Desperados: Wanted Dead or Alive fue uno de los mejores (y pocos) rivales que tuvo la saga Commandos de Pyro Studios. Spellbound Entertainment supo crear el heredero ideal en 2001 con el innegable atractivo del Salvaje Oeste de por medio.
Sin embargo, perdería su chispa en años posteriores con su salto a las 3D con los menos agraciados Desperados 2: Cooper's Revenge y Helldorado. Y han pasado 13 años desde el último, con un resurgir ilusionante del género por parte de Mimimi Games y su soberbio Shadow Tactics: Blades of the Shogun en 2016. Por suerte, es el mismo estudio encargado de este Desperados III cuya demo nos dejó un excelente sabor de boca hace unas semanas. Y ahora toca la prueba de fuego.
Si algo funciona a la perfección, ¿para qué tocarlo?
Antes de nada hay que recordar que Desperados III no es una continuación de la secuela, sino más bien una precuela de la primera aventura donde conoceremos los inicios de John Cooper y los suyos, hasta el punto de presenciar momentos cruciales de su infancia acompañado por su padre James, hasta la traca final.
Mimimi ha estado muy atinado con el marco cronológico, puesto que este título sirve perfectamente tanto para los profanos como para los que llevan con la saga desde sus inicios. Y también ha acertado de pleno al mostrarse como una evolución del citado Shadow Tactics: Blades of the Shogun, del que comparte prácticamente la totalidad de mecánicas, menús o diseños de interfaz (salvo la parte del cambio de ambientación, lógicamente). Esto para algunos supondrá un punto negativo, pero soy de los que piensan que si algo funciona a la perfección lo mejor es no tocarlo. Además, no parece un mod. Las sensaciones son otras.
Para empezar, estamos a mediados del siglo XIX, mientras que su anterior trabajo se ambientó en el Japón feudal de 1615. Los escenarios son completamente distintos, al igual que el color rojizo que desprende cada uno, como en el Gran Cañón del Diablo. O esa magia que desprenden ciudades históricas como New Orleans o Louisiana, donde fluctúan pantanos con montañas rocosas del Oeste.
Este estudio alemán, conocido anteriormente como Mimimi Productions, vuelve a dar una lección de maestría en diseño de niveles, elevando el listón respecto al citado Shadow Tactics. Todo está estudiado al milímetro para que no haya una única solución para completar cada mapa, costando bastante en algunos tramos hallar la mejor manera de superar un problema aparentemente imposible.
Un total de dieciséis misiones, con algunas localizaciones que revisitaremos, llenas de desafíos por doquier y con un atractivo visual cuidado al detalle, siendo una delicia pararse a ver todo lo que nos rodea con zoom y admirar mejor esa vida que desprenden sus personajes, como los múltiples civiles en sus quehaceres.
Desperados III funciona como un reloj suizo
Da igual que optemos por mando como por el combo ratón y teclado (pese a que ésta sea la opción más recomendable al contar con muchos accesos directos), que Desperados III se muestra consistente en todo momento, tal y como nos había demostrado su demo del mes pasado, con una gran optimización en PC.
Todo aquel que haya jugado a Shadow Tactics se sentirá como en casa y a la vez será testigo del resurgir de una saga que se estrenó hace 19 años. ¿Lo bueno? Que se asemeja más a las sensaciones del primer Desperados que de los que vinieron después, no solamente por respetar parte de la esencia de su icónica vista y el aspecto gráfico. Hay mejoras a todos los niveles, especialmente en cuanto a mecánicas, con añadidos actuales que le sientan como un guante.
En este sentido, potencia el modo Duelo del anterior trabajo de Mimimi de cara a poder realizar más acciones encadenadas sin perder el ritmo. Y para los puristas, cabe recalcar que se puede desactivar la pausa desde las opciones, entre otros parámetros a configurar desde el nivel de dificultad. El que busque una experiencia extrema con menos munición o más dureza de los enemigos, la tendrá. Y eso que en modo normal ya es de por sí duro en ciertos tramos, obligando a devanarnos los sesos para meditar cada acción vigilando los "conos" de los enemigos.
