He pasado la noche jugando a Hi-Fi Rush: la gran sorpresa de Xbox es el GOTY que no sabíamos que necesitábamos

He pasado la noche jugando a Hi-Fi Rush: la gran sorpresa de Xbox es el GOTY que no sabíamos que necesitábamos

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Hi-Fi Rush

Sin ser una presentación capaz de despejar todas nuestras dudas sobre los estudios de Microsoft y los procesos de desarrollo en Xbox, hay que reconocerles el mérito de haber conseguido que salgamos con una sonrisa de oreja a oreja de algo que pintaba relativamente pobre.

Siendo Minecraft Legends lo único presentado en el Developer Direct que no consiguió encandilarse (hasta TESO fue capaz de captar mi atención), el mérito de tan agradable sensación se lo llevó en gran medida Hi-Fi Rush, el sorpresón de Tango Gameworks que me ha tenido casi toda la noche en vela.

El sorpresón de Hi-Fi Rush

El mundo del hack’n slash y el ritmo se daban la mano en un juego que también mezclaba vibras de Sunset Overdrive y aroma a Dreamcast ya desde los primeros segundos del tráiler. Los minutos posteriores a su presentación me tuvieron aporreando el botón de recarga a la espera de poder comprobar de primera mano si aquello que acababa de ver era o no real.

No hubo que esperar mucho para que ese “disponible hoy” que bombardeó nuestras cabezas a golpe de temazos se materializase, pero tantas prisas tenía por empezar a jugar Hi-Fi Rush que ni siquiera un error al intentar entrar en la página ya activa de descarga me detuvo. ¿Se puede jugar en la nube? Pues para adentro. Doble prueba de fuego.

Lo que siguió a aquello fue una maratón que me ha tenido hasta altas horas de la madrugada llevando la sorpresa aún más allá. La nube de Xbox no sólo funcionó lo suficientemente bien para poder jugar a un juego basado en el ritmo sin ningún tipo de problemas por culpa de la latencia. Además Hi-Fi Rush no tardó en demostrar ser un sueño hecho realidad.

Como uno de esos juegos que no sabes que necesitas, su mezcla de mecánicas, ritmo y acabados me dejó tan alucinado que en mi cabeza no paraba de resonar un “así sí, joder” al que de vez en cuando le acompañaba un “dame más de esto”. La sorpresa no sólo era que ya pudiésemos jugarlo, también constatar hasta qué punto Hi-Fi Rush era realmente el juegarral que estábamos esperando.

Hi-Fi Rush

Una acción tan divertida como accesible

Quien estaba a los mandos hace unas horas y ahora escribe estas líneas bien podría considerarse como una de las personas más arrítmicas que te puedes echar a la cara. El arte y el flow ni está ni se le espera entre esta colección de piel y huesos, así que mi mayor temor antes de empezar a jugar era no acabar sabiendo jugar a esto bien.

Prometiendo un sistema de ataques que tiene en cuenta el ritmo para multiplicar puntuaciones pero que no penalizaría ante la imposibilidad de seguirlo como es debido, de Hi-Fi Rush salgo habiendo superado varios capítulos y otros tantos jefes con la sensación de que me voy a hacer polvo intentando destrozar puntuaciones.

No es sólo que el juego te ponga todas las facilidades para coger el ritmo y aprender a jugar bien, es que está tan bien parido que es casi imposible hacerlo mal. Escenarios, personajes, patrones de ataque de enemigos, música, todo se mueve a un mismo son que, de la mano de una sartenada de tutoriales opcionales y oportunidades para que practiques con libertad, han conseguido que le coja el truco muchísimo antes de lo que habría podido imaginar

Hi-Fi Rush

Cuando entras en ese estado, cuando empiezas a encadenar ataques flojos con fuertes añadiendo pausas entre compases para modificar el combo, Hi-Fi Rush te atrapa por completo sin intención de dejarte ir. Tú y el juego os convertís en uno y, a golpe de guantazos, empiezas a desencadenar oleadas de golpes y ataques especiales que casi siempre terminan en secuencias y cinemáticas para enmarcar.

Un anime con vida

El trabajo que demuestra a nivel visual Hi-Fi Rush bien dan para un apartado propio, y es que el de mantener el ritmo en todo lo que te rodea no es el único logro que alcanza Tango en su ejecución. Puede que estemos ante algunas de las animaciones más espectaculares que hemos visto recientemente.

Reproduciendo unas peleas que por su espectacularidad y finura bien podrían haber salido de un anime de MAPPA, Hi-Fi Rush se permite el lujo de sumarse a esta nueva corriente inaugurada por Spider.Man: Into the Spider-Verse para jugar con cortes de frames y collages estéticos que terminan de redondear un apartado artístico excelente.

Y qué decir de la música, claro, que entre canciones propias y conocidos temazos (con opción para streaming que cambia estos por nuevas canciones propias) te tiene golpeando botones al compás marcado por un gato robot mientras te maravillas, una vez tras otra, de que lo que tenías en tu mente preparado para el siguiente ataque se haya materializado a la perfección.

Hi-Fi Rush tiene todo lo que podría pedirle a un juego: espíritu arcade, un estilo original y único (No Straight Roads se acercó pero no llegó a tanto), espadazos con un buen puñado de combos, y la difícil tarea de devolvernos la esperanza respecto al futuro del videojuego. Incluso pese a no haberlo terminado, Hi-Fi Rush se ha catapultado directo hasta lo más alto del podio de la nueva generación en un puesto que hasta ahora sólo ocupaba Returnal en solitario. Así sí, Microsoft. Dame más de esto.

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