Análisis de Windjammers, el clásico de Data East sigue siendo insuperable

Análisis de Windjammers, el clásico de Data East sigue siendo insuperable

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Análisis de Windjammers, el clásico de Data East sigue siendo insuperable

Fue, sin lugar a dudas, una de las mejores sorpresas que nos dejó la PlayStation Experience 2016: pocos podíamos imaginar a estas alturas que regresaría el mítico 'Windjammers', aunque fuese en forma de remasterización.

Pero así fue, y salió al mercado esta semana en PS4 y PS Vita. 23 años después de su debut en recreativas, tenemos una puesta al día de este clásico atemporal, único en su especie. Ya que una de las grandes bazas de esta obra de Data East es que nunca tuvo competencia real... ni tampoco la tiene ahora.

Porque todo el que intenta imitarlo, sale mal parado. Y si no, que se lo digan al reciente 'Disc Jam' de High Horse Entertainment, o al españolizado 'Way of Redemption'. Tan solo, si nos vamos a la escena no oficial, hay un representante que le puede mirar de tú a tú, el 'Crazy Power Disc' de Retsuzan Games para PC. No en vano, se le considera el remake no oficial de 'Windjammers'.

La evolución más adictiva del PONG

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'Windjammers', el original, se convirtió por méritos propios en uno de los baluartes de la marca SNK. Porque, como es lógico, Shin Nihon Kikaku lo editó a mayores en su consola Neo Geo, convirtiéndose al instante en juego de culto.

Su premisa era sencilla: como si del mítico 'PONG' de Atari se tratase, teníamos que sumar más puntos que el rival atravesando la "bolita" por la "portería" ficticia. Esto, trasladado al clásico de Data East, se traducía en una variante deportiva con frisbee y porterías de distintos tamaños y puntajes, y con una red en medio, como si fuese un juego de tenis. No necesitaba más, ni tampoco ahora.

Las cotas de piques con los colegas siempre han sido antológicas, siendo uno de los videojuegos favoritos de toda la historia en lo que se refiere al enfrentamiento directo entre dos personas. Porque 'Windjammers', pese a aparentar una simpleza accesible a todo el mundo, atesoraba múltiples posibilidades en cada partida gracias a los distintos tipos de disparos que teníamos a nuestra disposición.

Tiro recto, con efecto, supersónico, globo... Era fácil de jugar, pero difícil de dominar, porque influía mucho la posición del jugador y en qué momento pulsaba el botón. Sólo así se podía conseguir el llamado Toss, un movimiento clave en el juego que nos permitía realizar un tiro especial. Aunque había dos maneras de hacerlo: o bien recibiendo, estando inmóviles, y pulsando en el momento justo el disparo, para provocar el posterior especial, o mediante la recepción de un globo.

En una época en la que flipábamos con los dibujos de Son Goku u Oliver y Benji, al igual que esas representaciones fantasiosas del deporte, como 'Super Sidekicks' (SNK) o 'Street Hoop' (también de Data East), 'Windjammers' apostó por esos lanzamientos explosivos que facilitaban lograr el ansiado punto... Pero permitiendo que el rival nos pudiese hacer otro contra-ataque explosivo, derivando en un toma y daca espectacular. Las partidas eran adrenalina pura.

Windjammers, ahora online: un sueño cumplido

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¿Necesitaba algo el original? Tan solo un modo online a mayores, como complemento al multijugador local, para poder medirnos a rivales de todo el mundo y saber quién es el mejor a 'Windjammers'. Porque hasta ahora esto tan solo lo podíamos hacer mediante emuladores. DotEmu quería hacerlo oficial.

Y así ha sido con esta puesta al día del clásico de Data East. Su mayor reclamo es el añadido de diversos modos online. ¿Que queremos una partida rápida sin comernos el tarro? Hecho. ¿Que queremos disputar partidas igualas y subir en la liga mundial del juego, con distintos ránkings para medir quién es mejor? Hecho. Incluso con posibilidad a revancha, para no tener que buscar obligatoriamente otro rival justo después. Además, con la tecnología GGPO, habitual en los juegos de lucha actuales, para que no haya rastro de latencia en las partidas.

Si bien también tenemos la posibilidad de disputar partidas personalizadas, seleccionando el tipo de escenario (playa, hierba, baldosas, cemento, tierra y estadio; los de la recreativa original), la duración (30, 45, 60 y 99 segundos) y los puntos por set (12, 15 o 25), echamos en falta la opción de crear torneos.

Lógicamente, se conserva el modo Arcade, donde nos mediremos a la máquina en distintos niveles de dificultad (y con los clásicos minijuegos del perro y los bolos entre medias; también como modos aparte), y el modo duelo, para echar partidas contra los colegas de manera local. Por conservar, hasta mantiene su apartado gráfico, aunque haya opción de suavizar su aspecto. Pero seguro que los más nostálgicos optarán por dejarlo sin filtros o simulando pantallas CRT.

A modo de curiosidad, resaltar la aparición de los protagonistas del mítico 'Pang' dentro del menú del juego. El porqué es bien simple: el reciente 'Pang Adventures' y este 'Windjammers' han sido editados por la compañía francesa DotEmu.

La opinión de VidaExtra

Como diríamos en un retroanálisis, ¿ha aguantado bien el paso del tiempo? En pocas ocasiones lo hemos tenido más claro. Un rotundo sí. La jugabilidad de este clásico de 1994 está hecha a prueba de bombas y resulta tan adictivo como el primer día. Con la ventaja de que ahora podemos disputar partidas online.

A favor

  • Jugabilidad a prueba de bombas
  • El clásico de siempre, ahora online
  • Los piques a dobles son antológicos

En contra

  • Se echa en falta la posibilidad de crear torneos
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