Tras un anuncio como el de Stadia por parte de Google, a cada uno de los editores que formamos VidaExtra nos ha empezado a salir humo de la cabeza: que si mola, que si no mola, que si va a venir Google ahora a romperlo todo, que si no es para tanto…
Total, que hemos decidido escribir un pequeño texto cada uno con las primeras sensaciones que nos ha dejado tanto dato y tanto juego en streaming. Y esto es lo que nos ha salido:
Alex CD
Supongo que, como a muchos de vosotros, la presentación de Stadia por parte de Google me dejó con un buen puñado de sensaciones encontradas. Y de incógnitas. Más de las que nos planteaba cualquier final de temporada de Perdidos. Lo lógico y normal, por otro lado, cuando estamos hablando de algo como el videojuego en streaming, una tecnología que lleva dando que hablar desde hace años y a la que le quedan otros tantos para ser asumida con total naturalidad.
Decía que tengo sensaciones encontradas. Todas las ideas que puso Google sobre la mesa son interesantes, pero por ahora se quedan en eso: ideas. De acuerdo, ya han estado probando Project Stream y funciona, pero lo que nos vendieron ayer en la GDC fue una coreografía. No mostraron nada en entornos reales ni ofrecieron datos concretos sobre cómo vamos a acceder a esas funcionalidades, sólo un puñado de números grandes, como ese juego en streaming a 8K y 120fps en un futuro, y más fuegos artificiales.
Con todo y con eso, como decía, me gustó su propuesta. Google va fuerte y, si cumple todo lo que promete con Stadia, vamos a tener un escenario totalmente nuevo dentro de los videojuegos. Porque Stadia sí suena revolucionaria en todo lo que quiere ofrecer a nivel de interconectar juegos, desarrolladores y streamers. Ninguna otra plataforma de este tipo ofrece ni ha prometido ofrecer cosas como poder unirte a la sesión de juego de un streamer pulsando un botón y sin necesidad de tener buen equipo, una consola concreta, etc. Si eso no suena revolucionario, guste más o menos la propuesta, que alguien vaya apagando las luces. Otra cosa es si se le acabará dando uso o no, el tiempo dirá.
Viendo ayer todo lo que rodea a Stadia me vino a la mente la idea aquella de “consola única” por la que muchos han abogado desde hace años y que, en realidad, da un poco de miedo porque suena demasiado a monopolio. Al final cambiaremos la elección de consola por la de plataforma de streaming, cada una con sus exclusivas y sus historias, y ya. En todo caso creo que no deberíamos preocuparnos demasiado por esto, al menos durante los próximos cinco o seis años. Después, ya veremos.
Jarkendia
Sabíamos que el futuro de los videojuegos pasaba por el streaming, pero no queríamos aceptarlo. Y de repente, Google se saca de la manga Stadia y ya queremos que llegue cuanto antes. Y eso que saldrá este mismo año.
La presentación de ayer nos cambió por completo el chip, empezando por la posibilidad de jugar a cualquier juego compatible con Stadia desde cualquier dispositivo (sea móvil, tableta o PC), dependiendo únicamente del navegador Google Chrome. Además, con una potencia sin igual (4K a 60 fps) y la promesa de que en un futuro será mejor si cabe (8K a 120 fps). Todo ello sin rastro de latencia (aseguran) y sin preocuparse de descargas ni largas esperas. Será darle a jugar y hacerlo en menos de cinco segundos.
Pero Stadia será algo más que un servicio de juegos en streaming, ya que contará con funciones especiales, como la posibilidad de unirse a la partida de alguien al que estemos viendo su retransmisión, o seguir desde el mismo punto en el que esté, sin olvidar otro tipo de facilidades, como el asistente de Google para resolver dudas ante un puzle o que todo lo que juguemos tenga una copia en vídeo por si queremos retransmitirlo o simplemente como recuerdo de nuestra hazaña. Porque Stadia también saca provecho de la infraestructura de Google y de su canal de vídeos YouTube.
¿Y qué hay de los juegos y del precio? Esa es la gran pregunta, por ahora. Sabemos que Ubisoft ha apostado muy fuerte por Stadia, y que otras compañías como 2K Games, Square Enix o id Software también cuentan con su apoyo, entre otras. Pero no sabemos realmente si todo lo que saldrá en PC o consolas tendrá su contrapartida en Stadia y a qué precio sería.
