Aprovechando el lanzamiento del sobresaliente Desperados III de Mimimi Games, me apetecía hablar en profundidad sobre aquel Desperados: Wanted Dead or Alive de Spellbound Entertainment que lo inició todo en el año 2001 y como gran rival del Commandos: Behind the Enemy Lines de Pyro Studios lanzado en 1998.
Tres años de diferencia para un juego que supo interpretar todo lo que hizo bien el clásico juego español y llevarlo a su terreno, con una ambientación en el Salvaje Oeste que sigue perdurando como una de las más recordadas. De hecho, Spellbound le seguiría plantando cara con el inolvidable Robin Hood: La Leyenda de Sherwood justo al año siguiente. Pero, ¿qué tal se conserva Desperados?
Estrategia en tiempo real de buena calidad
Por medio de una cinemática que ha envejecido francamente mal, Desperados: Wanted Dead or Alive nos mostraba a unos bandidos asaltando un ferrocarril en movimiento para hacerse con el dinero, matando a las personas que iban en un vagón y explotando la dinamita poco después para salir de ahí pitando sin haberse bajado prácticamente de sus caballos. Lógicamente, justo después, se pide una recompensa por esos sujetos, vivos o muertos. Y John Cooper quiere el dinero.
Lo que no esperaba el protagonista de esta historia es que hubiese intereses ocultos detrás, al acudir justamente a la persona menos indicada. Pero el vaquero Cooper no era un don nadie y supo reclutar a un equipo lo suficiente variado y competente en distintas materias como para afrontar con garantías esa misión.
Estábamos ante un juego similar al citado Commandos, donde se mantenía su núcleo, pero bajo el evidente cambio de ambientación. Era estrategia pura y dura, pero en tiempo real. Había que planificar cada acción al milímetro, prestando mucha atención al cono visual del enemigo... con el añadido de intuir hasta dónde llegaba el ruido de nuestras pisadas al correr, porque no había ninguna pista.
Bajo una perspectiva isométrica idéntica al clásico de Pyro Studios, los escenarios evocaban esa época del siglo XIX con gran maestría, pudiendo aplicar zoom a la pantalla para ver ciertos elementos con más detalle para calcular mejor un disparo, por ejemplo. Esta vista tenía sus contras, como no poder ver detrás de los edificios. Pero había un atajo, eso sí, para divisar las puertas, pese a ser ínfimo.
Desperados, un juego salvajemente exigente
Desperados: Wanted Dead or Alive no era un juego amigable con el jugador, puesto que nos podían matar en un abrir y cerrar de ojos si no teníamos cuidado a la hora de movernos. Y tampoco valía eso de disparar a lo loco. Había que trazar una ruta con cuidado y aprovechar las habilidades de cada compañero de Cooper.
Desde el cuchillo para matar a distancia de John junto con un reloj que tenía un contador para atraer al rival, hasta la dinamita o la serpiente de Samuel Williams, pasando por las cartas o el flirteo de Kate O'Hara; el gas o la curación de Doc McCoy, el silbido o el mono de Mia Yung; para rematar con Sánchez y su tequila para dejar inconsciente al rival o echarse una siesta para que el enemigo fuese a investigar, cada uno se complementaba a la perfección y tenían más acciones disponibles, aparte de diferencias de comportamiento al moverse por el mapa.
Este trabajo de Spellbound enfatizó las posibilidades de cada localización al entrar en juego las diferencias por el clima o los propios sonidos y animales. Por ejemplo, cuando llovía Samuel no podía usar su dinamita al mojarse la chispa, mientras que de noche los enemigos veían peor pero agudizaban su oído. ¿Lo bueno? Que podíamos aprovechar ciertos ruidos naturales, como una cascada, para que no se escuchase un disparo, por ejemplo. Pero "calculando" a oído, vaya.
Y es que su interfaz era mejorable en ese aspecto, entre otras limitaciones de la época. De hecho, el uso de la acción rápida, donde programar acciones simples para cada personaje, palidece en comparación a lo logrado con Mimimi. Y luego está lo comentado de la vista isométrica sin poder rotar el escenario. Tal vez por ello se apostó por un motor en 3D para su mejorable secuela en 2006, pero por aquel entonces el género estaba en decadencia y había perdido su identidad.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, salvo por ciertos aspectos del control y de interfaz. Por lo demás, Desperados: Wanted Dead or Alive sigue siendo una buena alternativa a los clásicos de Pyro Studios, por mucho que ambos se hayan visto superados tras la irrupción con fuerza de Mimimi Games. Lo verdaderamente positivo es su regreso, sin duda.
Desperados
Plataformas | PC |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Spellbound Entertainment |
Compañía | Infogrames |
Lanzamiento | 2001 |
Precio | 4,99 euros |
Lo mejor
- Un Commandos en el Salvaje Oeste
- Variedad de escenarios y personajes
- Doblado al castellano
Lo peor
- Mejorable a nivel de interfaz y control
- Las cinemáticas han envejecido fatal
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