La película de Super Mario de principios de los 90 se ha convertido en uno de los ejemplos perfectos sobre cómo no abordar una película de videojuegos, pero eso no ha impedido que Nintendo se haya puesto manos a la obra para crear una nueva película.
En la última reunión de accionistas, Miyamoto habló sobre su participación en la nueva película de Mario y qué le obligó a pasar de ser completamente contrario a la idea a implicarse directamente en su producción.
"No hacemos una separación de IP dependiendo del enfoque que vayamos a darle. Por ejemplo, respecto a utilizar IP para hacer películas, al principio estaba en contra de Nintendo a la hora de expandirnos a la producción de vídeo, pero ahora estoy personalmente implicado en usar una de nuestras propiedades intelectuales en la producción de una película. La respuesta a ese cambio está en el relanzamiento de juegos de la Consola Virtual."
Miyamoto asegura que, tras el proceso de ir llevando juegos antiguos de una plataforma a otra, empezó a pensar que tal vez había una forma de ir aún más allá. Puede que los juegos sean eternos al ir saltando de una consola vieja a una nueva, pero si utilizaban esa longevidad en otro medio como el del vídeo ambas producciones podrían ayudarse mutuamente.
"Basicamente no es un "quiero hacer una película de Mario" sino haber empezado a considerar que "debemos llevar nuestro contenido de Nintendo a vídeo". Con las películas, la cantidad de gente que entraría en contacto con nuestra IP sería aún más amplia y aumentaría el compromiso con la IP. Con ello seríamos capaces de aumentar aún más la extensión de nuestros contenidos vía vídeo".
Esta vez bajo la tutela de Illumination Entertainment, los creadores de los Minions y Gru, mi villano favorito, Mario volverá a las pantallas como una película de animación que apunta a 2022 como fecha de lanzamiento.
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