'Guitar Hero: Metallica'. Análisis

'Guitar Hero: Metallica'. Análisis
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Vivimos la edad de oro de los videojuegos musicales, los cuales se han convertido en uno de los productos más rentables de la industria desde que la guitarras de plástico hicieron acto de presencia. La venta de las canciones sueltas en descarga y la llegada del resto de instrumentos, contribuyeron a catapultar el fenómeno hasta lo más alto.

Como consecuencia lógica de esta escalada de popularidad, los repertorios musicales han ido acercándose progresivamente al territorio mainstream (el equivalente al término casual en videojuegos), por lo que el rock duro y el metal han ido cediendo terreno a sonidos más pop. Ejemplos como la selección de temas de ‘Guitar Hero: World Tour’ o el inminente ‘The Beatles: Rock Band’ dan buena muestra de a qué me refiero.

Pero alguien tenía que decir basta ya, y decidirse a recuperar la verdadera esencia de los juegos de “guitarritas”. Alguien tenía que devolvernos los solos de guitarra imposibles, las baterías a mil por hora y los temazos rompecuellos forjados en las llamas del infierno. Alguien tenía que devolvernos la caña, y nadie mejor para ello que Metallica.

The Four Horsemen

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La historia de ‘Guitar Hero: Metallica’ comienza a forjarse a principios de los 80, con la efervescencia del punk prácticamente agotada, y la New Wave of British Heavy Metal en pleno auge gracias a bandas como Iron Maiden o Judas Priest. En medio de todo esto, un tal Lars Ulrich pondría una anuncio en un periódico californiano, buscando miembros para formar una banda, al cual respondería James Hetfield sin saber que ese era el principio de una leyenda.

Tras fichar al temperamental Dave Mustaine para la guitarra principal y al inigualable Cliff Burton para el bajo (quien sustituyó a Ron McGovney, que pasó sin pena ni gloria), Metallica comenzarían su andadura escribiendo sus propias reglas: tomando como base el robusto heavy metal británico, le añadieron la fiera velocidad del punk, dando como resultado un género completamente nuevo, el thrash metal.

Los conflictos internos harían que Mustaine abandonara la banda para formar su propio grupo de thrash, Megadeth, y en su lugar entraría Kirk Hammett. En 1983 se pondría a la venta su explosivo debut Kill ‘Em All seguido después de las dos grandes obras maestras de la banda, Ride the Lightning y Master of Puppets. Tras ello, la tragedia sacudiría la banda con la accidental muerte de Burton, quien para entonces ya se había convertido en una leyenda de las cuatro cuerdas.

Con Jason Newsted como nuevo bajista, se pondría a la venta en 1988 ...And Justice for All, donde el thrash primigenio empezaría a dar paso a sonidos más progresivos. Dicho cambio de registro terminaría de formalizarse con Metallica, también conocido como The Black Album, el último gran disco de la primera etapa de la banda.

Tras él, vendrían los años oscuros, los de discos mediocres y conflictos que llevaron al cuarteto al borde de la ruptura. Load y ReLoad aún tenían sus canciones destacables, pero St. Anger, tras el cual Roberto Trujillo cogería los mandos del bajo, es sencillamente olvidable. A pesar de ello, por suerte para nosotros no todo estaba perdido.

Con la llegada el año pasado de Death Magnetic, su último LP hasta la fecha, la banda supo recuperar las raíces de su sonido thrash y ponerlas al día, conformando uno de los álbumes de metal más notables del pasado curso. Y en esta segunda juventud de la banda, llega a nosotros ‘Guitar Hero: Metallica’.

The Memory Remains

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Desde el punto de vista puramente jugable, este título es el mismo que se puso a la venta hace unos meses con el nombre de ‘Guitar Hero: World Tour’, con unos cuantos retoques aquí o allá. Activision nunca ha pretendido engañar a nadie con él: no es el siguiente paso adelante de la franquicia (eso llegará con ‘Guitar Hero 5’), sino una modificación pensada por y para los seguidores del cuarteto californiano.

