Análisis de Phantom Liberty, la fabulosa expansión de Cyberpunk 2077 con espionaje que firmaría James Bond

La cocina de CD Projekt RED está en plena ebullición, ya que está a punto de salir del horno Phantom Liberty, la esperadísima expansión de Cyberpunk 2077. Night City recibe un nuevo distrito, Dogtwon, la aparición de toda una estrella de Hollywood como Idris Elba y una cantidad enorme de contenido para volver a explorar uno de los mejores RPG de ciencia ficción.

Para ello faltan unos pocos días, pero también he podido jugar a la deseada actualización 2.0, la cual aterrizará de forma gratuita. Así pues, toca mucho que desgranar, por lo que comencemos con lo más inmediato: las reformas en la estructura del juego.

Una actualización con impacto

Dentro de poco aparecerá en nuestros sistemas una descarga gratuita para Cyberpunk 2077 en PS5, Xbox Series X/S y PC, pues el codiciado parche pasará a instalarse en los archivos. La desarrolladora polaca ya ha mostrado muchas de las virtudes y el nivel de impacto que este tendrá en el videojuego. Tras haberlo probado, he de decir que no estaban ni mucho menos exagerando.

Nada más arrancar de nuevo la partida recibiremos una llamada de nuestro matasanos preferido, Vektor Viktor, el cual nos advierte que nuevos componentes han llegado a las manos de los médicos de la metrópolis. Es la primera señal de que seguramente tengamos que revisar nuestro ciberware, nuestros atributos y las ventajas, pues ahora su apariencia en el menú es muchísimo más clara. Los árboles de habilidades han sido rediseñados al completo para que parezcan precisamente eso, árboles.

Funciona de manera eficaz mostrar cómo unas habilidades se vinculan con otras y cómo desbloquear unas nos aproximan hacia las siguientes. Por ejemplo, si queremos alcanzar la habilidad Edgerunners que nos permite superar nuestro límite de ciberware instalado, veremos que se encuentra en lo más alto esperando a que la alcancemos con los correspondientes puntos que asignemos. A su vez, en el lateral se muestra qué nivel debe tener cada atributo para que esa rama sea accesible.

De por sí ya hablamos de una mejora visual notable, pero el cambio más significativo llega con la vista previa de cada habilidad. Parece increíble que Cyberpunk 2077 no contase anteriormente con una función que parece tan evidente, pero al fin podemos ver en una pequeña pantalla qué causará exactamente en combate la habilidad que estamos resaltando. Todo un acierto para no arrepentirnos de las decisiones en el futuro.

De la misma forma podemos comprobar este rediseño en otros detalles igualmente importantes, como el acceso al móvil, los mensajes y, especialmente, las misiones o encargos. El menú que se despliega cuando abrimos el móvil con V es más grande, permitiendo leer mejor los mensajes y desplazarnos con soltura por el mismo. Sin embargo, las misiones comen aparte, pues por fin tenemos un registro a la altura de la producción de CD Projekt RED.

El espacio de las misiones está dividido en conjuntos como las que tenemos activas, las completadas y las que se encuentran cerca. Cada una de ellas posee un pequeño resumen con información de lo que nos tocará hacer si la activamos, la ubicación, la distancia, la recompensa y hasta desplegables con perfiles de los personajes vinculados a la misma. Una delicia absoluta para que tengamos bien controlado cada aspecto de nuestra historia por Night City.

Por otro lado, desde el estudio han insistido con especial énfasis en que la policía ha sido remodelada de arriba a abajo. Un cuerpo policial que era una pura anécdota en versiones anteriores ahora cuenta con una presencia realmente importante a lo largo de las calles de la ciudad. Veremos muchísimos policías, ya sea caminando en solitario, montando guardia en alguna esquina o patrullando en sus vehículos para detectar un posible crimen.

Con fines destinados a este análisis -no lo hagáis vosotros por la calle-, me he liado a tiros con los agentes que me he encontrado para comprobar hasta qué punto son duros de pelar. Lo cierto es que pueden llegar a abrumar por número, ya que son capaces de pedir refuerzos en muy poco tiempo y que acudan casi al instante debido a lo cerca que están. Sin embargo, si ya te encuentras a un nivel muy alto, no te costará demasiado deshacerte de ellos, a pesar de que sí que pueden llegar a estar blindados y poseer una potencia de fuego importante.

