Tenía ciertas dudas en torno a 'Bloodborne'. Lo había probado unos minutos en la pasada Madrid Games Week y me gustó, sí, pero no como para comprarlo de salida. Sensación que ha cambiado ahora tras probar a fondo su versión preview, especialmente por lo desafiante que resulta.
No es ninguna novedad, en cualquier caso, hablando de From Software, el mismo estudio de la saga 'Dark Souls', pero alegra saber que el estudio nipón sigue haciendo las cosas bien y nos plantea retos interesantes. Y eso que me pasó una cosa de lo más graciosa al inicio. Ya veréis.
Resulta que en esta versión se nos planta justo al inicio de 'Bloodborne', pudiendo crear a nuestro personaje desde cero y optando por algunos estilos prefijados para tomar como referencia según nuestro estilo. Hasta aquí todo bien. Y el que quiera modificar rasgos del aspecto, tendrá múltiples opciones a tener en cuenta. Yo no me comí mucho el tarro, que lo que importa es lo de dentro.
El caso es que hechos los preparativos, aparecemos en una mansión encantada y en uno de sus pasillos se encuentra un hombre lobo. Nosotros, desarmados, no podemos hacer otra cosa que escapar de él... o liarnos a puñetazos. Esta última opción no es la recomendable, pero fue por la que opté. Y me mató, claro. Al suceder esto aparecemos automáticamente en el Sueño del cazador.
El Sueño del cazador en Bloodborne
Lo gracioso viene ahora. Soy de los que se paran a explorar cada recoveco de cualquier lugar, pero en esta zona segura que no es solamente nuestro punto de partida, sino mucho más, como la tienda donde comprar equipo u objetos y recibir consejos, ya de paso, se me pasó subir por ciertas escaleras para cobrar dos regalos en forma de armas (a corta distancia y de fuego). Total, que habiéndome dejado tan importante detalle, regresé a la ciudad de Yharnam, empezando por la mansión en la que me había matado el hombre lobo, pero esta vez pasando de él.
Tras esa parte llegué a un cementerio que servía de introducción a la citada Yharnam y que esta vez sí que me resultaba familiar, puesto que era la misma zona que había probado en la Madrid Games Week. La diferencia es que no iba equipado. Iluso de mí me decía una y otra vez: ya me darán las armas. Pero no. Al primer enemigo lo tuve que abatir a puñetazos. Luego me aparecieron dos más y me mosqueé. No podía entablar combates a puño descubierto, así que opté por escapar y adentrarme en lo más hondo de la ciudad. No paré de sortear enemigos mientras aumentaba el peligro exponencialmente al ser cada vez más numerosos y salir de los sitios más recónditos.
Pero es que ya no solamente eran humanos con pinta de crápulas y equipados con distintas armas, sino también perros rabiosos, cuervos gigantes y otros series con pinta de pocos amigos. Hasta que llegado a un punto, tras activar una compuerta y adentrarme más en los suburbios, llegó lo que era un secreto a voces: que tenía que morir por tonto. Y eso que había aguantado lo indecible.
Lógicamente, en mi regreso al Sueño del cazador ya sí que pude corregir mi error al no haberme equipado con esas dos armas (nos dan a elegir varias; en mi caso opté por una cuchilla y una pistola simple) y desde ese momento lo vi todo de otro color. O dicho de otro modo: que el juego se volvió ostensiblemente más fácil. Pero no me malinterpretéis, ojo, que 'Bloodborne' supone un desafío constante. Sin embargo ahora que podía atacar en condiciones y como ya estaba tan habituado a esquivar (y muy bien, además) me resultó más paseo de lo que pensaba. De hecho no me volvieron a matar hasta que por un despiste, ya al final de la partida, me sorprendió un jefazo de sopetón.
¡Nada de aporrear botones en los combates!
En la hora de juego con 'Bloodborne' tuve tiempo más que suficiente para habituarme a los controles. Aquí, al igual que otros trabajos de From Software, cualquier enemigo nos puede aguar la fiesta si nos despistamos. Hay que saber bien cuáles son sus patrones de ataque y saber cuál es el momento idóneo para atacar. Había uno muy puñetero que tenía una antorcha como complemento a un arma afilada: a veces atacaba con esta última, otras veces optaba por quemarnos.
La impaciencia se paga con sangre, eso hay que ternerlo muy claro. Pero no solamente a la hora de calcular mal un golpe porque se nos adelanta el enemigo, sino también por aporrear indebidamente los botones, puesto que 'Bloodborne' memoriza todas las pulsaciones y las realiza después. Para que os hagáis a la idea, si en menos de un segundo pulsamos uno de los botones de ataque tres veces, nuestro personaje hará esos tres ataques aunque le lleven tres segundos. Por lo tanto, no es nada recomendable utilizar esta técnica a la desesperada cuando nos enfrentamos a enemigos resistentes, porque seguramente uno de los comandos que quedaron "en memoria" coincidirá con un ataque contundente del enemigo y nos quitará mucha vida. Habrá que ir poco a poco calculando cada acometida. Es un aspecto que me gustó mucho al premiar más la habilidad.
Volviendo al Sueño del cazador, hay que mencionar varias diferencias dependiendo de cómo regresemos a esa zona. Si lo hacemos por medio de un punto de teletransporte, conservaremos los ecos de sangre que nos hayan dado los enemigos derrotados, mientras que si llegamos al Sueño del cazador tras habernos matado, perderemos todos los ecos de sangre acumulados. Esto me pasó, claro está, cuando me eliminó aquel jefazo que me sorprendió. Y me fastidió lo indecible al haber barrido todos los monstruos del lugar y haber acumulado una importante suma de ecos de sangre, suficiente para comprar cualquier cosa en el Sueño del cazador. Sí, esta sangre es dinero.
Otro aspecto a tener en cuenta al viajar al Sueño del cazador, independientemente de que lo hagamos de forma voluntaria o involuntaria (falleciendo), es que los enemigos se resetean y vuelven a aparecer. No así, ojo, para las puertas que hayamos abierto para progresar por Yharnam. Y personalmente lo agradezco, así no es ningún paseo y también podemos conseguir más "dinero".
Bloodborne: efectivo en las distancias cortas
Me ha gustado también que se le haya dado más peso a los combates a corta distancia sabiendo, más que nada, que en 'Bloodborne' también contaremos con armas de fuego. No me gustaría que esto se convirtiese en un Third-Person Shooter a pesar de que también me encanta ese género. Aquí lo que resulta más efectivo son los duelos con nuestra cuchilla, hacha o cualquier otra arma blanca o pesada que afrontar un combate con un arma de fuego, puesto que ésta hace menos daño y la munición escasea. Aunque tranquilos, que los enemigos también sueltan balas de mercurio.
De hecho contra uno de los enemigos más duros, una especie de caballero bastante orondo equipado con un hacha descomunal, tuve que debilitarlo con unas cuantas balas de mercurio y varios cócteles molotov, puesto que con él fui un poco loco al principio. Lo malo es que pensé que estaba custodiando algún objeto de valor y fue una pérdida de tiempo. Pero mereció la pena derrotarlo.
En definitiva, From Software parece seguir en una línea ascendente ideal para los que busquen desafíos. Este estudio lo logró con la saga 'Dark Souls', y no parece que vaya a defraudar aquí.
Plataformas: PS4 (versión analizada)
Multijugador: sí, online (hasta tres jugadores)
Desarrollador: From Software
Compañía: Sony Computer Entertainment
Lanzamiento: 25 de marzo de 2015
Precio: 69,99 euros
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