Eso sí, viendo todas sus posibilidades y las cuotas que hay en servicios como Netflix, puede que tengamos la alternativa perfecta que estábamos buscando dentro de los videojuegos. Mucho se le tienen que torcer las cosas a Google como para que no saque buena tajada de todo esto, porque cuenta con un número de usuarios que supera los 200 millones por todo el mundo...
R. Márquez
Las reglas han cambiado y ahora se abren frente a nosotros dos posibles caminos: o todos los jugadores nos adaptamos al futuro o el futuro se adapta a nosotros. Eso último significa que vamos a poder disfrutar de tecnologías como las que propone Google con Stadia sin dejar de lado las bases que hemos construido hasta ahora. Esas que ya han demostrado en intentos anteriores que el juego en streaming puede ser una opción válida, pero nunca mejor que el juego en local.
Por suerte el resto de medios ya han demostrado que, por mucho que los libros electrónicos, el vídeo bajo demanda y la música en streaming triunfe, el formato físico seguirá ahí de una forma u otra, así que no veo hueco para la pataleta más allá del comentario de que, en parte, lo anunciado por Google no es para mí.
No voy a jugar con gente de Twitch o Youtube porque no soy seguidor de ese formato y, por mucho que avance la tecnología a corto plazo, los problemas generados por el streaming harán que le dé una oportunidad en algunos casos y que la obvie por completo en otros.
¿El último juego de puzles o estrategia por turnos está disponible tras terminar de ver el trailer a golpe de link? Fantástico. ¿La novedad es un multijugador online o un juego como Sekiro o The Division 2? Ahí probablemente me espere a poder jugarlo en las condiciones que, personalmente, creo adecuadas.
Básicamente es la misma razón por la que me gasto la pasta en ir a ver un estreno al cine en una sala con Dolby Atmos y, frente a otras películas, espero a que lleguen a Netflix u otras plataformas. Lo importante es que haya opciones y que todos estemos a gusto con ellas. Tanto jugadores y desarrolladores, a los que tampoco parece que se les haya dado mucha más información.
Está claro que la de Google puede ser una buena baza y muy probablemente tendrá un público que, según veo, poco tiene que ver con el que ha seguido la conferencia sobre Stadia. Ahora queda por ver si los jugadores de siempre somos el caballo de batalla para introducir esa tecnología en el mercado o no. Si las condiciones de juego son tan espectaculares y gratificantes como prometen y, aún por encima de eso, a qué precio y con qué catálogo. Sea como sea, si Stadia debía ser un golpe sobre la mesa, o lo demuestra en algún punto, o lo visto ha estado más cerca de levantar la mano.
Frankie MB
A día de hoy, el streaming es el denominador común de todos los gigantes del entretenimiento y Google ha comenzado a jugar sus cartas de manera magistral. Porque no solo se trata de permitir que el jugador se lleve sus juegos y partidas donde quiera, que también, sino la manera en la que Stadia ya ha convertido Internet en su particular escaparate de juegos.
Stadia quiere liderar la siguiente revolución del videojuego a base de eliminar con el poder de la nube todos los problemas lastrados del formato físico (como los tiempos de carga o las limitaciones y obsolescencias del hardware) e incluso prometiendo partidas de Battle Royale en las que participan miles de jugadores. Y la tecnología de Google está preparada para ofrecerlo. Tiene todos los ingredientes necesarios y hasta lo hemos visto funcionando con resultados más que satisfactorios. Pero, ¿estamos nosotros preparados?
Uno de los motivos por los que ese Assassin’s Creed que tan bien luce en Google Chrome se juega desde el año pasado en las Nintendo Switch japonesas es por la calidad de Internet que se ofrece en el país nipón. Una calidad que está muy por encima de la que estamos acostumbrados en España y los países de América Latina.
Porque iniciar una partida a un Triple A en apenas cinco segundos a resoluciones espectaculares y 60 fps suena de maravilla. Hace tan solo unos años hubiera parecido ciencia ficción. Pero en el fondo estamos sustituyendo la dependencia a los cables y discos duros por una dependencia todavía mayor a la calidad de nuestra conexión. Con sus recompensas, claro.
