que lleva siglos en pie es natural, por todo lo que ha representado a lo largo de tanto tiempo, pero hay que recordar también el enorme legado que nos deja. Un pedazo grande de historia que, gracias a Ubisoft y al cariño que profesó por la ciudad en general y por este edificio en concreto durante el desarrollo de Assassin's Creed Unity, podemos revivir no solo en nuestra memoria.

Publicado a finales de 2014, el que fue el primer juego de la saga en salir exclusivamente en consolas de octava generación vio un nuevo cambio de localización con respecto a sus últimas entregas, marcando el regreso al Viejo Continente desde la publicación de Assassin's Creed Revelations, tres años antes. Su salto a Francia fue especial no solo por esto, sino también por ser el país que vio nacer a la propia compañía, con todo lo que ello implica a nivel emocional.

Es necesario aclarar que la tarea de desarrollarlo no recayó aún así en un estudio francés, sino en el canadiense Ubisoft Montreal; pero también es justo decir que eso no provocó que la representación de París durante la Revolución Francesa fuese menos minuciosa o dedicada. De hecho, si hay un monumento que nos puede servir como testimonio de todo ese enorme volumen de trabajo, ese es precisamente la Catedral de Notre Dame.

Acu Notre Dame

La compañía francesa quiso que este enorme edificio eclesiástico, cuya construcción inicial data del siglo XII, fuera un punto importante sobre el que orbita el resto del mapa; como señalando su estatus predominante en una ciudad que puede presumir largo y tendido en cuanto a patrimonio. Buena prueba de ello es que, mientras que otros muchos edificios tuvieron que ser adaptados en cuanto a tamaño para encajar en el espacio a nuestra disposición, Notre Dame fue recreado prácticamente a escala, con una pasión por el detalle que se tradujo en casi 5.000 horas invertidas en trasladar tanto el interior como el exterior; y en cerca de dos años de trabajo en total.

Notre Dame fue recreado prácticamente a escala, con una pasión por el detalle que se tradujo en casi 5.000 horas invertidas

Todo el mérito de esto recae sobre una sola persona, la diseñadora de niveles Caroline Miousse, quien llegó a afirmar que el 80% de su trabajo en el juego se redujo a este lugar en concreto. Una enorme inversión de recursos asociada, como es lógico, a una investigación exhaustiva -cerca de 14 meses- en la que hubo que equilibrar rigurosidad histórica con ciertas licencias artísticas. Como muestra podemos hablar de las enormes agujas que hasta ahora presidían los techos del edificio, inexistentes en el momento en el que se ambienta el juego pero añadidas igualmente por ser parte fundamental de cómo la gente piensa en el conjunto arquitectónico.

Sobre este tipo de licencias hay de hecho otro detalle curioso, relacionado en este caso con las enormes vidrieras que caracterizan el gótico y que destacan especialmente en el rosetón de la catedral parisina, decorando e iluminando junto al resto de ventanales su interior. El enorme nivel de detalle alcanzado por los diseñadores de Ubisoft se extendió, como decimos, a todos los rincones del edificio, pero a la hora de representar este elemento en concreto surgió un problema: sus diseños, a diferencia del resto de la catedral, no forman parte del dominio público.

La solución que el estudio llevó a cabo, mucho más laboriosa, fue crear todo un conjunto de vidrieras únicas, diseñadas por ellos mismos, que pudiesen crear aún así esa sensación de luz y espiritualidad que emana del edificio. Un testimonio más de lo increíblemente comprometido que estaba el equipo con el proyecto, y del amor volcado en todos los rincones de un conjunto arquitectónico único en el mundo.

Para Ubisoft Montreal acertar en estos puntos clave de su ambientación, por muy nimios que fueran, era una prioridad dentro del desarrollo. En palabras de Maxime Durand, uno de los historiadores asociados al juego, "dedicamos un montón de tiempo a trabajar en detallitos que la gente no iba a ver, pero son precisamente esos detalles los que nos permiten equilibrar las libertades creativas que los diseñadores tienen que tomarse en otros aspectos de la ciudad". Un equilibrio que se muestra en cada rincón de la ciudad de la luz, y que aún a día de hoy y pese a los problemas técnicos que se suelen asociar a esta entrega, funciona como uno de los mejores ejemplos interactivos de ciudad que hayamos visto representados en nuestras pantallas.

Mapa Grande Ac Unity

En el debate sobre cuál es la función de los videojuegos tendemos a olvidar que pueden, y de hecho lo hacen, ir más allá del arte o la mera diversión. Para Caroline, tras miles de horas de trabajo dedicadas exclusivamente a Notre Dame, ver por primera vez la enorme catedral en persona supuso una enorme emoción, pero también la sensación de haber estado allí antes y de sentirla como una parte de ella misma. Algo que, en el fondo, era así.

Quizás nosotros nos lleguemos a tanto, pero en días como hoy es reconfortante saber que toda esa pasión nos permite a nosotros vencer el paso del tiempo, reviviendo largas caminatas por lugares como Notre Dame o La Bastilla que no solo dependerán de nuestros recuerdos.

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