Análisis de TMNT Mutantes en Manhattan: PlatinumGames en modo BronceGames

Probablemente ni siquiera hubiese necesitado un vídeo de presentación, podrían haber anunciado el lanzamiento de ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’ de un día para otro y hubiese corrido como alma que lleva el diablo a comprarlo. ‘Transformers Devastation’ ya me había vendido algo así antes incluso de saber que existía.

Todos sabéis que mi devoción por PlatinumGames y su equipo no conoce límites, pero aunque la fe mueva montañas mis impresiones con ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’ son inamovibles, estamos ante un juego corto, soso y vago, a kilómetros de lo que podríamos esperar de esta compañía japonesa, justo en el cruce entre las calles vergüenza y desesperación.

Un juego menor, demasiado menor

¿Es ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’ un mal juego? Yo diría que sí, pero a lo mejor me ciega la rabia, así que para evitar dudas lo que sí puedo afirmar rotundamente es que es un juego aburrido, soberanamente repetitivo y sin muchas razones para retomarlo una vez superas las cuatro o cinco horas que te durará su campaña.

Sacaba a relucir el caso de ‘Transformers Devastation’ porque es en esa comparativa donde te das cuenta de que algo no ha funcionado bien en el desarrollo de este ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’. Allí tenías robots con distintas características y aquí tienes cuatro hermanos prácticamente idénticos, allí los escenarios eran repetitivos pero te daban opciones para hacerlos amenos con combates divertidos y caminos alternativos, aquí son repetitivos y ya.

Ambos podrían catalogarse como juegos menores, de alguna forma la repetición de elementos y corta duración de la campaña te deja entrever que el proyecto no tiene un gran presupuesto detrás, pero donde los Autobots consiguen sortear el problema ofreciendo una experiencia de combate y exploración divertida, las Tortugas fracasan estrepitosamente.

Jugando a TMNT Mutantes en Manhattan

La cosa va más o menos así. Nos plantan en un escenario (cuatro en total que se repetirán con distintas ambientaciones) y April nos va ofreciendo objetivos a cumplir. Mata a estos, recoge aquello, dirígete a tal ubicación. Una vez superadas un puñado de estas misiones se nos permite ir a luchar con el jefe del escenario.

El primer nivel no disimula ser un cubo grande con cuatro edificios y una pared invisible alrededor, pero es que lo que está por venir va a peor, desde las zonas minúsculas comunicadas por viajes en metro hasta unas alcantarillas tan pasilleras y sosas que no sirven ni como laberinto. No contentos con eso, se recrean en mandarnos a esos mismos infiernos una y otra vez.

Corto y con escenarios poco acertados, aquí sólo hay algo que podría salvar la papeleta, y como comprenderéis no es la historia. Sería el combate de no ser porque ahí tampoco hay nada que brille especialmente. Ataque fuerte, ataque rápido y magias en forma de combo, curación o invocar ovnis que disparan mientras vuelan a nuestro alrededor.

Los combates... pizza de coliflor

Al poder saltar de una tortuga a otra y personalizar cada una de sus magias, la estrategia detrás de este sistema resulta ser lo más interesante del juego, como si estuvieses en un MOBA y controlases a cuatro personajes a la vez que deben ir apoyándose para derrocar minions.

Jugar al estilo clásico de repartir mamporros, apoyándote en combos y en parrys, pierde la gracia a los pocos minutos, primero porque las acciones son excesivamente limitadas, segundo porque el caos que se genera con la IA de tus compañeros uniéndose para atacar a un mismo enemigo suele ser fatal para intentar comprender qué está ocurriendo en pantalla.

Tienes la opción de darles órdenes, de decirles que esperen en una esquina y no te molesten, pero como ya estaréis imaginando la cosa pierde bastante su gracia al no poder ejecutar combos conjuntos o ampliar las posibilidades de tus compañeros.

TMNT: Mutantes en Villa Indiferencia

Lo peor de ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’ no es que te ponga de mal humor, te haga quejarte de sus errores o soñar con lo que podría haber sido con algo más de mimo y tiempo, el mayor problema de ‘TMNT: Mutantes en Manhattan’ es que no transmite nada.

Es un juego que te deja completamente indiferente cuando los créditos echan a rodar e intenta redimir sus errores plantándote un vendaval de enemigos contra los que luchar, como invitándote a centrarte en el combate para que no te fijes en los nombres que aparecen, como si los desarrolladores viniesen a encontrarse contigo mientras ellos caminan por la calle vergüenza y tú por la desesperación.