'Papo & Yo': análisis

'Papo & Yo': análisis
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Esperaba que el análisis de ‘Papo & Yo’ acabase dándome problemas, y efectivamente así ha sido. Reconozco que es un título al que cuesta acercarse, al fin y al cabo estamos acostumbrados a empezar los juegos ya adoctrinados sobre lo que nos vamos a encontrar, y en este caso ni los vídeos ni la demo publicada en PSN son un claro reflejo de lo que nos vamos a encontrar a los mandos.

Más que sus gráficos, que entre errores y pobres texturas no alcanzan la nota que sí merece su diseño, lo que ha prevalecido de ‘Papo & Yo’ desde su anuncio es la historia que hay detrás del juego. Vander Caballero escribe y dirige la primera obra de Minority basándose en una infancia muy dura en la que un padre alcohólico copó demasiado protagonismo. Se encarga de recordarlo el inicio del juego, donde una nota del propio Caballero agradece el apoyo a su familia, reconociendo que junto a su madre pudo sobrevivir al “monstruo” de su padre.

En el juego es Quico, un chico de las favelas escondido en un mundo de fantasía, el que debe hacer frente a su padre, representado por un rinoceronte gigante de colores pastel. La creación de un complicadísimo reflejo social que, al menos en la idea, en las formas a la hora de convertir eso tan duro en algo que podamos digerir, me parece acertada.

Papo & Yo análisis

Papo & Yo, una historia arriesgada

Es precisamente ahí donde entra mi interés por este juego, acercándome a él con la intención de averiguar si, por fin, esas evasivas narrativas que llevamos años buscando iban a hacer acto de presencia. No me malinterpretéis, era consciente de que no iba a encontrar la panacea del sector, pero los grandes saltos requieren impulsos y ‘Papo & Yo’ tenía pinta de querer sumarse al intento.

Ya os adelanto que he encontrado una respuesta a esa pregunta, pero es complicado centrarse en un sí o no rotundo. ‘Papo & Yo’ es uno de esos juegos que ofrece diferentes caras, unas ayudándose a otras en un fallido intento de mantener el equilibrio. Para entenderlo hace falta saber qué es lo que propone, pero más aún probar y superar el juego.

Como doy por hecho que muchos de los que estéis leyendo el texto no habréis cumplido ese requisito os daré algunos apuntes, sin entrar en el desarrollo de la historia, antes de continuar.

Papo & Yo

Un juego de paseo

‘Papo & Yo’, como videojuego, es uno de esos títulos que me gusta catalogar como “juegos de paseo“, entendiendo por ello que no nos va a presentar grandes dificultades superarlo, sólo hay que relajarse y disfrutar del camino. Sus puzles no son ni de lejos lo más ingenioso que hemos visto y su diseño de niveles ofrece grandes momentos que caen con demasiada premura por culpa de la repetición.

Podría pasarse por alto al encontrarnos con un juego ágil, pero Quico es un personaje lento y pesado cuya sombra nos engañará en demasiadas ocasiones al saltar sobre la nada en vez de sobre ese tejado que necesitamos alcanzar. No ayuda tampoco que el equipo de Minority confunda la invitación a la exploración con crear laberintos llenos de esquinas traicioneras.

Al final el conjunto, que en cualquier otro caso podría acabar resuelto con gran acierto, acaba ensombreciendo a lo que realmente destaca del juego: su dirección artística. Tanto Monstruo como los murales que pueblan las favelas, y las representaciones de tiza que pueblan los escenarios, son una auténtica gozada que, por momentos, hacen olvidar las pobres texturas y rendimiento de su apartado gráfico.

Papo & Yo

Guante de seda, mano de hierro

Quico está en ese citado mundo de fantasía acompañado de su robot Lula, que nos ayudará a superar huecos entre plataformas empujando nuestro salto algunos metros; una chica misteriosa que nos hace de guía, y el monstruo. El juego se mueve por niveles, casi siempre intentando hacernos llegar a nosotros y a Monstruo del punto A al punto B.

La compañía de Monstruo será amena al principio, invitándole a comer cocos para guiarlo hacia donde queramos y aprovechando sus siestas para botar sobre su barriga y realizar saltos de larga distancia. También requerirá nuestra atención el escenario, que usando las pinturas callejeras de tiza propias de un niño, dará vida a palancas y llaves, modificando el terreno haciendo que las casas se muevan, las paredes desaparezcan, el suelo se pliegue…

Una vez controlado el sistema se introduce el tercer elemento clave del juego, unos coloridos sapos que Monstruo aprecia más que los cocos, lanzándose a comerlos como si no hubiese un mañana. Dichos animales son toda una adicción para nuestro compañero de aventuras, y al ingerirlas se transformará por completo en un implacable enemigo que no cesará en su intento de alcanzarnos.

Quico no muere ni hay penalización, siendo únicamente volteado para caer a una distancia prudencial de Monstruo. Para calmarlo deberemos ofrecerle una fruta de agua que apaga su fuego, devolviéndolo a su estado original.

Papo & Yo

La narrativa de Papo & Yo

Llegados a este punto toca intentar descubrir si narrativa y mecánicas consiguen fundirse, y ese último ejemplo es un buen punto de partida. Imagino que en esa parte del proyecto los desarrolladores estuvieron varios meses devanándose los sesos sobre la forma de representar la violencia, y han conseguido algo lo suficientemente llamativo para que entendamos el concepto pero lo bastante soso como para que no nos llegue.

No hay conexión entre lo que haces en el juego y lo que te cuenta su historia, estando todo cogido con pinzas en una maraña de situaciones que acabas siguiendo guiado por la corriente. La relación de Quico y Monstruo es un filón que no toma el protagonismo que el guión demanda, y aunque algunas idas y venidas de su corta historia sorprenden o emocionan, no se ofrece un conjunto que encaje a la perfección.

‘Papo & Yo’ sólo tiene un enemigo, y es su potencial. Hay tecnología y creatividad ahí fuera para llevarlo todo varios puntos más allá, algo que tanto los usuarios como el estudio habríamos acabado agradeciendo, pero no es barrera suficientemente alta como para evitar que salte a recomendarlo. No es la joya con la que muchos soñamos, pero es una experiencia lo suficientemente atractiva como para que sea aplaudida por su intento y jugada despojándonos de expectativas.

Vídeo | YouTube

Papo & Yo | PS3

Papo & Yo
  • Plataformas: PS3

  • Desarrollador: Minority

  • Distribuidor: Sony

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 14,99 euros

   <p>Papo &amp; Yo intenta introducirnos en una historia en la que la infancia e inocencia de un niño se ve arrebatada por el abuso del alcohol de su padre, reflejado en el juego con un monstruo que deberemos cuidar y temer a partes iguales.</p>

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