'Mass Effect 3' para Xbox 360: análisis

'Mass Effect 3' para Xbox 360: análisis
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Hay experiencias que te marcan de por vida. Aventuras que vives y que le acabarás contando a tus nietos. A veces se nos presentan en forma de vivencias personales que compartimos con los seres queridos, otras llegan en forma de películas inolvidables que marcan tu infancia o tu adolescencia, de libros que te hacen imaginar mundos increíbles que recordarás por siempre y a día de hoy también en forma de videojuego. Toca hablar de palabras mayores, toca hablar de ‘Mass Effect 3’.

Pero es complicado, muy complicado. ¿Cómo valorar sólo esta tercera entrega de la saga y no dejarse llevar por su épico conjunto? ¿Acaso la tercera parte de una trilogía tiene sentido sin las otras dos? Y es que ‘Mass Effect 3’ está diseñado por y para los fans de la franquicia.

Sí, podrán disfrutarlo todos, pero sólo lo exprimirán a tope aquellos que se engancharon al ‘Mass Effect’ original y a su continuación. Sólo ellos entenderán las auto referencias, los guiños a aventuras pasadas, las frases que se captan al vuelo en la ciudadela y que se refieren a aquella decisión comprometida que tomaste unos juegos atrás, las bromas que sueltan algunos ciudadanos, el respeto y la admiración que despierta tu personaje al entrar en una sala, el asombro de aquellos que conocen tu leyenda… en definitiva, todo aquello que convierte a este juego en algo más y que hace imposible su valoración al margen de la saga que se encarga de clausurar.

Sí, ya se que no está exento de polémicas, que algunos bugs se empeñan en aparecer y fastidiar nuestro avance y que su controvertido final ha provocado la ira de muchos, que BioWare podía haberse estirado más, que muchos usuarios se sienten engañados por el multiplayer y la necesidad de jugarlo para aumentar el % de EMF y que siempre podrán echarles en cara alguna que otra promesa incumplida… pero desenfocad la vista. El juego es más que todo eso, Ítaka es el viaje y no el destino y si estamos dispuestos a disfrutarlo lo vamos a pasar bien.

‘Mass Effect 3’, la fuerza de los personajes

Mass Effect 3

¿Nunca habéis soñado con las estrellas? ¿Con sus secretos? Yo sí. Me he pasado mi niñez imaginando qué demonios debe de haber ahí arriba, soñando con naves espaciales, con otras civilizaciones, imaginando un futuro en el que el ser humano puede cohabitar civilizadamente con otros seres. Un lugar en el que la tecnología todo lo puede y en el que hemos dejado atrás las barreras que a día de hoy parecen insalvables. Quizá por eso Star Trek y Star Wars dibujaban para mi mundos llenos de posibilidades.

Mundos que además de ser fantásticos eran habitados por personajes entrañables que todo aventurero galáctico querría tener de su lado. La templanza del Capitán Picard, el arrojo de Han Solo, la sabiduría de Yoda y de Obi-Wan, los conocimientos tecnológicos de Data o de La Forge, la lógica de Spock, la amistad inquebrantable de Chewbacca, la valentía de la Princesa Leia o de Siete de Nueve… clichés si queréis verlos así, pero también personajes magnéticos que te atrapan en sus maquinaciones y aventuras.

‘Mass Effect 3’ y por contagio toda la franquicia, representa un sueño hecho realidad para los que una vez soñamos ser parte de la tripulación de la Enterprise o derribar Tie Fighters con Luke. Sus personajes están vivos y lo que es mejor, ya los conoces. Habéis vivido aventuras previamente, de hecho en los anteriores juegos los fuiste conociendo a todos, y ahora os preparáis para la que va a ser la misión más dura de todas. Una misión de la que no sabes si regresarás. Pero te importa hacerlo y hacerlo bien.

Mass Effect 3

Conoces cómo se comportan, lo que sienten, lo que se juegan acompañándote, lo que perdieron, lo que sacrificarían por ti. Tu mismo has ido forjando esa amistad y ahora, cuando puede que decisiones tuyas les afecten de manera directa, tiemblas. Es lógico. Al fin y al cabo ¿quién quiere fastidiar a un amigo tan cercano como Garrus? ¿Y a ese krogan bruto pero de buen corazón que te ha salvado el cuello tantas veces? ¿Decepcionar a la alienígena enmascarada más dulce de toda la galaxia? ¿A Joker, el piloto que te ha seguido en todas tus aventuras sin rechistar y sin perder el humor? Imposible.

Estos personajes te importan y por ellos vas a partirle la cara a quien sea. Pocos juegos consiguen esa identificación con los protagonistas y es que, caramba, están muy bien desarrollados. Pero sólo entenderéis la dimensión que tienen si disfrutasteis de las anteriores entregas. Sólo entonces es cuando realmente se vislumbra la demoledora tarea de concepción y desarrollo que BioWare ha emprendido con esta saga.

