Análisis de Grindstone: otro ejemplo de cómo Apple Arcade puede trasladar el pobre catálogo de móviles a una nueva edad de oro

Análisis de Grindstone: otro ejemplo de cómo Apple Arcade puede trasladar el pobre catálogo de móviles a una nueva edad de oro

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Capy Games nos ha entregado joyas de la talla de Critter Crunch, Superbrothers: Sword & Sorcery, Super Time Force, Below y, después de todo eso, ahora nos ofrece una suerte de match3 para móviles. Justo aquí, en este preciso instante, es cuando alguien podría haberse rasgarse sus vestiduras hace unas semanas. Sin embargo ahora la situación es muy distinta.

Lo es porque Grindstone no entiende de micropagos, de frenos o de publicidad, pero sí de esa oscura adicción que nos seduce al ver explotar pequeñas bolitas de colores en un juego de puzles. Es, como en una realidad alternativa que no hemos visto llegar, un cóctel perfecto en el que caben la estrategia, el grindeo RPG, la hiperviolencia animada de Adult Swim y los colorines de Candy Crush. 

El hijo bastardo de Puzzle Quest y Candy Crush

Sorprendido por ver el logo de la buena gente de Capy, el inicio del juego me resulta tan familiar como sorprendente. Con decenas de bichos de colores ocupando la pantalla, nuestro objetivo es matar a un número concreto de ellos para alcanzar la puerta y poder saltar al siguiente nivel. 

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Con una línea que sólo puede perseguir a los del mismo color, la intención es hacer los combos más grandes posibles moviéndonos en vertical, horizontal y en diagonal, pero nunca dando pasos atrás. A mayor número de bichos en una misma línea, más cerca estaremos de la salida. Si además superamos la decena, soltaremos una piedra que nos permitirá, en medio del combo, cambiar de un color a otro para continuar la cadena. 

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Con algo más simple que el caldo de un hospital, el juego se las apaña para ir introduciendo peligros que hagan más compleja la mecánica

Monstruos que se cabrean y te atacarán si tu línea acaba cerca de ellos, barreras que precisan de una línea de combo de más de X bichos para poder destrozarlas, la necesidad de acabar con el monstruo que porta una llave para luego poder abrir un cofre, enemigos que sólo pueden ser eliminados si tu línea casa con el color de su ropa…

Nada que suponga un cambio revolucionario en una mecánica con muchos años a sus espaldas, pero sí la ansiedad de creer que el juego te va a clavar el puñal por la espalda en cualquier momento. 

¿Qué pasará cuando me quede sin vidas? ¿Y si me atasco en un nivel? ¿Podré pasarme toda la noche jugando a esto? Pues que conseguirás más, cambiarás de estrategia y nada te impedirá que el amanecer te pille con las manos en el móvil. 

Duro, pero no insultante

Con un sistema de vidas que te limita a tres golpes en cada intento y la necesidad de rellenarlos en la taberna con las piedras que recojas, es fácil adivinar que Grindstone fue algún día un juego con un enfoque completamente distinto. Ahora, con el juego plantado en un escenario con un público mucho más agradecido, el farmear piedras para conseguir más vida nunca es más molesto de lo que sería en cualquier RPG. 

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Generoso con los premios a nivel de las citadas piedras y materiales de crafteo, va a ser difícil que el vicio te frene o que llegues a un nuevo hito sin las piezas suficientes para crearte una nueva armadura. 

Si ocurre, que todo puede pasar, uno de esos niveles en los que sabes que puedes sacar materiales y piedras a sacos te vale para farmear un rato y volver a la acción

Sí reconozco haberme topado con un par de niveles en los que parecía que la cosa se le iba un poco de las manos y, una vez más, me venía a la cabeza cómo esa misma práctica me hacía abandonar un juego cuando estaba frente a un free to play en vez de ante uno de pago. 

Por suerte, con una colocación inicial de bichos que no responde lo aleatorio, respirar hondo y probar con otra estrategia era más que suficiente para dar con la clave y superar el nivel. 

Tras ello, otra vez el anzuelo enganchado a la mejilla para que escapar de su vicio fuese prácticamente imposible. 

La opinión de VidaExtra

Más por lo que supone que por el hecho de reinventar la rueda, Grindstone es uno de esos juegos de Apple Arcade que abrazas con todo el cariño del mundo. Es justo lo que desearías para todas esas otras opciones free to play que has dejado atrás. Un golpe sobre la mesa capaz de demostrar que la diversión en los juegos para móviles siempre ha estado ahí, pero se manifestaba retenida por un secuestrador con un 0,99 euros tatuado en la frente. 

Convertido en ese juego al que inevitablemente acudes cuando se te remueven las tripas o estás esperando a alguien, Grindstone sería ya un fijo en mi teléfono de no ser porque no sé cuánto me durará el entusiasmo por el catálogo de suscripción de Apple. Francamente, ahora mismo no sabría decirte si la necesidad de quemarlo antes de que acabe el periodo de prueba es algo bueno o malo. 

Grindstone

Grindstone

Plataformas iOS
Multijugador No
Desarrollador Capy Games
Compañía Capy Games
Lanzamiento Ya disponible
Precio Disponible con Apple Arcade (4,99 euros al mes)

Lo mejor

  • Un juego de puzles enfermizamente adictivo
  • Mecánicas que varían constantemente
  • Una ingente cantidad de niveles a superar

Lo peor

  • A algunos su dificultad puede hacérseles cuesta arriba
  • Poco generoso con las vidas

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