Una de las características principales que comparten The Legend of Zelda: Breath of the Wild y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es que puedes llegar a la zona final y pasarte el juego sin haber completado el resto de lugares que hay que visitar por Hyrule. No obstante, este no es el caso de la zona inicial, ya que en ambos títulos es obligatorio finalizarla primero antes de tener total libertad para explorar el mapa.
Los speedrunners encontraron la forma de saltarse esta barrera en Breath of the Wild, de ahí que a algunos les asaltase la duda de si eso mismo sería posible en Tears of the Kingdom. Es ahí donde entra en escena Timber, un jugador muy experto y speedrunner que se impuso como reto descubrir la manera de escapar de la Gran Isla de los Albores sin tener que completar todos sus Santuarios y objetivos.
Para un jugador normal, saltar por cualquier borde de la isla y lanzarse al vacío supone un suicidio, porque el propio juego te coloca una barrera en forma de nubes que es imposible atravesar. Sin embargo, Timber quería demostrar que sí se puede hacer, de ahí que nos haya dejado con un completo vídeo de 50 minutos mostrando todos y cada uno de los pasos que ha seguido hasta salirse con la suya.
Aun así, del dicho al hecho hay un trecho descomunal. Desde luego, no es tan fácil decirlo como llevarlo a la práctica, porque a este jugador le ha llevado nada más y nada menos que seis meses superar este reto tan loco. Medio año de duro trabajo en el que ha probado hasta la saciedad toda clase de técnicas y se ha aprovechado de fallos del juego para buscar la manera de escapar de esta isla en forma de tutorial sin tener que superarla previamente.
De todos modos, para complicar las cosas más todavía, no solo quería salir de la isla sin más, ya que también se propuso llegar a la batalla final, para así enfrentarse a las hordas de enemigos que hay previas al combate definitivo contra Ganondorf. Dicho sea de paso, también es otra hazaña alucinante plantarle cara al gran jefe final de la aventura sin apenas objetos ni materiales para sobrevivir.
En cualquier caso, el vídeo no tiene desperdicio, porque en él podemos ver cómo por ejemplo trata de hablar con personajes para que el diálogo no interrumpa la caída mientras se va desplazando hacia la llanura de Hyrule. Además, se aprovecha de múltiples formas de fusionar de objetos para poder atravesar el suelo y así caer en picado hasta lo más hondo del reino.
Esto no es más que una milésima parte de las técnicas que lleva a cabo, porque muchas veces esto no daba buenos resultados, ya que el juego mataba a Link al instante en cuanto detectaba que estaba tocando en el suelo. A su vez, también se encontró con el inconveniente de que muchas veces el héroe de la saga se quedaba congelado en el aire sin poder hacer nada más para evitarlo.
A pesar de estos inconvenientes, nada frenó a Timber en su búsqueda de encontrar la forma de aprovechar todos los glitches del juego para lograrlo. Así, cuando empezó a tener más éxito en sus intentos, Link tardaba más de una hora en descender de la isla inicial hasta la batalla final, pero si no acertaba con el lugar de aterrizaje debía empezar desde el principio, por lo que no cabe duda de que toda esta hazaña ha puesto a prueba su descomunal paciencia.
El vídeo es para verlo tranquilamente y muy concentrado, porque lo que también hay que reconocer es que Timber ha realizado un montaje sublime. En el vídeo no para de explicar al detalle todos los pasos que ha seguido durante todos estos meses hasta reducir el tiempo de caída a tan solo unos 20 minutos, para acto seguido enfrentarse a Ganondorf y sus esbirros y finalizar The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom con tan solo un 0,20% de progreso.
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