Bien es sabido que los viajes en el tiempo han sido siempre uno de los recursos más suculentos de la narración fantástica, no solo en el terreno de los videojuegos; tantas y tan buenas historias que han surgido tomando esta aparentemente imposible premisa como punto de partida son la mejor muestra de ello. La idea de movernos a nuestras anchas por el tiempo está muy de moda ahora en nuestro país gracias al estreno de la serie 'El Ministerio del Tiempo', cuyo segundo capítulo se ha emitido esta misma semana.
No vengo aquí a hablar del buen estado de salud en que se está viendo inmersa la ficción nacional, aunque el tema da para hablar largo y tendido, sino para aprovechar la excusa, tan buena como cualquier otra, para dar un buen repaso a la relación entre los videojuegos y los viajes en el tiempo. Empleados a veces como simple excusa para contar una historia y otras, las más interesantes, como un recurso de diseño más para aportar un toque distintivo a la experiencia de juego, los devaneos temporales han sido protagonistas en todo tipo de aventuras casi desde los comienzos de esta industria. He aquí una lista con varios de los casos más significativos de la categoría, aunque son solo una muestra de las decenas de propuestas similares que hemos podido disfrutar.
Los viajes en el tiempo son un interesante recurso de diseño para aportar un toque distintivo a la experiencia de juego
Prince of Persia: The Sands of Time (2003)
Tras estar años relegada a vagar por el espacio que queda entre olvido y la nostalgia, Ubisoft decidió devolver a principios de siglo a la vida la saga 'Prince of Persia' con mucho acierto en esta entrega que supo dar frescura a la franquicia sin dejar olvidadas sus señas de identidad. En ella, nuestro aguerrido príncipe hacía uso de la Daga y las Arenas del tiempo, cruciales en la narración, para rebobinar cualquier acción hasta diez segundos y poder enmendar así sus errores; el uso de esta y otras habilidades temporales como congelar a los enemigos estaba limitado, claro está.
Chrono Trigger (1995)
Clásico entre los clásicos, este RPG desarrollado por Square es uno de los grandes emblemas de la era de los 16-bit, y un inevitable referente a la hora de tratar los viajes temporales. Combinando a dos talentosos diseñadores de videojuegos como Hironobu Sakaguchi y Yuji Horii con el gran artista Akira Toriyama, los resultados no podían ser menos: sobre una base de rol clásico se añadía una capa de manejo del tiempo, permitiendo navegar entre siete eras distintas y pudiendo así comprobar cómo las decisiones tomadas en el pasado afectaban directamente a las acciones futuras.
The Legend of Zelda: Ocarina of Time (1998)
La relación entre la saga 'The Legend of Zelda' y el tiempo ha sido muy habitual a lo largo de sus diferentes entregas; sin ir más lejos, el recientemente reeditado 'Majora's Mask' supone una de las muestras más singulares y atrevidas del empleo de este recurso en un videojuego. Pero de los diversos casos que podríamos tomar aquí de ejemplo, ninguno mejor que 'Ocarina of Time', el celebérrimo capítulo en el que Link podía moverse libremente entre dos puntos puntos distintos de la historia, una protagonizada por la versión joven y otra por la adulta del héroe.
TimeSplitters (2000)
En el terreno de los shooters, el ejemplo más evidente al que podemos hacer referencia es sin duda la saga 'TimeSplitters', cuyas tres entregas han jugado abiertamente con el concepto de los viajes temporales como solución para hacer frente a nuestros enemigos. En concreto, la primera entrega de la colección nos llevaba a viajar por niveles situados en un rango de un siglo de duración, entre 1935 y 2035, siguiendo durante esta extensión de años las andanzas de casi una veintena de personajes.
Back to the Future: The Game (2010)
Pocas historias han hecho tanto por la difusión en la cultura popular de los viajes en el tiempo como 'Regreso al Futuro', colección que ha tenido su inevitable réplica en el mundo de los videojuegos. Varias han sido las adaptaciones que se han hecho desde la gran pantalla hasta nuestros mandos, pero no cabe duda de que la más reciente de todas, en formato episódico y a cargo de Telltale Games, es también la que más justicia ha hecho a esta imprescindible trilogía cinematográfica.
The Lost Vikings (1992)
Los vikingos eran muy suyos, de eso no cabe duda; rudos, aguerridos, entrañables a su manera y poco preocupados por las alteraciones de las leyes naturales de la física. La idea de coger a tres de ellos y hacerlos viajar por el tiempo tras ser secuestrados por un malvado extraterrestre llamado Tomator casa poco con la imagen que tenemos de estos pueblos nórdicos, pero en esta delirante propuesta de Silicon & Synapse todo conseguía funcionar a la perfección.
Forza Motorsport 3 (2009)
La inclusión de un simulador de velocidad en una lista así podrá parecer un auténtico disparate, pero quien haya jugado a 'Forza Motorsport 3' sabrá bien cuál es el motivo de la aparición en este artículo de la obra de Turn 10 Studios. Y es que una de sus más llamativas novedades fue la posibilidad de poder rebobinar en cualquier momento los últimos momentos de una carrera con el fin de poder corregir algún error o buscar la máxima perfección en el trazado de una curva, opción cuyo único límite era el de tener que esperar medio minuto después de cada ejecución para poder repetir.
Day of the Tentacle (1993)
Si te propones mandar a la gente en el tiempo a través de una máquina de tu propia invención, más vale que al menos emplees los recursos apropiados y no imitaciones como diamantes falsos que, muy probablemente, provocarán situaciones tan desastrosas como la de 'Day of the Tentacle'; aunque bien visto, si gracias a ello podemos disfrutar de aventuras tan rematadamente divertidas y memorables, bienvenidas sean las chapuzas de este estilo. La excusa de mandar a sus diferentes protagonistas a distintas etapas en el tiempo, pasadas, presentes y futuras, permitió aplicar una forma de resolver los puzles totalmente revolucionaria en su momento.
Braid (2008)
De un modo muy similar al de otros casos que hemos visto en este artículo, 'Braid' coqueteaba con el concepto de rebobinar el tiempo para deshacer acciones recientes, aunque en lugar de limitarse a ser una simple vía de corregir errores, esta mecánica se convertía en una herramienta esencial para poder resolver con altas dosis de ingenio los diferentes niveles que íbamos afrontando. Esta manipulación del tiempo sobre una estructura de plataformas clásico hacía de la obra creada por Jonathan Blow una experiencia totalmente única, obligatoria para cualquier jugador que se precie de serlo.
Pac-In-Time (1994)
Aunque no lo incluyera hace unos días en mi lista de los mejores juegos de Pacman, es necesario reconocer a Kalisto el atrevimiento de intentar dar un vuelco completo a la serie protagonizada por la mascota de Namco con este plataformas de la vieja escuela en el que el Comecocos abandonaba su clásico laberinto habitado por fantasmas para dar con la forma de regresar al presente, tras ser enviado atrás en el tiempo por una bruja. La idea de hacer viajar a este personaje en el tiempo se volvió a dar después en 'Pac-Man: Adventures in Time', aunque con una premisa distinta.
Serious Sam (2001)
Si los extraterrestres se proponen acabar con la raza humana y no damos con otra forma de detenerlos, no parece mala idea intentar viajar atrás en el tiempo para encontrar la clave que los detenga. Así es como dieron comienzo las aventuras de Sam y de su implacable arsenal bélico, que le llevaron a visitar antiguas civilizaciones como la egipcia, la romana o la inca, al tiempo que se dedicaba a hacer frente a los monstruos de turno en los dos episodios que daban forma al primer juego de la colección.
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