Cambio de planes en Activision con respecto al siguiente Call of Duty. Tal y como informaba Kotaku a lo largo de este fin de semana, parece que la compañía habría decidido abandonar su calendario habitual de lanzamientos y dar un giro radical al desarrollo de su próxima entrega.
Esto querría decir que Sledgehammer, quienes desarrollaron Call of Duty: WWII y serían los siguientes en la cola tras el próximo titulo creado por Infinity Ward, quedarían fuera de la rotación y el encargo pasaría a manos de Treyarch, los cuales contarían con solo dos años para publicar lo que se espera que sea Black Ops 5.
Una situación rara sobre todo para el primer estudio, que vieron como dos de sus fundadores abandonaban el barco a finales del año pasado y ahora se habrían encontrado con que su nuevo proyecto, un nuevo Call of Duty ambientado en la Guerra Fría y con Vietnam como uno de sus conflictos clave en su ambientación -de nuevo, según Kotaku-, ha sido transformado en la campaña para ese futuro Black Ops 5, que podría llegar en ambas generaciones teniendo en cuenta su salida en 2020.
Los motivos para este cambio pueden ser tan variados como son desconocidos, pero el artículo señala especialmente la tensión creciente entre Sledgehammer y Raven, el estudio asociado que se encargaba junto a ellos de este nuevo título; y la inestabilidad reciente de los primeros, incentivada por el abandono de muchos de sus miembros y siendo descrita por Kotaku con la gráfica palabra de "hemorragia".
Habrá que ver cómo afecta este movimiento también a Treyarch, que ante tan escaso margen para desarrollar su juego parece encontrarse tan motivada -Kotaku promete nuevas noticias sobre el juego en las próximas semanas- como preocupada por lo que significa a nivel de horas metidas en el proyecto, especialmente tras un desarrollo tan difícil como el del último Black Ops.
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