Eso sí, se ha eliminado el absurdo sistema de seguimiento de la policía, pues tan solo consistía en salir del radio de influencia en el que habíamos desatado el caos. Las persecuciones a lo GTA no entraban en los planes de Cyberpunk 2077... hasta ahora. Gracias a la incorporación del combate sobre vehículos, es posible revivir esa intensidad de la saga de Rockstar.

Hay que tener en cuenta que el RPG no está pensado para aniquilar todo lo que se mueve y que esa dinámica resulte divertida, pero la posibilidad está ahí. Ya sea a bordo de una moto o con una mano en el volante, es posible sacar un arma por la ventanilla para disparar a diestro y siniestro. Una escena reservada para momentos concretos de la trama que ahora será mucho más cotidiana, junto al hecho de que también podemos realizar hackeos mientras pilotamos.

Finalmente, hasta tres radios se unen al repertorio inicial de sintonías. Growl FM, formada por temas propuestos por la comunidad, Darkstar Radio, con una selección de artistas de todo el mundo, e Impulse Radio, con canciones creadas directamente por Idris Elba, son el trío de cadenas que podemos sintonizar. He disfrutado mucho de ellas, especialmente de Growl FM e Impulse Radio, con melodías intensas y buenos toques techno.

Phantom Liberty

Ahora sí, vayamos con el solomillo del asunto. Todas las características detallas anteriormente también forman parte de Phantom Liberty, el ambicioso DLC de pago con el que explorar nuevos terrenos en Cyberpunk 2077. La trama nos llevará hasta Dogtown, un nuevo distrito situado al lado de Pacífica, región dominada por los Hijos del Vudú, y que se encuentra junto a un gigantesco estadio de fútbol americano.

Es allí donde comenzará nuestro viaje tras recibir la misteriosa llamada de Songbird, una netrunner que está acompañando a la presidenta de los Nuevos Estados Unidos, Rosalind Myers, a bordo del Space Force One. Ella nos pide ayuda debido a que va a estrellarse en mitad de Dogtown por culpa de una intrincada conspiración contra ella, pero lo llamativo es cómo se pone en contacto Songbird con V. Lo hará no solo con llamadas, sino revelándose ante nosotros a través del Relic, demostrando sus amplios conocimientos sobre el dichoso aparato de Arasaka.

Los que hayáis completado la historia principal conocéis bien a fondo las implicaciones de que alguien sea experto en dicho sistema, por lo que ese va a ser el cebo por el que se va a sentir atraído V. Sin embargo, ayudar a Myers y a Songbird será realmente difícil, pues Dogtown es una suerte de territorio que vive en una constante guerra.

Desde el primer momento que nos acercamos a la zona, veremos que ni siquiera la NCPD puede entrar en el territorio sin una autorización previa. A cargo del lugar se encuentra Kurt Hansen, un coronel al que después de la Guerra de Unificación se le mandó tomar Night City, pero antes de que pudiese lograrlo la urbe quedó aislada como una pieza independiente del resto del país. Ante semejante situación, Hansen decidió atrincherarse en Dogtown y construir una fortaleza impenetrable donde la decadencia palidece frente al lujo extremo.

La economía de guerra es la única que mueve al ejército que maneja Hansen, pero esa visión tan desastrosa para su población ha causado dos grandes mellas en su modelo. La primera es que la tecnología sobrevive a base de los restos del pasado del distrito, por lo que nos toparemos con artilugios que parecen muy lejanos para el 2077. Prueba de ello es cuando es necesario que encendamos un generador antiguo y se comenta como una reliquia del pasado. La segunda es que absolutamente todas las calles son un despropósito; las palmeras están muertas, todo está hasta arriba de basura y la población solo invierte en drogas, sexo y cualquier otro formato recreativo.

