Recuerdo la primera vez que hablamos de A Plague Tale: Innocence el año pasado con aquel extenso gameplay que se mostró en agosto. En ese momento el juego desarrollado por Asobo Studio ya apuntaba maneras y nos hizo seguirle la pista con ganas de descubrir qué más podía llegar a ofrecer.
Tras jugar los primeros capítulos hace unos meses nos dejó claro que podía llegar a convertirse en una de las mayores revelaciones del año y un título que debíamos apuntar sin ninguna duda en nuestro calendario, aunque también nos dejó con la duda de si la versión final nos acabaría encantando tanto.
Por suerte, ha sido jugarla y no solo nuestra duda ha sido resuelta por completo, sino que la calidad ha aumentado una barbaridad hasta dejarnos con el que se puede considerar uno de los mejores videojuegos de este 2019, como bien vamos a pasar a contaros en nuestro siguiente análisis.
La entrañable y emocionante historia de una pareja de hermanos
A Plague Tale: Innocence nos traslada hasta la Francia del siglo XIV con una historia protagonizada por la pareja de hermanos Amicia y Hugo. Normalmente os solemos contar un poco de qué va el argumento y ofrecer unos cuantos detalles acerca de él, pero en este caso nos encontramos frente a una aventura sobre la que es mejor saber lo justo y necesario, porque lo mejor es que la disfrutéis por vuestra propia cuenta.
Dicho esto, nuestros jóvenes protagonistas, por motivos que poco a poco se van revelando sobre la marcha, se ven obligados a huir de su hogar a causa de que la Inquisición anda detrás de ellos. Concretamente su objetivo es atrapar al pequeño Hugo, sin importar los métodos que apliquen para ello e incluso acabando con la vida de cualquiera que se interponga en su camino.
Por lo tanto, Amicia y Hugo se dedicarán a huir constantemente de este temible ejército que, pese a lo que pueda parecer, no será la mayor amenaza a la que se enfrentarán. El principal peligro será una gigantesca plaga de ratas que está invadiendo todas las ciudades de Francia, están arrasando con los pueblos, los campos y masacrando a cualquier ser vivo, independientemente de si son humanos o animales.
El viaje que les tocará vivir estará repleto de adversidades, pero es uno que podemos catalogar como una auténtica maravilla. Desde los primeros minutos el argumento te engancha con una facilidad alucinante y te deja con ganas de seguir avanzando sin parar para descubrir qué será lo siguiente que sucederá y qué aguardará en cada capítulo a nuestros intrépidos personajes. Así a lo largo de las aproximadamente 10 horas que durará el juego.
Tal vez no puedan parecer demasiadas, pero podéis tener por seguro que son más que suficientes. La historia está narrada a la perfección y no es como en otros juegos que se nota que tiene algo de relleno con tal de alargarla más aún, a veces innecesariamente. En cambio, en A Plague Tale: Innocence no se produce en ningún instante esa sensación, es más, te deja con un gran sabor de boca espléndido una vez llegas al final.
Las cinemáticas que aparecen de vez en cuando lo hacen en los momentos más oportunos para enfatizar en las situaciones que irán teniendo lugar, sobre las que hay que reconocer que habrá de todo tipo. A pesar de que estaremos huyendo constantemente de nuestros enemigos, habrá momentos más placenteros con conversaciones que profundizarán en las relaciones y personalidades de los personajes, otros momentos más emocionantes o también de tensión, para que en un conjunto sea un cúmulo de sensaciones formidable.
Pero si hay algo que destaca por encima de todo es la relación entre nuestros protagonistas, que será el mayor foco de la historia a medida que te vas dando cuenta de que necesitan depender el uno del otro para sobrevivir. A Amicia no le quedará más remedio que ejercer de hermana mayor y cuidar de Hugo, dándole lecciones de la vida y no perderle de vista en ningún momento.
No obstante, Hugo nos cautivará con su encanto y la inocencia de un niño de su edad por las frases que irá soltando y que en más de una ocasión nos harán esbozar una sonrisa. Por supuesto, como buenos hermanos, tampoco faltarán los momentos en los que se pelearán, pero el amor que desprenden el uno por el otro demuestra que puede con todo.
Las ratas y la Inquisición: ¿huir o combatir?
Personalmente, prefiero una gran historia y una buena jugabilidad a unos gráficos que te dejen con la boca abierta. Hasta el momento hemos comprobado que A Plague Tale: Innocence cumple el primer punto con creces, pero el segundo no se queda atrás ni mucho menos, siendo desde luego otra de las grandes características que hacen a este juego tan especial.
Hemos de recordar que nuestros protagonistas son simples niños, así que no cuentan con habilidades especiales para plantar cara sin problemas a los soldados y muchísimo menos a las hordas de miles y miles de ratas. Eso no quita que sí podrán sacar partido de su ingenio y algunas capacidades para afrontar los puzles que se vayan encontrando, permanecer ocultos de los soldados o también para mantenerse alejados de los roedores.
Aunque en gran parte de la aventura Amicia y Hugo permanecerán juntos, nosotros tomaremos el control de ella y nos dedicaremos a darle determinadas órdenes a su hermano. La única forma de poder defendernos será con la ayuda de una honda con la que podremos lanzar piedras con una gran precisión. Gracias a esto podremos golpear elementos del escenario que captarán la atención de los soldados y eso nos ayudará a pasar desapercibidos, dado que si nos pillan será una muerte instantánea.
