La Temporada del Alba de Destiny 2 no ha estado nada mal. Ya lo sé, sigue en marcha hasta el próximo 9 de marzo y hablo como si ya hubiera finalizado, pero la realidad es que esta novena temporada nos ha dado prácticamente todo lo que nos tenía quedar si nos atenemos a su calendario oficial. Ha sido y está siendo un tanto irregular, eso es cierto, pero también nos ha dejado algunos de los momentos más alucinantes de todos los vividos en Destiny.
Tras haberse centrado en un ataque Vex durante la anterior temporada, Destiny 2 nos ha llevado de paseo por el tiempo en la actual. Y los viajes temporales siempre molan, eso lo sabe todo el mundo. De hecho, este viaje no sólo ha sido la excusa para montar el puzzle más monstruoso que jamás haya creado Bungie hasta la fecha, sino para engordar el ego de cada uno de los jugadores a través de una paradoja temporal que, al menos a mí, me pilló por sorpresa y me gustó.
Aviso: el próximo párrafo contiene spoilers sobre la trama relacionados con la mencionada paradoja temporal, así que si te interesa el lore del juego y todavía no has completado todas las aventuras de esta temporada, quizás quieras saltártelo.
La gran sorpresa que escondía la paradoja temporal es que, al meternos en las galerías del tiempo para ayudar a San-14 en el pasado, nos convertimos en su ejemplo a seguir. Las historias hablaban de un mítico guardián que le salvó la vida a San-14 y luchaba como nadie. Hasta ahora no sabíamos que esa importante figura habíamos sido nosotros mismos al viajar atrás en el tiempo. Sin saberlo, hemos sido una maldita leyenda durante todo este tiempo. Maravilloso.
Fin de los spoilers.
Ha sido Osiris quien nos ha traído la actividad de este temporada, llamada El Reloj Solar, así como Las Galerías del Tiempo que hemos tenido que recorrer durante la campaña. Dejando la historia a un lado para no hacer más spoilers, lo cierto es que este esquema que ha adoptado Bungie por el cual cada temporada es independiente de las anteriores le sienta muy bien al juego.
Es decir: las temporadas no sólo añaden historia, sino que cuentan con unas actividades específicas a las que solamente se podrá acceder durante esos meses (en este caso del 10 de diciembre de 2019 al 9 de marzo de 2020). Eso quiere decir que una vez finalizada la temporada nueve, El Reloj Solar desaparecerá y dará paso a una nueva actividad de la que por ahora no tenemos información.
Resulta interesante porque es una forma de darle una mayor variedad al juego con actividades directamente relacionadas con la trama. El Reloj Solar, en este caso, es una actividad en cooperativo para seis dividida en una serie de fases por tiempo que hay que ir completando lo más rápido posible. Y tiene otro giro que también es de lo más interesante: en lugar de obtener una recompensa aleatoria, El Reloj Solar permite elegir de entre una serie de armas al completarlo.
Pero ojo, para poder tener el máximo de opciones a la hora de elegir recompensa antes hay que enlazar una serie de obeliscos repartidos en cuatro planetas con el que hay situado en La Torre. Es decir: la actividad de esta temporada está estrechamente ligada al resto de actividades que ha traído consigo. Consigue fractalina llevando a cabo contratos, mejora los obeliscos de los planetas depositando esta fractalina y desbloquea dos armas nuevas por obelisco que podrás reclamar al finalizar una partida de El Reloj Solar.
Al principio este bucle tenía toda la pinta de ser tedioso, pero a la larga ha resultado divertido. Las nuevas armas también se pueden conseguir llevando a cabo sus propios contratos, pero dado que El Reloj Solar cuenta como desafío semanal y en sí mismo es divertido de jugar, está muy bien tener acceso a todas esas armas como recompensa. Las armas son legendarias y con ventajas aleatorias, así que toca lo de siempre: intentar conseguir muchas hasta dar con aquella que nos guste y que venga con las mejores ventajas.
Una temporada un tanto irregular
A parte de todo lo que he ido comentando, esta temporada nos ha traído un par de armas excepcionales cuyas aventuras han sido realmente desconcertantes y han contribuido a que esta Temporada del Alba esté siendo algo irregular.
Por un lado está Ruina del Diablo, una pistola cuya aventura excepcional probablemente es la más corta que hemos visto hasta ahora. Se puede completar en unos minutos y nos dejó a todos preguntándonos qué narices había pasado. Lo normal es que estas aventuras excepcionales consten de muchos pasos, en ocasiones demasiado tediosos, con la excusa de que, si la recompensa es muy buena, hay que ganársela. Quizás esté ahí el secreto, porque lo cierto es que la Ruina del Diablo es probablemente una de las peores armas excepcionales del juego…
Y por otro lado está Bastión, un fusil de fusión que sí ha resultado ser una muy buena arma excepcional, sobre todo en el Crisol, donde con un sólo disparo podemos masacrar a cualquier rival. El fusil mola, sí, pero durante una semana la única forma de desbloquear su aventura era solucionando un puzzle. El mayor puzzle que ha creado Bungie hasta la fecha y una auténtica locura que sólo ha sido posible descifrar con la comunidad colaborando como nunca.
Es demasiado complejo para explicarlo bien con todo detalle, y tampoco es mi intención volveros locos ahora con esto, pero el resumen sería algo así: las galerías del tiempo de Osiris, que consistían en estancias con varias puertas que llevaban a pasillos que conectaban con nuevas estancias, se podían recorrer en un determinado orden para desbloquear la aventura. Este orden venía determinado por un código de símbolos que iban rotando cada hora en los obeliscos de cada planeta. Es decir: la comunidad tuvo que recoger todas las posibles combinaciones y hacer pruebas de recorridos hasta dar con la solución final.
Os dejo este vídeo de Daykyri donde lo explica muy bien y podéis ver las locuras que fue haciendo la comunidad trabajando en grupo para resolver el enorme puzzle:
O sea: pasamos de una aventura de chiste para conseguir la pistola Ruina del Diablo a una cosa verdaderamente chiflada para desbloquear la aventura excepcional de Bastión. Ahora mismo, con las galerías del tiempo desactivadas, no es necesario recorrerlas siguiendo el código de símbolos y la aventura se puede conseguir hablando con San-14. Por suerte para todos.
Entre eso y la falta de novedades en alguna que otra semana, la temporada nueve estás siendo un tanto irregular. Y si nos atenemos al calendario oficial, de aquí al 9 de marzo solamente queda una actividad nueva prevista, los Días Escarlata, que tendrá lugar del 11 al 18 de febrero. Es una actividad relacionada con San Valentín y lo cierto es que históricamente no tiene mucha chicha, así que, salvo sorpresa de última hora, esta temporada parece que no va a tener mucha novedad más.
En cualquier caso, a pesar de estos altibajos, El Reloj Solar está bien y todo lo relacionado con los obeliscos tiene su gracia. De hecho, ahora mismo está en marcha la llamada Fundación Empírea a través de la cual todos los guardianes estamos donando fractalina en el obelisco de la Torre con el objetivo de cumplir una serie de metas puestas por Bungie. La idea es que estos esfuerzos sirvan para construir algo nuevo de cara a la próxima temporada. Vamos, una excusa como otra cualquiera para que tengamos algo que perseguir durante lo que queda de temporada.