Todo ello dibuja una Dogtown en una cuesta abajo y sin frenos que se consume poco a poco a sí misma. Por si fuera poco, hay tropas por todas partes, patrullando incluso con enormes robots y la seguridad saca músculo siempre que puede. De hecho, cada vez que queramos entrar o salir de los enormes muros, será necesario pasar un control con escáner para comprobar que nuestro coche está limpio. En definitiva, parece que en Dogtown están jugando a Mad Max constantemente y no tienen ganas de detenerse.

Puro James Bond

Son apenas 13 misiones las que conforman Phantom Liberty, pero que no lleve a engaño la cifra. La duración de varias de ellas puede superar la hora tranquilamente y eso se nota desde el comienzo de la primera, ya que tocará rescatar a Rosalind Myers. La presidenta es de armas tomar y no se va a dejar coger fácilmente, por lo que ella también reparte estopa con un fusil. Nuestro deber será rescatarla, asegurarla y recibir instrucciones para averiguar el paradero de Songbird.

La puesta en escena es absolutamente bestial, con secuencias donde V se libra por los pelos de morir, tiroteos a mansalva, explosiones por doquier y hasta un enfrentamiento contra un androide enorme que funciona como un pequeño ejército. Comienza por todo lo alto la expansión y, aunque recupera gran parte de momentos como esos, hace honor a las declaraciones de CD Projekt RED afirmando que estamos ante un argumento digno del mejor espionaje.

La aparición de Idris Elba no es menor, pues su interpretación de Solomon Reed está a la altura de las circunstancias. El personaje se trata de un agente secreto que nos echará un cable durante toda la campaña junto a Alex, otra compañera del servicio de la FIA que volverá a las andadas junto a él para una última misión. A lo largo de las diferentes misiones, conoceremos poco a poco qué les sucedió en el pasado a cada uno de ellos, por qué se retiraron y las rencillas personales que todavía tienen marcadas en su mente.

Cada nuevo matiz se añade a un camino que V sigue discurriendo, pero cada vez hace que nos planteemos más dudas acerca de quién dice la verdad, en quién vamos a confiar o lo que estamos dispuestos a hacer por salvar el pellejo. Todo ello se construye a través de actos realmente impresionantes, con misiones tan espectaculares como la que nos lleva hasta el Black Sapphire. No desvelaré demasiado, pero la forma de entrar en el edificio y lo que sucede en su interior es digno de elogio.

La compañía polaca demuestra una vez más que, errores aparte, saben facturar sus productos con unos valores de producción altísimos. Todo luce fenomenal, las conversaciones son muy ricas en opciones, la calidad gráfica es excelsa y se generan momentos de película. Se podrían comparar perfectamente algunas escenas con James Bond o Misión Imposible, incluso con homenajes a algunos de los artilugios de Ethan Hunt. Tendremos que prepararnos para colarnos en aeropuertos, fiestas privadas y reuniones de los bajos fondos, todo ello con un resultado francamente bueno.

Conociendo Dogtown

Pero, ¿qué podemos hacer en Dogtown? A lo largo de las 13 misiones, Phantom Liberty creará un paréntesis de varios días dentro del juego donde tendremos que esperar a que se vuelvan a poner en contacto con nosotros, lo cual es una invitación directa para que exploremos el entorno. Uno de los añadidos más interesantes está vinculado a Muamar Reyes, uno de los fixers que conocemos en la campaña principal por Night City.

A partir de ahora nos pedirá que busquemos diferentes vehículos, ya no solo en el distrito bélico, y que se los llevemos a diferentes localizaciones. Tendremos que hacerlo en un tiempo determinado, sin recibir daños o en una persecución intensa por las calles. Son eventos aleatorios con los que nos toparemos, al mismo tiempo que los airdrops harán lo propio en Dogtown. En este caso hablamos de que veremos mientras jugamos cómo un paquete cae desde los cielos dejando una estela de humo rojo indicando su posición.

Si acudimos a reclamar su preciado botín, nos encontraremos con miembros de Barghest, la guardia de Hansen, que pueden estar peleando contra el grupo conocido como chatarreros, vigilando que nadie se acerque a la caja y, en el mejor de los casos, no habrá nadie cerca. Un atractivo más a la enorme lista de actividades que ya podíamos hacer en el juego base y que se amplía con un reclamo dinámico por el mundo abierto. Por supuesto, los encargos y diversas misiones secundarias están de vuelta para que las completemos.