Google quiere superar o eliminar el concepto tradicional de consola, y a su propuesta no le faltan argumentos para entender el por qué. 10 teraflops de razones más el hecho de olvidarnos de tener que actualizar tanto el hardware como el software de los juegos en el futuro. Aunque tampoco estaría de más saber qué es lo que nos va a costar cada título. Porque es complicado pensar que Ubisoft, Activision o 2K Games están dispuestos a trabajar por amor al progreso y el arte.
Que no se me malinterprete: mirar al futuro y tener esa enorme pasión por mejorar la experiencia del jugador es algo muy elogiable. Una visión palpable y a la vez contagiosa. Sobre todo cuando se abren nuevas formas de entender el juego social, la interactividad entre jugadores y es más sencillo que nunca adquirir un juego o compartir partida.
Y pese a que el hardware ya no es una barrera, el consumo de datos necesarios para poder mover esa calidad de juego tendrá que estar a la par con lo que se espera de la experiencia, siendo lo que determine dónde este milagro moderno puede cuajar… o cuándo podremos disfrutar de esta plataforma por estas costas.
Stadia no es el primer servicio de juego en streaming pero -junto con Atlas de EA- es el más ambicioso. Sin embargo, su éxito no dependerá de lo que pueda hacer de por sí, sino de la calidad con que lo haga. Eso sí, dicen que el que golpea primero lo hace dos veces y Google no solo entra dispuesta a marcar las pautas frente a lo que viene, sino que parte con una ventaja ganadora: un despliegue insuperable de recursos que lleva años repartido a lo largo y ancho de Internet.
Dicho lo anterior, soy tremendamente optimista con lo mostrado y estoy profundamente convencido de que Stadia es un anticipo del futuro del videojuego. Ahora bien, si va a salir el primero en esta carrera por ser el máximo referente del juego en streaming - y de verdad quiere imponerse a nivel mundial- no está de más tener en cuenta que, antes de pretender correr a altas velocidades es necesario saber caminar en línea recta. Y todavía más recomendable no caerse.
Sergio Cejas
Hasta ayer todos los rumores que circulaban por la red acerca de lo que iba a presentar Google no terminaban de captar mi atención. De hecho, comencé a ver la conferencia pensando que no iba a ofrecer nada que fuera realmente interesante, pero conforme fue avanzando Stadia me fue conquistando cada vez más y más y ya estoy deseando probar con mis propias manos esta revolucionaria plataforma de videojuegos.
Está claro que durante la presentación te tienen que vender la moto por todos los medios posibles y desde luego lo han logrado con creces. ¿Pulsar un botón y en cinco segundos ya estás jugando? ¿Compartir tu partida entre diferentes dispositivos? ¿Y todo ello con una calidad excelente en todo momento? Sin duda suena todo tan bien y tan maravilloso que, si bien estaré ahí el primero para adentrarme en el futuro que plantea Google, también me genera alguna que otra duda.
Hay ciertas cuestiones que están ahí rondando por mi cabeza y que son las causantes de hacerme pensar que igual no es oro todo lo que reluce. No voy a negar que de momento tengo miedo a que mi conexión no pueda ser lo suficientemente buena o quizás el precio que tenga sea algo que me tire para atrás del todo. Personalmente apuesto a que Stadia nos ofrecerá algún tipo de suscripción mensual, aunque eso sí, también espero que no se establezca una cantidad disparatada.
Tampoco nos debería pillar por sorpresa todo esto del streaming, ya que resulta un paso lógico para que el mundo de los videojuegos siga evolucionando. Igual que en su momento llegó el 3D, los mandos inalámbricos, los sensores por movimiento o la realidad virtual, por ejemplo, no me extrañaría que el streaming sea lo siguiente a lo que deberemos acostumbrarnos a medida que vaya pasando el tiempo y no hay que verlo tampoco como algo malo. Si Netflix nos encanta, ¿por qué Stadia no?
Por otra parte, eso de poder jugar con mis streamers favoritos, pedir a mis amigos o al asistente de Google el superar cierto nivel o retar a otra persona a superar un nivel cuanto antes, me parecen funciones tan impresionantes que deseo que el resto de compañías tomen ejemplo de ellas. Por lo tanto, habrá que ver cómo reaccionarán Microsoft, Sony o Nintendo ante todo esto y si realmente la llegada de Stadia puede suponer el fin de las consolas o por el contrario será otra opción más a tener en cuenta de poder disfrutar de los videojuegos dónde y como queramos.
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