Paper Mario Color Splash: el "último" juegazo con el que despedimos a Wii U

Paper Mario Color Splash: el "último" juegazo con el que despedimos a Wii U

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Paper Mario Color Splash: el "último" juegazo con el que despedimos a Wii U

Con ‘Paper Mario: Color Splash’ me he despedido de Wii U. Es muy probable que ‘The Legend of Zelda: Breath of the Wild’ lo acabe jugando en NX, así que podría decirse que es la última vez que apago la consola de Nintendo tras disfrutar de una novedad.

Son sensaciones que me gustaría recoger en algún momento, pero una amargura que poco o nada tiene que ver con lo ofrecido por este “último” juego de Nintendo. ‘Paper Mario: Color Splash’ es un juego magnífico, una despedida por todo lo alto que, sin embargo, guarda ciertos paralelismos con los altibajos de una consola a la que muy pronto diremos adiós.

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Nintendo haciendo lo que mejor sabe

Nintendo coge la fórmula del ‘Paper Mario: Sticker Star’ de Nintendo 3DS, la amplía y mejora a todos los niveles, y acaba entregando una experiencia enorme, no sólo por la cantidad de contenido y opciones ofrecidas, también por su longitud y el crecimiento de todo lo que caracteriza a la marca.

El guión adaptado, una muestra más del potencial de la compañía para sacarnos una sonrisa, se convierte en la herramienta ideal para tenerte pegado a la pantalla durante las varias tardes que te durará la aventura. Más de 20 horazas de guiños que van desde lo absurdo de sus chistes y chascarrillos hasta lo emotivo de comparar despedidas que bien podrían llevar el nombre de Wii U, pero también el de Satoru Iwata.

Pese a eso último, ‘Paper Mario: Color Splash’ es un juego que derrocha felicidad, y vuelve a demostrar que si Nintendo es importante en este negocio no es sólo por sus franquicias, también por el buen hacer de sus juegos gracias al derroche de mimo y buen gusto con el que se abordan la mayoría de sus proyectos.

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Enseñando lo que es el mimo

Precioso hasta decir basta, el mundo de papel y cartón al que nos enfrentamos entiende a la perfección lo que no hicieron obras como ‘Tearaway’ o ‘LittleBigPlanet’. Es consciente de su condición y quiere aprovechar al máximo una posibilidad que muchos olvidan al intentar destacar por lo bonitos que son, la de reírse de si mismo.

Personajes que se doblan para pasar por rendijas, enemigos que te absorben el color sin otro poder que el de succionarte con una pajita, explosiones de color que sirven para engañar a un sistema que estaba intentando colártela por toda la escuadra… Intelligent Systems no se limita a crear un mundo y hacerte pasear por él, lo transforma y lo retuerce para darle un sentido cómico a casi todo lo que hace, restándole importancia a todo lo que hace mientras mantiene un más y mejor de manual que avanza a pasos agigantados con cada nuevo tramo de la aventura. Es francamente difícil abandonar un mando cuando sabes que cada vez que avances un poco más vas a conseguir sorprenderte de nuevo.

En ‘Paper Mario: Color Splash’ acompañamos al fontanero hasta Isla Prisma, una región asolada por la pérdida de color en la que deberemos buscar y salvar a las estrellas que lo dotaban de su alegría. Para ello iremos recorriendo niveles mientras luchamos, superamos descafeinadas secciones de plataformas y resolvemos puzles cuya solución podría estar muy cerca o, como viene siendo habitual, escondida en otro castillo.

Color Splash: rol descafeinado

Más allá de todas sus mecánicas jugables, será esa resolución de conflictos la más importante de todas. Un personaje que ha perdido su ropa y necesita rebuscarla por todo el escenario bien podría servirnos para abrir una puerta que está un mundo más allá. O un objeto que nos impide pasar puede ser la clave para derrotar a ese jefe que nos está haciendo la vida imposible.

‘Paper Mario: Color Splash’ busca una cohesión entre todos los elementos de su universo y consigue crear un juego de rol en el que los diálogos no cansan y la búsqueda de causa y efecto se limita a varios segundos. Podría decirse que es un juego fácil, que no te pide que te rompas los cuernos pensando constantemente, pero como cada nivel tiene uno o más de esos puzles, ya sea centrado en ese nivel o precisando de elementos que se encuentren en otros escenarios, mantiene un ritmo endiablado en el que siempre hay algo que resolver, una razón para volver a visitar este u ese otro sitio.