Existen 17 distintas, haciendo más de la mitad de ellas, y vuelven a rayar ese nivel tan alto de CD Projekt RED. Están muy trabajadas, no se resumen en hacer de recadero y siempre nos presentan una historia corta con los personajes con los que vamos a interactuar. Una de las más llamativas nos lleva a ponernos en la piel del propio Hansen de una forma inesperada, pero es mejor que la descubráis por vosotros mismos. Reclamos y más reclamos para aprovechar que con Phantom Liberty el límite de nivel se ha aumento hasta 60, pero no es el único cambio en los árboles de habilidades.

Debido al mencionado aumento, ahora tenemos margen suficiente para invertir atributos en otra rama más si queremos ser lo más polivalentes posibles. Mi personaje estaba muy centrado en ser un netrunner sigiloso que con solo lanzar un hackeo podía freírle la mente a cualquiera, aunque mi forma de encarar los problemas ha cambiado. Más de 100 artículos nuevos han sido introducidos en Phantom Liberty, incluyendo armas, ciberware, automóviles y moda, así que he intentado recrear la build de netrunner hack & slash que promocionó el estudio.

Me he hecho con un monocable, he virado mis ventajas hacia la rama de Reflejos y automáticamente me he hecho imparable, pero desde otro punto de vista para el combate. Deslizarse a toda velocidad y sacudir con fuerza el cable lleno de energía eléctrica sin que puedan pararme es una delicia, pero lo es más realizar los remates. Son pequeñas animaciones que se pueden ejecutar cuando el enemigo tiene muy poca vida, lo que resulta en sangre, miembros cortados y cortes profundos en los enemigos. No han escatimado en gore desde el equipo de desarrollo y me he sentido muy cómodo peleando de una forma totalmente distinta.

A su vez, la expansión incorpora el árbol de habilidades del Relic que, si bien no cuenta con demasiadas funciones, sí que es interesante la forma de obtener sus puntos de ventaja. Los hallaremos a lo largo de Dogtown en cajas que pitan y hacen vibrar el mando para que notemos su localización, la cual puede ser cualquier parte. Bien puede ser a plena vista de todo el mundo como en la guarida de un grupo mafioso al que podremos destruir, siempre escogiendo si queremos sigilo o ser unos cafres.

La opinión de VidaExtra

Llevábamos esperando mucho tiempo un ración de contenido a la altura de Cyberpunk 2077 y por fin la tenemos. Los que estuviesen ansiosos de devorar una nueva trama aquí tienen mucho donde comer y, además, hay motivos de sobra para volver a lanzarse a la aventura desde un inicio con V. El trabajo de rediseño, transformación visual y nuevas características, tanto con la actualización 2.0 como con Phantom Liberty, son excusas lo suficientemente buenas como para volver al RPG futurista.

La historia de Phantom Liberty brilla por sí sola y consigue que nos olvidemos de que estamos ante una expansión, pues rápidamente crea su propia idiosincrasia, ya sea a través del escenario o sus personajes. Cada uno de ellos tiene personalidad propia, con momentos específicos dedicados a cada uno de ellos y con la posibilidad de llegar a un final inédito para la campaña principal.

CD Projekt RED demuestra que sabe embellecer sus trabajos, dotarlos de carisma y proporcionar suficientes juguetes a los usuarios para que se lo pasen bien unas cuantas horas más.

Precio de Cyberpunk 2077: Phantom Liberty

El precio de Phantom Liberty es 29,99 euros en todas las plataformas, si lo queremos comprar en formato individual. Eso sí, puedes hacerte con un pack que contiene tanto la expansión como el juego base por 63,99 euros en Xbox Series, 69,99 euros en PS5 y 82,78 euros en Steam.

Duración de Cyberpunk 2077: Phantom Liberty

La duración aproximada de Phantom Liberty es de unas 15 horas. Eso es lo que he tardado en completar la campaña de la expansión, al mismo tiempo que le he sacado jugo a Dogtown realizando varias de las tareas y eventos disponibles. Hacerse con el 100% disponible podría llevar entre 5 y 10 horas más.

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