El tono trágico

Dicen que la grandeza de un hombre se mide por la talla de sus enemigos y en ‘Mass Effect 3’ el dicho se lleva al extremo. Desde el inicio el tono del juego, más lúgubre y oscuro que en otras ocasiones, va encaminado a un desenlace que de difícil manera puede acabar bien. Es una misión suicida, un riesgo inconmensurable, un enfrentamiento contra un enemigo que nos supera en número y potencia de fuego. Los Segadores son la mayor amenaza que ha parido nadie en el mundo de los videojuegos y nuestro deber es acabar con ellos.

Me3

Ya no se trata de ganar una guerra contra un enemigo que quiere conquistar un planeta, o detener a un Dios enloquecido que planea castigar a la humanidad… yo que se, cualquier motivo que en otro juego parezca grande aquí se queda reducido a nada al compararse con la salvajada que planean estas bestias de metal y ADN. Exterminar toda la vida inteligente, convertirla en papilla de la manera más bestia que puedan volver dentro de 50.000 años a hacer lo mismo. Además, en el camino pueden entrar en la mente de pobres desgraciados y reventarlos hasta tener su control absoluto para usarlos como infiltrados y acabar saboteando a su propia especie. Unos angelitos, vamos.

Por eso ‘Mass Effect 3’ deja muy claro desde el principio que la cosa nos va a costar. Que la aventura merecerá la pena (todo destino imposible de lograr plantea un viaje épico) y que la muerte acecha tras cada esquina. Si nuestras decisiones antes podían representar la diferencia entre la vida y la muerte ahora representan mucho más. Perder amigos, seres queridos, civilizaciones enteras, forjar alianzas entre enemigos irreconciliables, convencer a civiles para que se lancen a la más cruenta de las batallas… todo en ‘Mass Effect 3’ huele a despedida desde el primer momento. Y nadie dijo que las despedidas fuesen fáciles. De hecho los grandes héroes se van haciendo ruido y Shepard es un gran héroe.

Más simple, ¿mejor?

Pero dejémonos de zarandajas y analicemos sólo algunos aspectos clave de las mecánicas de juego y del apartado visual que ofrece esta tercera entrega. El juego se ha casualizado (permitidme la expresión) progresivamente desde su primera entrega y ha ido perdiendo elementos que le restaban ritmo y agilidad en pos de centrarse más en la historia y en la vivencia de Shepard y su galaxia.

Mass Effect 3 Galaxy

Puede que seamos nosotros los que hemos forzado el cambio. Cada vez queremos cosas más directas, más masticadas, más sencillas y que nos hagan perder menos tiempo en preparativos. Los que pensáis así encontraréis en ‘Mass Effect 3’ el tono perfecto entre juego de tiros, rol y narración. Los que busquéis menús infinitos, recolección inabarcable de recursos, personalización extrema de armas, equipo y características no lo encontraréis. Puede que os sepa a poco, pero también puede que su absorbente historia lo compense. No digáis que no os he avisado.

Recolectar recursos será ahora mucho más sencillo que antes. Ya os podéis ir olvidando de rastrear completamente un planeta o de recorrerlo con el MAKO como en el primer ‘Mass Effect’. Ahora al escanear en busca de algo nos marca a dónde debemos dirigirnos y en 15 segundos lo tendremos en nuestro haber. Pero no todo iba a ser fácil y BioWare ha tomado una serie de decisiones que no acabo de comprender. En misiones secundarias, por ejemplo, el códice no se actualiza aportando nuevos datos sobre el estado de la misma (debemos recordar si hemos obtenido lo que se nos pide) y resulta casi imposible saber en qué estado la tenemos.

Illusive Man

Por ejemplo, si un Hanar nos pide que le entreguemos un objeto de su planeta de origen en el códice sólo saldrá que debemos buscarlo y entregárselo. Pero una vez encontrado no se actualizará con un “ya tienes el objeto”. De manera que si acabamos nuestra sesión y volvemos a jugar al cabo de unos días no tenemos pistas sobre el estado en el que se encuentran las diez o doce misiones secundarias que podemos llegar a tener. A mi me ha causado más de un dolor de cabeza ya que ir a la Ciudadela para comprobar si surgen nuevos individuos en el mapa es un coñazo.

Mejorando el aspecto gráfico de ‘Mass Effect’

A nivel visual el juego es el mejor de todos de la saga, sin lugar a duda. El Unreal Engine 3 se esfuerza para conseguir presentar unos entornos ricos, llenos de detalles, de construcciones inmensas y colorido preciosista que, además, se ven rematados muchas veces con unos colosos impresionantes de fondo que sin duda son el gran acierto del juego. Los Segadores están presentes y su peligro se nota en cada pixel. Desde el ruido que emiten (un 10 para el responsable de sonido, jamás habían dado tanto miedo y habían sido tan característicos), sus movimientos o su aterrador láser rojo. Como os decía antes el añadirlos de fondo (en las pantallas en las que salen) multiplica la escala épica de nuestra misión y nos recuerda constantemente lo imposible de la misma.

