Cuando Shaquille O'Neal fichó por DC para protagonizar la peor película de superhéroes de la historia

Cuando Shaquille O'Neal fichó por DC para protagonizar la peor película de superhéroes de la historia

Un manual de cómo no hacer una película de Superhéroes

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Steel Dc Oneil

Conoces a Clark Kent, a Bruce Wayne y a Diana de Temiscira. Pero, ¿te suena de algo el nombre de John Henry Irons? Como los anteriores, se trata de la identidad civil de un superhéroe de DC Comics. Y no cualquiera, que conste: como Acero, fue uno de los cuatro aspirantes a tomar el relevo de Superman tras su anunciada muerte a manos de Doomsday. Pero ahora viene el giro más inesperado: resulta que Acero no solo tiene su propia película, sino que lo interpreta el jugador de baloncesto Shaquille O'Neal. Bueno, dejémoslo en que hizo lo que pudo.

Estrenada en 1997 como Steel, un héroe de acero (o simplemente Steel en Estados Unidos) la razón por la que este superhéroe acabó llegando a la gran pantalla el mismo año del Batman de George Clooney y cuando Nicolas Cage se probaba las mallas del cancelado Superman de Tim Burton se reduce a una única persona: Quincy Jones, quien produjo discos para Michael Jackson o Frank Sinatra.

Sobra decir que, llegados a este punto, la cosa se complica. Pero antes de dispersarnos te resolvemos la duda: la película de Acero es mala. Muy mala. Es más, no hay por dónde cogerla.

Escrita y dirigida por Kenneth Johnson, el otro responsable de este despropósito junto al propio Quincy Jones, Steel se reduce a coser los mínimos comunes denominadores del cine de superhéroes de hace 30 años: John Henry Irons es un genio inventando armas y armaduras para el ejército de los Estados unidos, así que se crea una propia para combatir el crimen y, ya puestos, montones de juguetitos a juego.

La película no va a mejor, que conste. Se trata de una acumulación de diálogos malos, personajes excesivamente estereotipados, guiños al universo DC atados tan en corto que deben ser explicados (se supone que  Susan Sparks, interpretada por Annabeth Gish, debía ser el equivalente a Oráculo) y situaciones bochornosas en las que ni el némesis del héroe interpretado por Judd Nelson (Bender en El Club de los Cinco) logra salvar los muebles. Sin embargo, como veremos, la idea no era del todo mala. Más bien, se fue torciendo poquito a poco.

Steel, un héroe de acero... ¿para qué?

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Sobre el papel, la idea Quincy Jones era crear un nuevo icono a lo Batman capaz de inspirar a la juventud en un momento en el que la llamada generación X de la época estaba desganada con la vida. Según Jones, no solo a los niños afroamericanos sino a los jóvenes de todo el mundo que estaban experimentando el auge del cine de superhéroes.

"Tengo siete hijos y, como padre, soy muy consciente de la falta de modelos a seguir para los niños de hoy. Realmente ha dejado un vacío en el mundo, y no me refiero sólo a los niños negros. Su perspectiva sobre el futuro ha cambiado para peor y odio ver jóvenes que no creen en el futuro. Acero (y no quiero usar esa palabra "superhéroe", porque no vuela ni nada por el estilo) representa un modelo a seguir. Llamémosle simplemente un "súper ser humano".

Lo cual nos lleva directos a la otra pregunta que posiblemente te estarás haciendo: ¿por qué Shaquille O'Neal? El director Kenneth Johnson quiso fichar a un Wesley Snipes en racha que no mucho después interpretará a Blade para Marvel, pero la idea de apostar por un jugador de baloncesto profesional vino del tándem de Quincy Jones y su socio David Salzman. Es más originalmente le propusieron al agente de O'Neal adaptar otro personaje de DC: Curt Metcalf,  también conocido como Hardware. 

La última palabra la tuvo O'Neal, ya que según él dijo, sentía una conexión especial con el personaje de Acero. Por su parte, tuvieron que pasar veinte años para que Johnson confesara que eso fue una mala idea. Y no solo por el talento interpretativo de Shaq.

Toda la producción de Steel se acomodó a la agenda de su superestrella, quien compaginaba la actuación con su calendario dividido entre los entrenamientos para Los Angeles Lakers y su compromiso con Los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. De modo que toda su parte debía estar hecha en cinco semanas y con un factor añadido: como no se encontró ningún especialista de 2,16 metros, Shaq tenía que hacer todas las escenas de acción de Acero.

No está de más recordar que, aunque películas como Jurassic Park habían mostrado al mundo lo que podía lograrse con tecnología digital, a diferencia de hoy recurrir a esta era una excepción (carísima) y no la regla. Sin embargo, el gran  problema de Steel no se reduce a un factor, o un actor en específico, sino a que no hay nada que la salve.

La peor película de superhéroes de DC... hasta la fecha

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Siendo justos, toda la producción de Steel estaba centrada en llegar al público objetivo. Básicamente, a aquellos jóvenes a los que quería dirigirse Quincy Jones, ya bien fuese con Hardware o con Acero. Es más, el director mostró copias del guión a jóvenes de Los Ángeles para asegurarse que el tono de la película les resultaba interesante y la jerga usada por los protagonistas se sentía genuina. Pero hay cosas que funcionan sobre el papel y que al llegar a la pantalla acaban siendo un dilema.

Tampoco se puede reprochar que el personaje de Acero no tuviese gancho. Lo cierto es que había aparecido en los cómics solo unos años antes (en junio de 1993) y a rebufo de uno de los momentos más importantes de la historia del cómic: la Muerte de Superman. Insistimos, Acero era junto con el Erradicador, Superboy y Cyborg Superman un sólido candidato a ser el heredero del icono de DC. Tanto que, para cuando se anunció su película, el impacto de cómic todavía no se había dispersado del todo en la cultura popular.

Como referencia, tan solo unas semanas antes se estrenó Spawn, otro héroe basado en un cómic. Y pese a que ambos personajes tienen mucho en común y nacieron en la misma época, una sigue siendo más o menos referida en la actualidad (incluso en mortal Kombat 11) y la otra sigue pasando desapercibido. En lo que respecta a su taquilla, se dice que Steel, un héroe de acero recaudó durante todo su paso por los cines lo mismo que Batman y Robin durante su semana de estreno. Spawn no tuvo nada que ver.

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Siendo justos, Shaquille O'Neal puso toda la carne en el asador. No solo interpretó e hizo de su propio doble, sino que hasta participó en una Banda Sonora de la película en la que artistas de la talla de KRS-One, Ice Cube, B-Real y Peter Gunz sumaron talento para el tema Men of Steel. Todo bajo el sello discográfico de Quincy Jones, por cierto.

Sin embargo, y pese a sus innecesarias pero casi obligadas referencias a la carrera de jugador de baloncesto de Shaq (incluyendo una especie de tiro libre de una granada durante el clímax) los motivos del fracaso de Steel, un héroe de acero se reducen a algo tan simple como ser una película tan desastrosa, que no logra hacer ni gracia por ser mala.

En las películas de superhéroes solo hay extremos: o son muy buenas, o son rematadamente malas o son excesivamente prescindibles, y no tenemos muy claro en cuál de los dos últimos cajones guardar Steel, un héroe de acero. Seguramente en el mismo de la Catwoman de Halle Berry. A ser posible, debajo de ésta última.

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