Varía ligeramente el modo principal, y en lugar de presentarnos multitud de conciertos de pocas canciones para ir completando, encontramos escenarios con decenas de canciones, que se abren en bloque al conseguir un determinado número de estrellas. El principal cambio estriba en que avanzamos canción a canción, en lugar de concierto a concierto.

Naturalmente, conserva todas las novedades introducidas en el último título de la saga: modo cooperativo para hasta cuatro jugadores con todo el equipaje, estudio de grabación, un editor de rockeros bastante completito y otras posibilidades que dan lugar a muchas horas de juego.

Antes de dejar el plano puramente jugable, hay que destacar que la dificultad aumenta ligeramente, consecuencia lógica de un repertorio de canciones mucho más exigente. Como añadido para los más puristas, el modo de dificultad Experto+ permite conectar dos pedales a la batería para tocar el doble bombo, y emular aún más fielmente a Ulrich.

Hit the Lights

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Pero como ya habréis imaginado, el mayor atractivo del juego está en todo lo que ofrece a los seguidores de la banda, y ahí es donde se luce con todas las de la ley. Desde el primer menú, todo lo que pasa ante nuestros ojos está acorde con la iconografía del grupo, con multitud de guiños y detalles que se agradecen.

Como no podía ser de otra manera, los videoclips, las fotografías y las grabaciones de todo tipo se convierten en extras de lo más jugoso, aunque lo que más me ha gustado son los Metallifacts, detalles y anécdotas curiosas sobre cada una de las canciones incluidas en el juego, que se nos van relatando mientras vemos cómo el grupo cibernético las interpreta.

El repertorio de canciones elegidas de la banda protagonista es sobresaliente, y oscila desde los calmados ritmos de ‘Nothing Else Matters’ , hasta la avalancha de notas de ‘Fight Fire with Fire’. A título personal, echo en falta algunos temas como ‘Of Wolf and Man’ o ‘Damage, Inc.’, pero en cualquier caso cumple sobradamente.

En lo que a artistas invitados, la cosa ya es algo más irregular, y aunque temazos como ‘Ace of Spades’ de Motörhead o ‘Blood and Thunder’ de Mastodon siempre entran bien, hay otros que se hacen más sosos. Por poner un ejemplo, se me ocurren decenas de canciones de Alice in Chains más apropiadas que ‘No Excuses’ para este juego.

...And Justice for All

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En resumidas cuentas, para que ‘Guitar Hero: Metallica’ sea digno de entrar en tu juegoteca, has de cumplir dos condiciones: primera, que te guste la saga ‘Guitar Hero’; y segunda, que seas seguidor de Metallica. Si una de esas dos patas cojea, no te recomiendo invertir tu dinero en este título, pero como cumplas con ambas, las horas de disfrute están más que aseguradas para ti.

Un repertorio de canciones muy sólido, una cuidada ambientación que se prodiga en los detalles hacia los fans y todas las virtudes que trae de casa la franquicia ‘Guitar Hero’ son sus grandes caballos de batalla. Pero este último punto es al mismo tiempo su gran punto débil, pues la falta de novedades jugables verdaderamente reseñables podrá echar por tierra las aspiraciones de más de uno.

En cualquier caso, el público objetivo del título de Activision está bastante claro de antemano, así que será difícil que alguien se sienta decepcionado con él. Un producto destinado a aquellos que llevábamos tanto tiempo suspirando por un juego que diera rienda suelta al metal que fluye por nuestras venas.

Ficha Técnica: Guitar Hero: Metallica

Vivimos la edad de oro de los videojuegos musicales, los cuales se han convertido en uno de los productos más rentables de la industria desde que la guitarras de plástico hicieron acto de presencia. La venta de las canciones sueltas en descarga y la llegada del resto de instrumentos, contribuyeron a catapultar el fenómeno hasta lo más alto.