Mass Effect 3

Eso sí, los primeros momentos serán duros. Y es que no se puede evitar tener una cierta sensación de tosquedad durante los primeros compases del juego. Cuando aprendemos a controlar al comandante necesitaremos unos minutos de adaptación a la particular fórmula del juego. Animaciones, detalles, acabado… los primeros cinco o diez minutos no son de lo mejor del juego y no están a la altura. Por fortuna enseguida pasa y el juego vuelve a ponerse en forma enseguida.

De todos modos la fuerza del juego nunca ha sido su apartado visual aunque es cierto que en BioWare lo han cuidado al máximo y su equipo de artistas siempre ha dado la talla. De hecho creo que en toda la trilogía de ‘Mass Effect’ han demostrado ser de lo mejorcito del sector. Tanto a nivel de diseño de personajes como de escenarios. Me compré hace unos días este libro de arte conceptual que os recomiendo sin dudarlo y que engloba bocetos y arte desarrollado para los tres juegos.

La extraña decisión de la Fuerza Militar Efectiva en ‘Mass Effect 3’

ME3 EMF

Este, para mi, es el gran punto oscuro del juego. Una decisión polémica que sólo se sostiene bajo criterios puramente comerciales y que desde luego no beneficia al jugador. El título nos pide una fuerza militar determinada para atacar en el gran combate final a los Segadores y nuestra misión es ir adhiriendo fuerzas y poderío bélico durante el transcurso del juego.

Ese poderío bélico (representado por un número, por ejemplo 6.000) al final acabará dividiéndose por un porcentaje llamado “Grado de disposición Galáctica” que de inicio es un 50%. Dicho de otro modo, si durante el juego obtenemos 6.000 puntos de fuerza militar, acabarán siendo 3.000 de Fuerza Militar Efectiva de cara a la confrontación final.

Dependiendo de la Fuerza Militar Efectiva que tengamos al final podremos tener varios finales más o menos buenos. El problema radica en que para subir el % por el que se divide nuestro poderío bélico (ese 50%) debemos jugar al multiplayer y/o obtener puntos con el ‘Mass Effect Infiltrator’ de iOs. Vamos, que debemos pagar ya sea por el pase online (si nos dejan el juego), por el acceso al multiplayer (si tenemos Xbox 360) o por el juego para móviles (si tenemos iPad o iPhone) además del precio al que se vende el juego.

Una situación que ha provocado la ira de muchos jugones que se han sentido estafados y que, como decía al principio, sólo se sostiene por criterios puramente comerciales. Esa no es la mejor manera de tratar a los fieles aficionados que se han ido comprando los juegos de la franquicia y que ven como ahora deben seguir aflojando pasta para obtener un final más o menos bueno (si es que eso existe en este juego).

Sobre su polémico final

Ya os decía que para mi lo importante de ‘Mass Effect’ es el camino. El haber conocido a unos personajes que recordaré durante mucho tiempo y que han conseguido hacerse un huequecito en mi imaginario videojueguil. Garrus, Tali, Liara, Anderson, Wrex, Legion, Shepard… es complicado pensar en una trilogía que haya aportado tantos personajes y de tanto nivel al mundo de los videojuegos. Y lo mismo va por el mundo y las historias que se han diseñado para la ocasión. La genofagia, la guerra del primer contacto, el despertar geth, la ciudadela, los turianos, la invasión rachni… el universo del juego es tan rico y me lo he pasado tan bien durante estos años que realmente lo que me sabe mal no es el final. Lo que me sabe mal es que acabe.

Y aunque yo, como mi compañero Gallego, también creo en lo que nos explicó hace unos días, puedo llegar a entender a los que querían algo más. El final es corto, apoteósico, pero corto y parco en explicaciones. Quizá deja demasiadas cosas abiertas para lo que había sido norma en la franquicia. Esperemos pues que el DLC gratuito que llegará en verano aporte luz sobre aquellos que necesitan más detalles.

Pero para los demás, un pequeño consejo. Disfrutad. Disfrutad de la mejor trilogía de esta generación. Disfrutad de una de las mejores historias que se han parido en el mundo de los videojuegos y dejad que ese niño que soñaba con estrellas y planetas lejanos que todos tenemos en el interior vuelva a surgir con más fuerza que nunca.

Los relees de masa, los segadores, los Turianos, la Alianza de Sistemas, las Asari, la misteriosa Tali, la colosal Ciudadela, la música de Jack Wall… por dios, cuantas horas recorriendo el puente de la Normandía por el simple hecho de pasear en mi nave espacial. Me da igual como acabe, lo que no quiero es que acabe. Nunca.

Mass Effect 3 | Xbox 360

Mass Effect 3
  • Plataformas: Xbox 360 (Versión analizada), PS3, PC

  • Desarrollador: BioWare

  • Distribuidor: Electronic Arts

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 59 euros

   <p>Mass Effect 3 llega de la mano de BioWare y Electronic Arts para cerrar una de las trilogías más aclamadas de la generación actual de consolas. La lucha que emprende el Comandante Shepard por salvar a la galaxia de la oscura fuerza de los Segadores llega a su fin.</p>

Vídeo | Youtube

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