Penumbra en la Capital, la segunda expansión de Nioh 2: conociendo la cara oculta de Kioto

Penumbra en la Capital, la segunda expansión de Nioh 2: conociendo la cara oculta de Kioto

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Nioh 2

Dos meses y medio después de su primera expansión, Team Ninja vuelve a la carga con más contenido para Nioh 2, en esta ocasión por medio de Penumbra en la Capital, un viaje que retrocederá más si cabe en el tiempo, aumentando los peligros que deberemos afrontar, como es de esperar en esta clase de juegos.

Una nueva invitación al pasado donde nos toparemos en esta ocasión con otra matademonios, que responde al nombre de Yorimitsu Minamoto. Y además, lo hacemos en medio del periodo Heian, en el año 976. Toca analizar qué ofrece.

Ahondando más si cabe en los Yokai de Japón

Nioh 2

Como vimos en su momento, El discípulo del Tengu fue una buena primera expansión, que comenzó genial pero que se fue desinflando a posteriori, con escasas novedades a nivel de Yokai o escenarios (pese a viajar por los dos extremos de una región), sin poder evitar cierta sensación de déjà vu, acrecentada por un gran invitado sorpresa en su tramo final, procedente del primer Nioh.

Esto no sucede en Penumbra en la Capital, con una mayor variedad de principio a fin en cuanto a Yokai, escenarios y sorpresas, dando lugar a una aventura bastante más disfrutable y donde las pasaremos canutas contra sus numerosos jefes.

Parte de un hecho curioso, en cualquier caso, puesto que su primera misión es extremadamente corta, con un mapa de dimensiones reducidas y un duelo con un final abrupto, pero que sirve como introducción para lo que está por llegar, donde la historia explota y nos deleita con una retahíla de nuevos Yokai la mar de interesantes, como el Oboroguruma, un Yokai con forma de carro tirado por bueyes que destaca por la inmensidad de su cabeza, de aspecto aterrador.

Nioh 2

Esa parte oscura contrasta con ciertos tramos de la aventura, con una belleza pasmosa y tranquila en algunos escenarios, como la enorme estatua del Gran Buda del templo de Todaiji, en la provincia de Yamato. Una escultura gigantesca que oculta, en cualquier caso, lo peor que se puede topar uno en un Nioh.

Y es que no hay que llevarse a engaño, los momentos de calma son escasos, por mucho que haya parajes fascinantes. De hecho, nos moveremos en la mayor parte del trayecto por ciudades en llamas o en mazmorras donde no faltarán, por supuesto, las asquerosas y puñeteras arañas. Sin ir más lejos, habrá un nuevo jefe relacionado con ellas que nos dará bastante guerra y asco al respecto, así que ojo.

Es, sin lugar a dudas, lo más destacable de Nioh 2: Penumbra en la Capital. Toda esa selección de jefes que nos pondrán contra las cuerdas, incluso aunque contemos con mayor nivel del recomendado para cada fase, teniendo que planificar muy bien cada estrategia sin descuidar los beneficios de nuestro equipo, como por ejemplo a la hora de contrarrestar daño eléctrico. Y sí, aquí vuelve a repetir, curiosamente, el Nue, pero es de las pocas excepciones de "clásicos revisitados", puesto que habrá un par más con diferente aspecto y más técnicas.

Penumbra en la Capital de Nioh 2, un gran DLC

Nioh 2

No es, insistimos, una expansión que se recree en Yokai del pasado que ya habíamos visto, ni mucho menos. Aporta unos cuantos de nuevo cuño que casan a la perfección con el estilo de Nioh 2, destacando el citado Oboroguruma (imagen superior) o la igualmente temible Yasha, con esas velas en la cabeza, un crucifijo para maldecirnos y una odachi extremadamente larga con la que será muy complicado salir ilesos. Sin olvidar sus poderosas magias de agua, además.

Hay más Yokai, por supuesto, como el soldado del inframundo, la bruja infernal o el espíritu de zorro, planteando cada uno distintas formas de afrontarlos teniendo en cuenta las complicadas rutas por las que nos moveremos, con varias pruebas de resistencia en las que hacer frente a varios a la vez tras una emboscada.

Y para colmo, esta expansión introduce una variante extra, las llamadas piedras de penitencia, con las que sacrificar un accesorio para potenciar la fuerza de los enemigos y que aumente considerablemente el índice de aparición en la rareza de los objetos que sueltan. Como los regalos al Sudama, pero a lo bestia, digamos.

Nioh 2

Por 9,99 euros, poco más se puede pedir, porque a ese nuevo reto y la presencia de más Yokai por otros parajes del pasado de una región de Japón, se le suman más de una decena de misiones, con un par de ellas que ofrecen un recorrido más largo de lo habitual y con varios jefazos intercalados a los que hacer frente.

No faltan los secretos, por supuesto, en forma de los habituales Kodama o las fuentes termales, teniendo en esta ocasión una serie de puertas en la región del templo del Gran Buda donde habrá que tapar los ojos de unas figuras para desbloquear diversos atajos. Aunque también habrá "muros" de Nurikabe.

¿Y qué hay de los personajes? Si bien no gozaremos en esta ocasión del imponente Benkei de la primera expansión, sí que se darán cita otros personajes históricos en Nioh 2 que darán mucho juego, tanto a la hora de luchar contra ellos, como de ver cómo nos ayudan en ciertos tramos de la historia. Y todos ellos nos darán, por supuesto, su espíritu guardián, algo que siempre es muy de agradecer.

En resumen, una expansión por encima de la anterior. Penumbra en la Capital vuelve a demostrarnos el salto de calidad que ha pegado Team Ninja con esta secuela en relación al primer Nioh, un juego que tuvo un desarrollo casi eterno.

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