Cada personaje tendrá sus pros y sus contras, como no poder nadar, arrastrar los cuerpos enemigos agachados o de pie (con Hector Mendoza como el único capaz de cargar ¡dos a la vez!), aparte de objetos y habilidades únicas que hay que saberse al dedillo. Aquí no faltan viejos conocidos, aparte de Cooper o el citado Mendoza, al estar también Kate O'Hara y McCoy. La nota llamativa la pone Isabelle Moreau, al introducir un estilo de juego totalmente diferente que marca la diferencia frente al resto. Casi como Yuri desde Command & Conquer: Red Alert 2.
Principalmente, porque Isabelle no tiene armas de fuego, sino que usa sus poderes de ocultismo con el vudú para controlar a los enemigos mentalmente. Ahora bien, con ciertos límites de uso hasta que conseguimos más "munición". Y perdiendo un punto de vida por cada vez que realicemos esa acción. Lo bueno es que cuenta con otra habilidad en forma de dardo venenoso con el que conecta a dos enemigos entre sí y sufren las mismas atrocidades. ¿Un ejemplo? Si matamos a uno con el cuchillo el otro, aunque esté a 50 metros, morirá al instante. Mola.
Mimimi hoy domina como nadie este género
Todas las misiones de la historia ofrecen una experiencia única, arropada por el atractivo de cada localización de Estados Unidos y México en 1870. Los objetivos para cada una, al igual que el elenco de personajes disponible, irá variando, teniendo en algunos casos unos giros muy interesantes, como no poder usar armas de fuego ni habilidades que maten al enemigo, tan solo noquearlos.
El sigilo es parte fundamental en Desperados III, por lo tanto. Se puede ir a lo loco, pero la munición es escasa y cada habilidad tiene un tiempo de recarga. Aunque sepamos hacer uso del modo Duelo (donde se para la acción para calcular los movimientos en sincronización con el grupo), sale más rentable ir con cuidado y sin dejar rastro que pueda alertar a los enemigos. Abruma con sus posibilidades.
Al igual que en Shadow Tactics, es interesante tener en cuenta el entorno por si podemos realizar muertes por accidente, puesto que éstas no levantan ninguna sospecha. Y ocultar los cadáveres (o enemigos noqueados y atados) en arbustos y demás zonas para evitar sorpresas indeseadas. En los interiores se complica un poco más la labor al ser espacios cerrados, pero hace que seamos más creativos.
Aunque para creativas, todas las medallas que podemos desbloquear en base a desafíos especiales para cada misión. Siguen el estilo marcado por el anterior trabajo de Mimimi, yendo desde hacer muertes de lo más imaginativas o evitando hostilidades, hasta forzar acciones con un personaje determinado y un sinfín de formas rebuscadas para complicar cada misión hasta el extremo. Es demencial.
Sin ir más lejos, superado el ecuador de la aventura, desbloquearemos a mayores los desafíos del Barón donde habrá un tipo de pruebas especiales en ciertos mapas ya superados al darle la vuelta a la tortilla con algunos elementos, como superar toda una misión usando únicamente a Isabelle. Y toda acción con una banda sonora que encaja a la perfección para reforzar su genial ambientación.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Desperados III es el mejor representante de Commandos hasta la fecha. Ya lo había logrado Mimimi en 2016 con su citado juego de ninjas y ha vuelto a rizar el rizo con este regreso tan demandado de John Cooper. Brutal. Ojalá que hagan lo mismo con Robin Hood: La Leyenda de Sherwood. Ojalá...
Imprescindible
Desperados III
Plataformas | PC (versión analizada), PS4 y Xbox One |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Mimimi Games |
Compañía | THQ Nordic |
Lanzamiento | 16 de junio de 2020 |
Precio | 49,99 euros (Steam) | 54,99 euros (consolas) |
Lo mejor
- El diseño de los mapas es una gozada
- Cómo se complementa cada personaje
- La introducción de Isabelle es acertada
- Los desafíos de medallas y del Barón
- La banda sonora encaja a la perfección
Lo peor
- Estar desesperados por Desperados 13 años
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