Por el contrario, aquellos que prefieran una acción más directa tendrán la opción de golpear las cabezas con las piedras, con el correspondiente riesgo de que el ruido llame la atención de alguien o el ver el cadáver tirado en el suelo. No siempre tendremos la opción de decantarnos por una solución u otra, obligándonos el juego a veces a ser más sutiles y en otras a no tener ningún miramiento en poner fin a la vida de los caballeros de la Inquisición.
Más allá de tirar piedras, poco a poco iremos recolectando objetos que nos servirán para aumentar algunas mejoras y especialmente para fabricar productos de alquimia. Con ellos seremos capaces de encender antorchas o lanzarlos a los cascos de los soldados para que se los quiten de encima, del mismo modo que tanto las piedras como los otros objetos que creemos serán indispensables para resolver ciertos puzles.
En su mayoría no son demasiado complicados de completar, aunque también es cierto que a la larga algunos se acaban pareciendo demasiado y eso nos hará ir a tiro fijo nada más verlos. Asimismo, conforme avance la aventura iremos conociendo a otros niños que se unirán a nuestro grupo y también nos serán de utilidad para sobrevivir en determinadas situaciones.
Por su parte, las ratas serán nuestros peores enemigos porque debemos evitar por todos los medios posibles que se acerquen a donde estamos o no dudarán en hacernos picadillo en unos segundos. A lo único que tienen miedo es al fuego y a la luz, de ahí que haya que recurrir al uso de antorchas o el desplazarse por zonas iluminadas para que no alcancen nuestra posición, además de emplear otros recursos del escenario, ya sea jamones u otros cuerpos que los mantengan distraídas.
En este sentido la jugabilidad es brillante por tener que estar pasando en todo momento de la luz para evitar a las ratas a la oscuridad para que no nos vean los guardas. En general todo se hace muy llevadero y los momentos de persecución y acción están repartidos de una forma excelente para que ninguno predomine bastante más que el otro y no sea una experiencia demasiado repetitiva.
Explorando la siniestra y realista Francia
Tal vez la aventura sea muy lineal y sea fácil saber en todo momento a dónde nos debemos dirigir, aunque a veces habrá bifurcaciones, pero siempre acabarán llevándonos al mismo lado. Aun así, la exploración es esencial para encontrar objetos que nos sirvan para defendernos y fabricar más productos de alquimia, pero sobre todo para deleitarnos con los fascinantes escenarios.
Precisamente, en uno de los vídeos publicados por Asobo Studio, el equipo francés pretendía mostrar la enorme labor de investigación que se llevó a cabo con el fin de ofrecer el mayor realismo posible de esta época tan oscura en la que tiene lugar el juego. Así pasaremos por bosques, pueblos, castillos, descampados y otras zonas cada vez más siniestras y derruidas a causa del ataque de la plaga de ratas.
No es que gráficamente sea de lo mejor de este año, pero es lo suficiente inmersivo para que te olvides de todo mientras vas jugando. Gran parte de este trabajo también hay que agradecérselo a los actores de doblaje, que en nuestro caso nos decantamos por las voces en inglés, con su peculiar acento francés y con los subtítulos en castellano, y el resultado es excepcional por cómo enfatizan las frases y por lo que transmiten en todo momento.
Más allá de todo esto, otro de los motivos por los que la exploración es uno de los aspectos a tener en cuenta se debe a que por cada uno de los niveles permanecerán ocultos una serie de objetos que simplemente servirán de coleccionables. Quizás habría estado bien que sirvieran para desbloquear alguna opción adicional o algún extra, pero tan solo son una excusa para tener otro motivo para mirar por cada rincón.
Lo único que sí que resulta un estupendo añadido es que a veces presenciaremos diálogos secretos entre los personajes por si queremos conocerles mejor o verles reaccionar de alguna manera especial. De todos modos, la rejugabilidad de la aventura tan solo se basa en completar el juego al 100% por si alguno quiere recolectar todos los artículos o escenas ocultas.
La opinión de VidaExtra
Las 10 horas que he estado jugando a A Plague Tale: Innocence ha sido una de las experiencias más gratificantes de los últimos meses. Hacía tiempo que un videojuego no lograba atraparme tanto por su argumento y por contarme una historia gloriosa que no deseaba que acabara por cómo iba cogiendo cada vez más peso y ganando puntos a medida que van pasando los capítulos.
El ritmo el juego está diseñado para que en ningún momento sea aburrido, sino todo lo contrario. Es difícil sacar algo negativo de los escenarios, los personajes o la banda sonora, sobre la que Olivier Deriviere ha compuesto unos temas que le quedan como anillo al dedo y no te cansarías de escucharlos una y otra vez.
En definitiva, A Plague Tale: Innocence es un juego que tal vez no sea tan reconocido como otros grandes nombres que ya están en las tiendas y que llegarán este año. No obstante, como se suele decir, las apariencias engañan y Asobo Studio nos ha sorprendido con el que podemos afirmar con toda seguridad que es de los mejores videojuegos de este 2019. Un juego que no os arrepentiréis de adquirir y sobre el que espero que no se desarrolle una secuela forzada por la buena acogida, porque sin duda es una aventura irrepetible.
Imprescindible
A Plague Tale: Innocence
Plataformas | PC, PlayStation 4 (versión analizada) y Xbox One |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Asobo Studio |
Compañía | Focus Home Interactive |
Lanzamiento | 14 de mayo de 2019 |
Precio | 44,90 euros |
Lo mejor
- Una historia formidable, emocionante y emotiva.
- La ambientación es excelente en todo momento.
- El ritmo de la aventura es fantástico y te engancha de principio a fin.
- Lo bien llevada que está la jugabilidad con la iluminación y las sombras.
Lo peor
- Algunos puzles son demasiado parecidos.
- Los coleccionables podían haber tenido una mayor relevancia.
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