Sumadle el guión a esa mezcla y ya tenéis un juego fantástico que te hará olvidar que los videojuegos a veces flaquean llegados a cierta cantidad de horas. Que te hará replantearte eso de “lo bueno si es breve, dos veces bueno” que los triple A de otras plataformas te han obligado a creer. Ahora añadidle el espectáculo visual que presenta la consola menos potente del mercado y ya tenéis una razón más para desempolvar Wii U y despedirla con el que bien podría considerarse desde ya uno de sus mejores juegos.

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Luchando en Paper Mario: Color Splash

El citado paralelismo con Wii U, la excusa que nos sirve para decir que, igual que ocurre con la consola de Nintendo, en ‘Paper Mario: Color Splash’ no todo son alegrías, nos lleva directamente hasta su combate. Si en ‘Paper Mario: Sticker Star’ utilizábamos un álbum de pegatinas para luchar, aquí haremos lo propio con cartas.

Nuestro mazo contendrá desde champiñones que nos permitirán recuperar vida hasta invocaciones, pasando por martillazos más o menos potentes, esbirros enemigos que atacarán por nosotros u objetos que nos ofrecerán distintas habilidades de defensa durante los próximos turnos.

Una vez elegido el enemigo a atacar seleccionamos una o más cartas y las colocamos en el frente de ataque. En ese punto podemos encontrarnos dos opciones: o la carta está pintada y cuenta con su máximo nivel de poder, o de lo contrario está sin pintar y somos nosotros los que decidimos cuánta pintura gastamos para fortalecerla.

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Un sistema con luces y sombras

Puede que llegados a ese punto hayamos gastado cierta pintura, por lo que sólo podremos pintar las partes que nos permite la tinta de nuestro martillo, pero lo cierto es que eso acaba ocurriendo en contadas ocasiones y, aunque llegue a molestarnos en algún punto concreto, el juego ofrece alternativas para salir airoso de los combates con relativa facilidad.

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El problema es que, acostumbrados en cierta medida a lo ágil que llega a ser la saga ‘Mario & Luigi’, aquí el sistema acaba siendo tan original como tosco, con un nivel de estrategia que no invita especialmente a perseguir enemigos y que, en cierta medida, frena la alegría que llevas arrastrando desde que un grupo de Goombas te asaltó varias plataformas atrás.

Acabar con ese sistema supondría dar carpetazo también a parte de su esencia, sí, pero no sería descabellado pedir opciones más rápidas o, si me apuras, una forma mejor de organizar tus cartas que vaya más allá de colocarlas en una lista por la que tienes que ir desplazándote arrastrando el dedo sobre la pantalla.

La falta de una suma de experiencia, o recompensa más allá de monedas con las que comprar cartas o pintura con la que rellenar los huecos gastados, consigue que evitar un combate acabe siendo un éxito. Un fallo de diseño que, sin embargo, no consigue empañar la experiencia.

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Color Splash: otro imprescindible de Wii U

Añadiendo otros elementos de este tipo de títulos, como el equipo o la experiencia, se habría acabado redondeando un sistema de combate al que sólo le faltaba algo más de atención para ser perfecto, un pelín más de comodidad y profundidad para completar un conjunto que aspira a obra maestra y se queda en juegazo imprescindible.

Pocas experiencias me han dejado tan encandilado este año, y siendo una lista demasiado corta para mi gusto (aún queda el último trimestre para solucionarlo), que ‘Paper Mario: Color Splash’ esté ahí bien podría ser considerado un grandísimo logro.

Si tienes una Wii U, es el momento de darle una despedida a la altura, una que te haga recordar que pese a sus fallos seguimos adorando a Nintendo y que, en definitiva, te haga soñar con todo lo que está por llegar. Por juegos como ‘Paper Mario: Color Splash’, la compañía japonesa sigue siendo mi fuente de juegos favorita. Ahora sólo falta que esa tubería fluya con más presión.

A favor

  • Un juego precioso
  • Gran cantidad de horas por delante
  • Su guión y adaptación a nuestro idioma es una auténtica gozada
  • Los completistas van a disfrutar de lo lindo

En contra

  • El sistema de combate puede hacerse aburrido
  • Algunos tramos de la aventura son un poco forzados
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