Las generaciones de consolas han muerto, bienvenidos a las actualizaciones de consolas

Las generaciones de consolas han muerto, bienvenidos a las actualizaciones de consolas

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Las generaciones de consolas han muerto, bienvenidos a las actualizaciones de consolas

Las cartas aún no están sobre la mesa, pero como si de una partida de póker se tratase, el jugador al otro lado del tapete ya sonríe y hace muecas de aprobación a su mano indicándole al resto qué jugada va a cerrar la partida. Ese decidido participante es Microsoft, y la Escalera Real que parece guardar sin demasiado recelo es una nueva forma de entender el concepto Xbox.

De Project Scorpio sabemos lo justo, que ofrecerá soporte para juegos 4K, compatibilidad con realidad virtual en alta definición, contará con el procesador más potente que se puede encontrar en una consola y llegará en navidades de 2017, pero las pistas de Microsoft nos llevan a algo mucho más importante que todo eso, el modelo del ciclo de consolas actual ha muerto.

El idealismo de una consola actualizable

Lo lógico en estos casos, cuando hay un movimiento tan radical que podría cambiar la forma en la que entendemos los ciclos generacionales de consolas, sería guardar como oro en paño el secreto para sorprender tanto a público como a competidores.

Con un sistema actualizable le estarían diciendo al jugador que nunca más tendrá que realizar grandes desembolsos de dinero, que el jugador de PlayStation dentro de unos años tendrá que apoquinar otros 500 euros para adquirir la nueva consola, pero el de Xbox sólo tendrá que adquirir la pieza que mantendrá su consola en la cresta del mercado.

Scorpio2

Eso sería, además de un movimiento atractivo para el usuario que le acercaría a las posibilidades del PC sin preocuparse del qué y cómo debe comprar, la solución perfecta a un gasto continuo en diseño y almacenaje. De tener una Xbox actualizable, Microsoft nunca más tendría que preocuparse de crear, anunciar y promocionar un nuevo modelo, como tampoco tendría problemas de stock o máquinas que se quedan en el limbo al saltar de una generación a otra.

Pero ahí estaríamos adelantando acontecimientos. Soñando despiertos con una realidad que parece improbable. No hay confirmación oficial de que algo así vaya a suceder, pero lo cierto es que con declaraciones como las siguientes tampoco hay que romperse demasiado los cuernos para llegar a la conclusión de que un cambio está a la vuelta de la esquina. Aunque no sea el ideal.

La realidad nos lleva a los ciclos de los móviles

A principios de año el propio Phil Spencer reconocía que la idea de una familia de consolas actualizable entraba en sus planes a nivel personal, pero claro, del dicho al hecho hay un gran trecho y lo que pueda desear el presidente de la división de juegos de Microsoft poco puede tener que ver con los planes reales de la compañía.

"En otros ecosistemas obtienes más innovación continua en el hardware de la que ves en consolas, y eso es porque las consolas bloquean la plataforma hardware y software de forma conjunta desde el principio y dirigen sus generaciones durante aproximadamente siete años. Estamos abriéndonos la posibilidad a nosotros mismos de desacoplar nuestra plataforma software de la plataforma hardware sobre la que corre."

Spencer

Hasta aquí todo bien. Viene a ser lo que ya ha ocurrido con Xbox One S o PS4 Neo, entendiendo así que los ciclos de consolas terminarían al lanzarse continuamente versiones actualizadas de una misma máquina. Digamos que ese sería un modelo similar al de los smartphones actuales, donde el usuario decide en qué momento salta de una versión a otra y llega un punto en el que hay juegos que sólo corren en las versiones más recientes.

Poco después de eso, coincidiendo con los rumores de una posible PlayStation 4.5, Phil Spencer volvía sobre sus pasos para recordarnos que, tal vez, lo de Nintendo y sus portátiles no era una mala idea, y que la intención de hacer lo propio con los sistemas de sobremesa no era descabellado.

"No soy partidario de una Xbox One.5. Si fuéramos a dar un paso adelante, quiero dar ese paso a lo grande. Para nosotros, la Xbox lo está haciendo bien. Está funcionando comercialmente, es un producto fiable y sus servidores funcionan bien. Si fuéramos a seguir adelante con cualquier cosa, como he dicho, quiero que sea por algo que ofrezca realmente un cambio sustancial para los usuarios, como una actualización."

Por si a alguien aún le quedaban dudas tras el anuncio de Xbox One S y Project Scorpio en el pasado E3, Aaron Greenberg vuelve a las andadas con esa misma idea. Si Xbox One es un iPhone 6, Xbox One S sería un 6s y Project Scorpio un iPhone SE. De alguna forma, ese ciclo de consolas actualizadas constantemente ya está entre nosotros.

Greenberg

“Creo que, para nosotros, el futuro de las consolas no tiene generaciones, creemos en la posibilidad de crear una librería, una comunidad, y ser capaces de iterar el hardware. Estamos haciendo una gran apuesta en ello con Project Scorpio. Básicamente decimos “esto no es una nueva generación, todo lo que venga después funcionará”. Creemos en ello como una familia de dispositivos.

Pero ya veremos. Vamos a aprender de esto, vamos a ver dónde nos lleva. Por ahora diría que, basándonos en las reacciones, parece que hay mucha demanda e interés acerca de Project Scorpio, y creemos que va a ser un gran éxito. Si los juegos y el contenido llegan, y creo que lo harán, creo que eso cambiará la forma en la que vemos el futuro del videojuego en consolas.”

¿Nos interesa este modelo de negocio?

El principal escollo de esta situación es saber hasta qué punto todo este sistema nos afectará al bolsillo. Ya sabemos que con Xbox One S tendremos packs de consola y juego por 299 euros y 349 euros dependiendo de si escogemos el modelo de 500 GB o 1 TB, pero si ese margen se mantendrá con Project Scorpio, reduciendo el precio de las anteriores, aún está por ver.

De la misma forma las críticas hacia este tipo de cambios tardarán en aparecer lo que dure el panorama del PC en pedir a gritos un cambio radical. La idea de que los juegos de mañana seguirán funcionando en las consolas de ayer es muy bonita sobre el papel, pero si hay una constante actualización la sucesora de Project Scorpio ya podría ofrecer opciones incompatibles con la actual Xbox One. Creo que a nadie le sorprenderá escuchar que los sistemas de partículas no venden consolas y, por ende, serán los grandes saltos visuales los que decidirán la compra de una nueva máquina.

Al final el bolsillo y los contenidos serán los detonantes para el éxito o el fracaso de esta situación. Siempre habrá compradores impulsivos que se sumen a todo lo nuevo que lance su compañía favorita y hasta ahora al mercado de los móviles de más de 500 euros le ha funcionado de maravilla.

Si los jugadores entramos en ese grupo de gente está por descubrir, pero si tanto Sony como Microsoft están optando por este modelo de negocio es porque ya tienen más que calculado el éxito de esta jugada.

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