En episodios anteriores de The Witcher 3: Wild Hunt... Logré encontrar a Jaskier, que me proporcionó información valiosa sobre Ciri, y ayudé a Triss Merigold en su cruzada para liberar a los oprimidos de Novigrado. Mi siguiente objetivo estaba claro: el puerto de Novigrado y luego las Islas Skellige.
El tabernero de la taberna principal del Puerto en Novigrado me cuenta que solo un loco estaría dispuesto a llevarme a las Islas Skellige. Hay tres posibles candidatos. El más cercano se niega, pero dice que el capitán del Esturión de Oro probablemente acepte.
Encuentro a capitán borracho como una cuba y me pide 1.000 monedas de oro por el viaje a las islas. Me parece un poco excesivo, pero tampoco es que tenga muchas opciones. Vendo algunos artículos valiosos y cambio algunas monedas en el Banco para tener la cantidad acordada.
El viaje no puede ser peor. Unos piratas abordan el Esturión de Oro cerca de las costas de las Islas Skellige. El asalto es muy inoportuno, pues hay una tormenta del infierno. Ambas embarcaciones se precipitan contra la costa, formada en su mayoría por acantilados y zonas con piedras afiladas. "Putos inútiles", pienso para mis adentros.
Islas Skellige, tierra de guerreros, honor e hidromiel
Despierto tirado en la playa, rodeado de los restos del Esturión de Oro y de los cadáveres de sus tripulantes. Las sirenas y los cuervos se acercan en busca de carne muerta. Aprovecho para saquear el equipaje y a los marineros. Para mi sorpresa, encuentro al capitán y mis 1.000 monedas de oro. Digamos que es una reclamación.
Tras ubicarme con las indicaciones de un nativo nada amigable, pongo rumbo a Kaer Trolde. Es un paseo de varios minutos. Al llegar, encuentro una estampa deprimente: se está celebrando un funeral vikingo en honor a Bran, ahora ex-rey de las islas. Me acerco a Yennefer y le digo que está preciosa. Ella me recrimina que estamos en un funeral y yo le respondo que está preciosa en un funeral.
Crach an Craite finaliza el funeral con un discurso. Ahora sí, Yennefer y yo son sentamos en unos barriles del puerto para ponernos al día. Le cuento todo lo que he hecho y he averiguado. Ella hace lo mismo: hace tiempo tuvo lugar una enorme explosión que dejó un rastro mágico enorme. Debemos investigarlo.
El primer paso es conseguir ropa elegante para asistir a un banquete en el castillo de Kaer Trolde. No seré yo quien contradiga a Yennefer. Me reúno en la puerta principal de la fortaleza tras pasar por nuestra habitación en la taberna. La hechicera me regala un par de piropos que nos sacan una sonrisa, tanto a Geralt como a mí.
El banquete tiene un propósito: conocer a los candidatos para ser rey de las listas. Uno a uno sueltan sus hachas y espadas sobre la mesa hasta llegar a la última candidata: Cerys, hija de Crach an Craite, que suelta un cuchillo. Los presentes reciben su candidatura entre risas.
En un momento de la noche, Yennefer me revela que su propósito para asistir al banquete no es político... sino delictivo. Necesita robar un objeto del laboratorio de Armiño, un chamán protector de las tierras en las islas. Tras superar varias trampas y alucinaciones, conseguimos la Máscara de Ouróboros. Al cogerla, activamos un elemental de piedra. Al derrotarlo, salta otra trampa.
Solo me da tiempo a pronunciar la frase "Maldita sea Yen, quiero besarte" antes de desaparecer de la cámara y aparecer en la habitación de Yenn en la taberna. La hechicera está satisfecha porque hemos conseguido nuestro objetivo y se dispone a cambiarse para volver al castillo.
"No me importaría mirar...", respondo a Yenn cuando me ordena voltearme para cambiarse. La hechicera entiende la indirecta (muy directa) y decide que tenemos tiempo antes de volver al castillo. Sobra decir que pasamos un rato muy agradable y que usamos el unicornio disecado que tiene en la habitación como juguete. Cada cual con sus fetiches. La escena es muy explícita. Valió la pena cada asqueroso minuto en Novigrado.
Yennefer confiesa que me ha echado mucho de menos. Le correspondo. Finalmente, decide que ya hemos jugueteado bastante y que tenemos que volver al castillo... donde nos espera un Armiño muy cabreado. Nuestro plan de encontrar a Ciri pasa por pisotear algunas tradiciones de la isla. Crach an Craite intenta mediar, pero el chamán y la hechicera se llevan a matar.
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