Como consecuencia lógica de esta escalada de popularidad, los repertorios musicales han ido acercándose progresivamente al territorio mainstream (el equivalente al término casual en videojuegos), por lo que el rock duro y el metal han ido cediendo terreno a sonidos más pop. Ejemplos como la selección de temas de ‘Guitar Hero: World Tour’ o el inminente ‘The Beatles: Rock Band’ dan buena muestra de a qué me refiero.

Pero alguien tenía que decir basta ya, y decidirse a recuperar la verdadera esencia de los juegos de “guitarritas”. Alguien tenía que devolvernos los solos de guitarra imposibles, las baterías a mil por hora y los temazos rompecuellos forjados en las llamas del infierno. Alguien tenía que devolvernos la caña, y nadie mejor para ello que Metallica.

The Four Horsemen

Metallica 80s

La historia de ‘Guitar Hero: Metallica’ comienza a forjarse a principios de los 80, con la efervescencia del punk prácticamente agotada, y la New Wave of British Heavy Metal en pleno auge gracias a bandas como Iron Maiden o Judas Priest. En medio de todo esto, un tal Lars Ulrich pondría una anuncio en un periódico californiano, buscando miembros para formar una banda, al cual respondería James Hetfield sin saber que ese era el principio de una leyenda.

Tras fichar al temperamental Dave Mustaine para la guitarra principal y al inigualable Cliff Burton para el bajo (quien sustituyó a Ron McGovney, que pasó sin pena ni gloria), Metallica comenzarían su andadura escribiendo sus propias reglas: tomando como base el robusto heavy metal británico, le añadieron la fiera velocidad del punk, dando como resultado un género completamente nuevo, el thrash metal.

Los conflictos internos harían que Mustaine abandonara la banda para formar su propio grupo de thrash, Megadeth, y en su lugar entraría Kirk Hammett. En 1983 se pondría a la venta su explosivo debut Kill ‘Em All seguido después de las dos grandes obras maestras de la banda, Ride the Lightning y Master of Puppets. Tras ello, la tragedia sacudiría la banda con la accidental muerte de Burton, quien para entonces ya se había convertido en una leyenda de las cuatro cuerdas.

Con Jason Newsted como nuevo bajista, se pondría a la venta en 1988 ...And Justice for All, donde el thrash primigenio empezaría a dar paso a sonidos más progresivos. Dicho cambio de registro terminaría de formalizarse con Metallica, también conocido como The Black Album, el último gran disco de la primera etapa de la banda.

Tras él, vendrían los años oscuros, los de discos mediocres y conflictos que llevaron al cuarteto al borde de la ruptura. Load y ReLoad aún tenían sus canciones destacables, pero St. Anger, tras el cual Roberto Trujillo cogería los mandos del bajo, es sencillamente olvidable. A pesar de ello, por suerte para nosotros no todo estaba perdido.

Con la llegada el año pasado de Death Magnetic, su último LP hasta la fecha, la banda supo recuperar las raíces de su sonido thrash y ponerlas al día, conformando uno de los álbumes de metal más notables del pasado curso. Y en esta segunda juventud de la banda, llega a nosotros ‘Guitar Hero: Metallica’.

The Memory Remains

Guitar Hero Metallica

Desde el punto de vista puramente jugable, este título es el mismo que se puso a la venta hace unos meses con el nombre de ‘Guitar Hero: World Tour’, con unos cuantos retoques aquí o allá. Activision nunca ha pretendido engañar a nadie con él: no es el siguiente paso adelante de la franquicia (eso llegará con ‘Guitar Hero 5’), sino una modificación pensada por y para los seguidores del cuarteto californiano.

Varía ligeramente el modo principal, y en lugar de presentarnos multitud de conciertos de pocas canciones para ir completando, encontramos escenarios con decenas de canciones, que se abren en bloque al conseguir un determinado número de estrellas. El principal cambio estriba en que avanzamos canción a canción, en lugar de concierto a concierto.

