Cuando digo que los jefes finales ya no son lo que eran me refiero en concreto a aquellos que debemos derrotar en última instancia, aquellos que tras caer nos muestran una secuencia de vídeo final y/o los créditos. Aquellos a los que llegamos tras horas y horas de juego y cuyos poderes y fuerza damos por hecho que van a ser descomunales. Esos que son temidos y esperados a partes iguales. Que no, que ya no son lo que eran.
Sería contraproducente meter a todos estos enemigos finales actuales en el mismo saco porque hay que reconocer que algunos siguen siendo muy duros de roer. Por poner un ejemplo reciente os hablaría del puñetero bicho final del 'Dragon Quest IV: Capítulos de los Elegidos' de DS, del que curiosamente no recuerdo el nombre... Los monstruos que me han llevado a escribir esta pequeña rabieta son los enemigos finales de dos de los títulos más espectaculares e importantes del año: 'Gears of War 2' y 'Resistance 2', para XBox 360 y PS3 respectivamente.
Empecemos por 'Gears of War 2', un título con una especial habilidad para hacernos creer que, tras superar algo grande, no van a sorprendernos con algo mayor para justamente hacer lo contrario. Es un juego que siempre va de menos a más en cuanto a espectacularidad, grandiosidad y dificultad. Siendo esto así es lógico pensar que cuando lleguemos al enemigo final va a ser muy grande, muy malo y muy duro. ¿Y qué nos encontramos? Un bicho grande, muy malo y más sencillo que abatir que ningún otro en todo el juego.
Esto no pasa en 'Gears of War', del que seguramente todos recordaréis a Raam, todo un hueso duro. Para acabar con él es necesario armarse de paciencia y atacar, atacar y atacar sin dejar de vigilar nuestra posición para no ser destripado por los Kryll que rodean al maldito bicho. ¿Por qué en 'Gears of War 2' se ha optado por un enemigo tan débil e inofensivo?
En 'Resistance 2', todo un señor juegazo de los pies a la cabeza, pasa tres cuartos de lo mismo. Nada más empezar a jugar tenemos que derribar a una máquina gigantesca mientras nos defendemos tanto de sus misilazos como del fuego y el incordio de las malditas chimeras. Según vamos avanzando nos topamos con un buen número de situaciones complicadas y monstruos de grandes dimensiones dispuestos a aniquilarnos en segundos. Todo parece apuntar hacia un combate final contra Daedalus de proporciones épicas, pero en realidad nos encontramos con un enemigo parlanchín al que despacharemos en un visto y no visto con la ayuda de unos cuantos disparos y otras tantas descargas eléctricas.
Llegados a este punto veo dos alternativas:
1) nos sentimos engañados al descubrir que, después de sudar sangre durante el transcurso del juego, se nos presenta un enemigo tontorrón y facilucho que derrotamos en un par de minutos. Escena de vídeo final y créditos. ¿Que narices ha sido esto? ¿Dónde está la gracia, la recompensa final en forma de subidón de dificultad?
2) nos sentimos aliviados al comprobar que todos nuestros esfuerzos llevados a cabo durante el juego no se ven frustrados por un maldito engendro feo, grande y casi indestructible que nos impide finalizar el juego de una manera algo más misericordiosa. Gracias, desarrolladores, no teníamos ganas de intentarlo una y otra vez sufriendo como condenados
Yo sinceramente me quedo con la primera opción. No quiero un enemigo final cuya dificultad roce lo imposible, pero sí me apetece un reto final. Algo que me haga pensar que ese enemigo va en sintonía con la progresión de la que he sido testigo durante el resto de horas invertidas. Un bicho tocanaries, con recursos, que me haga pensar en alguna estrategia a seguir, que me sorprenda, que aguante mis ataques con algo más de entereza que el resto de enemigos del mismo juego. Un enemigo final que me lleve de forma digna a esa otra recompensa en forma de desenlace argumental normalmente llevada a cabo en vídeo.
Los jefes finales actuales no son lo que eran. No si tenemos en cuenta lo visto en dos auténticos pesos pesados del calibre de 'Gears of War 2' y 'Resistance 2'. Dos títulos que podían haber marcado un antes y un después en este sentido de haberlo deseado. Y quizás lo hayan conseguido, pero no en el sentido que personalmente me hubiera gustado.
En VidaExtra | 'Gears of War 2'. Análisis, 'Resistance 2'. Análisis
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