Con el 2022 ya a nuestras espaldas podemos decir sin temor a equivocarnos que el año pasado fue un desierto de exclusivos para Xbox. No con ello hablamos de 365 días malos, ya que Game Pass sostuvo y con mucho acierto, el rendimiento de la división de Microsoft. A Plague Tale: Requiem, la versión final de Grounded, Signalis y otras tantas obras nos han nutrido durante los últimos 12 meses de la mejor forma.
Entre todas ellas surge la figura de Pentiment, el último título de Obsidian que tuvo la tremenda mala pata de aparecer en el mercado entre dos titanes como God of War Ragnarök y Pokémon Escarlata/Púrpura. Ese sándwich al lanzamiento provocó que el foco de atención no se centrase en él, pero hablamos de uno de los mejores juegos que hayan pasado por Xbox en los últimos años. Evidentemente, es un exclusivo que está en Game Pass para Xbox One, Xbox Series y PC.
La propuesta de la obra no es sencilla, pues se combinan factores históricos, visuales y mecánicos. Controlamos a Andreas Maler, un maestro que está dando sus primeros pasos como reputado artista durante su estancia en el pequeño pueblo bávaro de Tassing. Concretamente, Maler participa de la labor que llevan a cabo los monjes en el cercano monasterio de Keirsau.
Una época compleja para el mundo de la escritura y la difusión de conocimiento, pues se nos sitúa a comienzos del siglo XVI. La imprenta lleva unas décadas presente entre la sociedad, pero el trabajo artesanal de generaciones anteriores todavía no ha desaparecido. Bajo este contexto tan particular, una serie de asesinatos comienzan a desatarse en el pueblo y será nuestra tarea descubrir quién está perpetrando semejantes crímenes.
Un paraíso de detalles
El trabajo del equipo visual de Pentiment es absolutamente colosal. A nivel gráfico nos encontramos con una estética propia de los libros de la Edad Media y es algo que se refleja en todo momento con detalles que pueden pasar desaparecibidos. Por ejemplo, los personajes relacionados con la imprenta escribirán sus líneas de diálogo en los bocadillos usando la revolucionaria máquina de Gutenberg. Por su parte, el resto escribirá con pluma todo aquello que digan.
Los habitantes más ancianos presentan trozos de su diseño descoloridos, mostrando los achaques de la edad. En cambio, los jóvenes o recién nacidos poseen un brillo particular propio de la energía que desbordan. La riqueza narrativa del juego se sostiene en la variedad de tramas que podemos abordar, pues nunca hay un camino ineludible a la hora de resolver el misterio de Tassing.
Debido a los largos saltos temporales que se producen en el título, podemos elegir qué pasado queremos que Maler tenga, lo cual nos otorgará diferentes habilidades en las conversaciones, reparando objetos u ofreciendo conocimiento muy específico. Una vez más, ningún perfil para el protagonista es mejor que otro, ya que sencillamente abrimos puertas distintas por las que seguir caminando en la historia.
Cada uno de los personajes desborda una personalidad única y los conocerás progresivamente, sabiendo de qué pie cojean y cuáles son sus virtudes. El tiempo es un factor importante, ya que los días se suceden y tendremos que escoger con sumo cuidado con quién querremos charlar antes de la comida, de trabajar o atender diferentes obligaciones.
Aprende historia sin darte cuenta
Seguramente te suceda que no tengas ni pajolera idea de lo que se cocía por la época en los Alpes bávaros y es perfectamente comprensible. Nos queda lejos a la mayoría esa región, pero Pentiment es una estupenda oportunidad para conocer detalles sobre aquellos años. Y no es que se ponga un personaje a dar la chapa durante 10 minutos como si fuese una clase de Historia, sino que está integrado de forma orgánica.
Evidentemente, todos los personajes acaban refiriéndose a cuestiones que van más allá de las tierras de Tassing o a antecedentes académicos, políticos, religiosos y sociales. Debido a que multitud de términos y nombres se escapan a nuestro archivo mental, el juego permite que con un sencillo botón se despliegue un apartado en el que se nos aclara en pocas palabras a qué se están refiriendo en la escena.
Todas las palabras con las que se puede interactuar están subrayadas para que sea sencillo escogerlas y lo mejor de todo es que son datos que no se van al limbo. Pentiment presenta un cuaderno que podemos abrir en cualquier momento para comprobar todo lo que hemos experimentado hasta el momento. Nombres de los personajes, sus rostros y un pequeño texto descriptivo o una suerte de enciclopedia a revisar por si queremos refrescar quién era el Papa de aquellos tiempos, por ejemplo.
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