Naturalmente, conserva todas las novedades introducidas en el último título de la saga: modo cooperativo para hasta cuatro jugadores con todo el equipaje, estudio de grabación, un editor de rockeros bastante completito y otras posibilidades que dan lugar a muchas horas de juego.

Antes de dejar el plano puramente jugable, hay que destacar que la dificultad aumenta ligeramente, consecuencia lógica de un repertorio de canciones mucho más exigente. Como añadido para los más puristas, el modo de dificultad Experto+ permite conectar dos pedales a la batería para tocar el doble bombo, y emular aún más fielmente a Ulrich.

Hit the Lights

guitar Hero Metallica

Pero como ya habréis imaginado, el mayor atractivo del juego está en todo lo que ofrece a los seguidores de la banda, y ahí es donde se luce con todas las de la ley. Desde el primer menú, todo lo que pasa ante nuestros ojos está acorde con la iconografía del grupo, con multitud de guiños y detalles que se agradecen.

Como no podía ser de otra manera, los videoclips, las fotografías y las grabaciones de todo tipo se convierten en extras de lo más jugoso, aunque lo que más me ha gustado son los Metallifacts, detalles y anécdotas curiosas sobre cada una de las canciones incluidas en el juego, que se nos van relatando mientras vemos cómo el grupo cibernético las interpreta.

El repertorio de canciones elegidas de la banda protagonista es sobresaliente, y oscila desde los calmados ritmos de ‘Nothing Else Matters’ , hasta la avalancha de notas de ‘Fight Fire with Fire’. A título personal, echo en falta algunos temas como ‘Of Wolf and Man’ o ‘Damage, Inc.’, pero en cualquier caso cumple sobradamente.

En lo que a artistas invitados, la cosa ya es algo más irregular, y aunque temazos como ‘Ace of Spades’ de Motörhead o ‘Blood and Thunder’ de Mastodon siempre entran bien, hay otros que se hacen más sosos. Por poner un ejemplo, se me ocurren decenas de canciones de Alice in Chains más apropiadas que ‘No Excuses’ para este juego.

...And Justice for All

Guitar Hero Metallica

En resumidas cuentas, para que ‘Guitar Hero: Metallica’ sea digno de entrar en tu juegoteca, has de cumplir dos condiciones: primera, que te guste la saga ‘Guitar Hero’; y segunda, que seas seguidor de Metallica. Si una de esas dos patas cojea, no te recomiendo invertir tu dinero en este título, pero como cumplas con ambas, las horas de disfrute están más que aseguradas para ti.

Un repertorio de canciones muy sólido, una cuidada ambientación que se prodiga en los detalles hacia los fans y todas las virtudes que trae de casa la franquicia ‘Guitar Hero’ son sus grandes caballos de batalla. Pero este último punto es al mismo tiempo su gran punto débil, pues la falta de novedades jugables verdaderamente reseñables podrá echar por tierra las aspiraciones de más de uno.

En cualquier caso, el público objetivo del título de Activision está bastante claro de antemano, así que será difícil que alguien se sienta decepcionado con él. Un producto destinado a aquellos que llevábamos tanto tiempo suspirando por un juego que diera rienda suelta al metal que fluye por nuestras venas.

Guitar Hero Metallica

The Four Horsemen

Guitar Hero Metallica
  • Plataformas: PS3, PS2, Wii, XBox 360 (Versión analizada)
  • Distribuidor: Activision
  • Estudio: Neversoft (PS3, XBox 360), Budcat Creations (Wii, PS2)
  • Lanzamiento: Ya disponible
  • Precio: 69,95 euros (juego solo), 109,90 euros (juego y guitarra)

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inFamous
  • Plataformas: PS3, PS2, Wii, XBox 360 (Versión analizada)

  • Distribuidor: Activision

  • Estudio: Neversoft (PS3, XBox 360), Budcat Creations (Wii, PS2)

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 69,95 euros (juego solo), 109,90 euros (juego y guitarra)

Vídeo | YouTube
Sitio oficial | Guitar Hero: Metallica

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