Algo que tienen en común prácticamente la totalidad de matamarcianos o juegos de disparos con vista desde arriba, como Nex Machina, es que las balas matan. Cierto es que en la actualidad hemos visto experimentos como Voidrun que le pegan una vuelta a este concepto, pero la mecánica estándar sigue vigente.
Esto no sucede con Retrograde Arena, uno de los indies que pude probar hace unos meses por medio de una demo gracias al Steam Game Festival, y que debutará el próximo 28 de mayo en el servicio de Valve mediante Steam Early Access. ¿El motivo? Las balas no matan. Entonces, ¿cómo se juega a esto?
Aprendiendo a jugar en Retrograde Arena
No resulta fácil ponerse a los mandos de Retrograde Arena, puesto que no es el típico juego de disparos, no sólo por la peculiaridad de las balas. Éstas no hacen daño, tan solo empujan al rival... y a nosotros mismos por el retroceso. Pero es que, para colmo, nuestro movimiento con el stick izquierdo es extremadamente lento, por lo que dependemos más de los disparos con el stick derecho.
Desarrollado por Freemergency, es un juego de estilo arcade en el que hay que sumar más puntos que el rival. Esto se consigue haciendo que impacte contra los muros rojos del escenario y para ello hay que tener en cuenta tanto el tipo de arma empuñada, qué tipo de bala usa y qué partido podemos sacar a la física del movimiento. Y esto no es para nada algo sencillo de dominar de entrada.
Cada arma es un mundo, puesto que tiene una cadencia y poder completamente distintos, a la par que ventajas y desventajas asociadas. Por ejemplo: el rifle de francotirador tarda mucho en disparar, pero lo compensa con un pepinazo de lo más poderoso, mientras que la ametralladora suelta un montón de balas desde el inicio... pero también nos desestabiliza de una manera bastante incontrolable.
Porque sí, disparar tiene un doble efecto: poder empujar al rival o ciertos bloques, pero también hacer que nos movamos en sentido opuesto, de ahí que sea tan importante controlar los disparos y no ir a lo loco, su mayor diferencia respecto a otros twinstick shooters, donde el "baile" no depende de variables externas.
Un juego que muestra su potencial con colegas
Con estética minimalista en la línea de TRON y similares (80 en vena, tanto por las luces de neón como por la música electrónica), Retrograde Arena es un juego exclusivamente multijugador, tanto local como online, con opción a disputar partidas entre cuatro y seis personas... pudiendo cubrir hueco con bots de la IA.
Es precisamente en las partidas multitudinarias donde saca su verdadero potencial al ser completamente caóticas al resultar difícil tener la situación controlada por culpa de los bloques cambiantes. Y es que habrá ciertos botones que nos permitirán activar un grupo de ellos para que salgan de golpe. Porque no es lo mismo un bloque azul, que es zona segura, que uno amarillo, que provoca que rebotemos y sea una reacción peligrosa si hay algún bloque rojo cercano.
Que sea un juego basado en físicas hace que gane enteros en ese sentido, porque nunca tendremos la seguridad de controlar por completo la situación al haber muchas variables a tener en cuenta en todo momento, en parte también por lo drástico que resulta el cambio con cada arma. Pero ahí está también su gracia.
En su debut en Steam Early Access contará con tres modos de juego, aunque tan solo pude probar dos: el clásico Last Man Standing (último hombre en pie), donde suma un punto el que queda en pie en cada ronda (cuántas horas gastadas así con TowerFall Ascension...), mientras que King's Crown obliga a coger la corona y que no nos toque nadie durante 10 segundos para sumar un punto. En ambos casos resulta una experiencia de lo más vibrante que, si la variedad de mapas acompaña, puede ser ideal en reuniones con colegas. O destrozar amistades.
- Plataformas: Steam Early Access
- Multijugador: sí, local y online (hasta seis personas)
- Desarrollador: Freemergency
- Compañía: Another Indie
- Lanzamiento: 28 de mayo de 2020
- Precio: por confirmar
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