Análisis de Frantics: conformarse con lo justo no va a revolucionar esa gran idea llamada PlayLink

Análisis de Frantics: conformarse con lo justo no va a revolucionar esa gran idea llamada PlayLink

7 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Análisis de Frantics: conformarse con lo justo no va a revolucionar esa gran idea llamada PlayLink

‘Frantics’ lo tenía todo para ganarse mi atención. Un party game cargado de minijuegos, con un aspecto muy divertido y la particularidad de utilizar el móvil, en vez de el Dualshock, para jugar. Para alguien que ha pasado muchas noches de fiesta entre entregas de ‘Mario Party’, tiene críos en casa y está rodeado de familiares cuyo dominio de un mando es casi inexistente, parecía la idea del siglo.

La última entrega de la serie PlayLink ('¡Has sido tú!', 'Saber es Poder', probablemente una de las mejores ideas de PlayStation de los últimos años, tropieza donde lo han hecho casi todas las opciones hasta la fecha, presentando con fuerza una propuesta muy prometedora pero quedándose a medias a la hora de ir más allá.

PlayLink sigue pareciendo una idea genial

Para aquellos que no conozcan PlayLink, la idea es dejar atrás el mando para integrar al máximo de jugadores posible. Para ello hace uso del móvil, que tras descargar la aplicación gratuita de cada juego, podrá conectarse a PS4 vía Wifi (con la opción de sincronizarse a la máquina como si de un Hotspot se tratase cuando no tenemos un router cerca). A partir de ahí, cada juego tiene su particular control, pero siempre con acciones que sean simples para que cualquiera pueda entender en cuestión de segundos cómo controlar cada acción.

Frantics2

En el caso de ‘Frantics’ eso se resume en mover el teléfono, pulsar la pantalla, arrastrar el dedo por ella… Lo necesario para controlar a nuestros simpáticos avatares en una serie de 15 minijuegos para hasta cuatro jugadores. Fácil de entender, fácil de jugar y, a pesar de mi entusiasmo inicial, también fácil de abandonar.

A diferencia de otros party games, no es un juego que puedas quemar en solitario para intentar desbloquear contenido o simplemente disfrutar de sus minijuegos. No hay opción para lo primero y, en el caso de lo segundo, la fórmula pierde fuelle bastante rápido al no contar con una gran variedad de pruebas y no ser estas especialmente originales.

Pese a ello empecé a jugarlo teniendo muy claro su objetivo, no es un juego que comprar para mí, está hecho para ser probado en compañía y, más específicamente, en compañía de gente que no está habituada a jugar con un mando en las manos. Dicho y hecho, organicé una sesión con familiares y amigos y me dispuse a ver qué sensaciones generaba.

Frantics4

Frantics frente al resto de Party Games

Entiendo que las comparaciones son odiosas, pero a veces son igual de inevitables. En ‘Frantics’, todo se reduce a jugar minijuegos. El único objetivo es conseguir coronas venciendo a tus rivales y, por el camino, intentar rapiñar todas las monedas posibles para poder comprar más coronas al final de la partida.

El que acabe con más coronas se proclama vencedor, sucediéndose los minijuegos uno detrás de otro sin opciones a profundizar más en otras variantes. No hay nada aquí que se asemeje al tablero de un ‘Mario Party’, lo que sin duda alguna le sentaría de miedo y haría las partidas mucho más largas y divertidas. Pero para ello ‘Frantics’ debería tener una colección de minijuegos mucho más ambiciosa y, por descontado, un menú de opciones en el que personalizar aspectos de cada partida.

No hay nada de eso, ni siquiera la opción a eliminar personajes de la máquina cuando el número de jugadores no llega a los cuatro. Tampoco aspectos básicos que se echan en falta tras varias partidas, como la posibilidad de saltarte tutoriales o, aunque esté muy alejado de la idea inicial, poder utilizar el mando para ganar precisión en los movimientos, especialmente en aquellos minijuegos en escenarios 3D.

Frantics5

Llegados a cierto punto me sorprendió no ser el único en echar en falta esa última posibilidad. En ningún momento nadie me dijo que preferiría tener un mando en las manos, pero sí escuché en más de una ocasión que a veces resultaba difícil de controlar. No era un fallo de conectividad o de que el control estuviese mal implementado, es que resultaba poco preciso incluso para aquellos que desconocían que eso puede llegar a ser un problema.

La opinión de VidaExtra

Es comprensible que, en la búsqueda de la integración de PlayLink para que puedan sumarse el máximo de personas posible, nos encontremos con ciertos problemas de control. Incluso puede entenderse que, al estar enfocado a gente que normalmente no juega a videojuegos, muchos minijuegos estén inspirados en pruebas que ya hemos visto en una decena de títulos.

Son cosas que sabrá ver el jugador de toda la vida, no el nuevo, pero cuando este último es capaz de apreciar que ‘Frantics’ tiene las patas muy cortas y empieza demasiado pronto a repetir pruebas, el ser o no un jugador habitual se difumina. Es un intento demasiado tímido como para llamar la atención, y en un medio en el que hemos visto infinidad de títulos de este estilo con mayor variedad y originalidad (el ‘Bishi Bashi Special’ de la primera PlayStation, sin irnos demasiado lejos), es una pena que PS4 no tenga una propuesta más ambiciosa.

A favor

  • Minijuegos para toda la familia
  • La baza de poder jugar con el móvil
  • Un juego muy divertido para los más pequeños de la casa

En contra

  • Poca profundidad y variedad de minijuegos
  • Se queda muy lejos de lo que un party game debería ser hoy en día
Comentarios cerrados
Inicio